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13 de febrero de 2022

LA CONSTRUCCIÓN MEDIÁTICA DE LA MENTIRA: CUATRO EJEMPLOS PRÁCTICOS

Por Marat

El antónimo de mentira, según cualquier diccionario del mundo, es verdad. El concepto de “verdad” encierra una forma de pensamiento mágico: nos salva para siempre del engaño. Pertenece a la categoría de las creencias. Ese modo de categorizar el mundo que nos rodea es una forma tranquilizadora de cerrar el camino hacia el conocimiento científico.

Por el contrario, el término realidad remite siempre a una búsqueda, a la voluntad de acercarse a lo material, a los hechos, siendo conscientes de que estos han de ser probados (“quod erat demostrandum”) y de que la aproximación a esa realidad requiere una permanente dialéctica entre teoría y práctica, que requiere de la sospecha como método de cuestionamiento de lo percibido.

Peter Ludwig Berger y Thomas Luckmann, el primero teólogo luterano, el segundo interesado en la teoría de la religión, ambos sociólogos, escribieron en 1966 una obra extraordinariamente valiosa del pensamiento sociológico: “La construcción social de la realidad”.

La tesis central de su intento de fundamentar una teoría del conocimiento se asentaba en dos elementos básicos: el lenguaje, con toda su carga simbólica y de significados en la interacción social y el modo en el que las relaciones sociales se institucionalizan, generando pautas de comportamiento.

Más allá de la carga idealista que conlleva una interpretación de la comunicación que remite al mundo de las percepciones frente a la realidad objetiva está la ausencia del análisis de la importancia de los medios de comunicación en la visión del mundo en el que vivimos y en nuestra opinión sobre lo que sucede en él.

No obstante, “La construcción social de la realidad” continua siendo una fuente valiosa de conocimiento respecto a las formas en las que se producen las influencias respecto a la conformación de las opiniones dentro de los marcos sociales micro y de menor potencia difusora mediática.

Por mucho que se hayan fragmentado los medios de comunicación, continúan siendo de masas y de una influencia decisiva: tan poderosos son los periódicos digitales como twitter, el cuál sería menos sin ellos, que son el eco que expande su relevancia, del mismo modo en que tik tok es tan poderoso como las televisiones generalistas o youtube tanto como el conjunto de las radios. Sus impactos y audiencias se segmentan y se replican según afinidades.

La multiplicación de medios no los ha hecho más plurales. Sólo ha segmentado las audiencias por fidelidades ideológicas, cerrando posibles tránsitos con sentido crítico por parte de lectores no dogmáticos que están desapareciendo.

La aparición de redes sociales no ha generado menos autoritarismo y respeto en ellas. El odio y la incapacidad de intercambio amable está desapareciendo. No nace de las redes sino de un magma social intencionadamente alimentado por el fascismo, a partir de un malestar social despreciado por la progresía.

Tampoco las redes sociales han potenciado la influencia del pensamiento libre. Son redes de propaganda de contratados, bots y ociosos cuyos mensajes son sólo reproducidos por los medios afines e ignorados por los contrarios.

Y ahora vayamos a los ejemplos de cómo se construyen las mentiras en los medios de comunicación clásicos, que las redes reconstruirán, convenientemente dirigidos a sus fieles según corrientes de estupidez

1.- “EL MUNDO” SOBRE ÁNGEL GABILONDO

En la versión digital, el periódico El Mundo ha puesto una flecha apuntando a la cabeza del ex candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid. En papel cuadricularon su nombre.

Tanto esfuerzo para insinuar que un candidato a un cargo de tan ridícula influencia como la de Defensor del Pueblo fue pederasta o cómplice porque en el colegio en el que fue fraile pudieron haberse cometido abusos sexuales de los que ninguna supuesta víctima le ha señalado

Menos mal que no hablamos del juez Enrique Arnaldo, nuevo miembro del Tribunal Constitucional, salpicado por los casos Palma Arena y Lezo, que enchufó a su hijo y al hijo del ex fiscal general del Estado en la Universidad Rey Juan Carlos y que fue elegido para su cargo por el PP, el PSOE y Unidas Podemos. Y eso son hechos probados.

Los hechos deben ser lo que marque una línea informativa. Quien sea culpable ha de pagar por ello. La insinuación previa, sin pruebas, debiera llevar aparejada la misma condena de quien la pretende o seremos víctimas de indeseables y linchadores profesionales. Y esto sin poner la mano en el fuego por un político hacia el que no siento simpatía alguna.

2.-LA MALDAD DE RUSIA Y LA BONDAD DE LA DEMOCRACIA OCCIDENTAL

Podríamos entrar en un lío de explicaciones sobre lo que pasa en Ucrania y sobre rusos y americanos (el resto a uno y otro lado sólo son países lameculos), salvo Alemania y Francia que tienen frío en invierno, por eso del gas,pero esto es sólo cosa de dos superpotencias -los rusos siguen siéndolo, como cuando también les llamaban rusos, en lugar de soviéticos. Porque lo de soviet no les gustaba nada a los americanos y el soviet no era tan soviet porque era muy imperio – y conviene darse cuenta de que la amenaza no está sólo de un lado.

Veamos la foto de la CNN, que es el canal de los demócratas de Biden


Tampoco hay necesidad de gritar ¡NO A LA GUERRA! porque si no se lo han gritado los progres faranduleros a Pedro Sánchez en los Goya es que sólo hay riesgo si gobierna el PP

3.-PENSIONISTAS Y BANCOS

Este domingo 13 de febrero me encuentro un anuncio a toda página en varios periódicos de los que se atreven a declararse de derechas, no como todos los demás, que son los únicos que leo porque la Santa Madre Iglesia me enseñó que el camino del dolor es el que conduce a la salvación espiritual.

Total, que la foto es ésta


Explíquenme ustedes, que son jóvenes, inteligentes y universitarios qué significa la foto de una chica joven, si digo que está buena me sale una feminista imbécil y me llama señoro, y debajo la frase “estamos abiertos”.

Menos mal que el anuncio no es de una empresa de pompas fúnebres, en cuyo caso tendría algunas dudas en entrar, y sí de un banco como el Santander porque todos ellos aseguran en su publicidad que son lugares amigos.

Y seguramente lo sean por lo que dice el anuncio que les he puesto más arriba.

Lo que no dicen es que en el tercer trimestre de 2021 cerraron en España 553 oficinas bancarias y que entre enero y septiembre del pasado año lo hicieron 1.156.

Si en los pueblos de la España vaciada ya no hay sucursales, en los barrios de las grandes ciudades están desapareciendo.

Esto sucede en un país en el que si una cuenta no está vinculada a una nómina los bancos cobran entre 160 (BBVA) y 240 (Bankcaixa) por “guardar” nuestro dinero. Son delincuentes y extorsionadores.

La banca española fue rescatada por los gobiernos del PP (Rajoy) y PSOE (Zapatero) por un coste de 65.000 millones. Ni hay memoria ni hay voluntad en un país de españoles de mierda que sólo lo son para acusar a 1000 a inmigrantes de cometer 3000 asesinatos diarios, 100000 si son adolescentes, o para culpar a un político de lo que su falta de dignidad no hace.

4.-SI YOLANDA LA DEFIENDE, LA REFORMA LABORAL ES BEAUTIFUL

¿A ustedes les parece normal que una Ministra de Trabajo, de la que nos dicen que es comunista, se haya entendido tan bien con los grandes empresarios de este país?

Sugerí hace un par de meses que para hacer lo que iba a hacer prefería su estilo al de Iglesias. Hasta para eso que no falten las formas. Tiene “savoir faire”. También lo tenía Lenin pero para todo lo contrario. De los que vienen del PCE ya sólo quedan cutres y traidores de clase. Y de eso hacen muchos decenios. Para unos es cosa de Carrillo y para otros después de Cayo Lara. Otro día hablamos de la política de coexistencia pacífica.

Hay muchas razones para oponerse a la reforma laboral del PSOE, de la que ahora Yolanda Díqz ha sido su artífice.

33 días por año trabajado, igual que la reforma laboral de 2012

Salarios de tramitación, lo mismo

Coste del despido igual al del PP

¿Qué me está contando esta señora, que cuando rebrote el paro su reforma laboral será la misma que la del PP? ¿Es eso lo del entendimiento con la gran patronal? A esta gente ya la conocí desde que entré en el PCE en1976 y a les de Unimes Jodemes les olí a kilometres

18 de mayo de 2018

LA CLASE TRABAJADORA PUEDE TOMAR LA INCIATIVA EN LA LUCHA SI SE ORGANIZA

Por Marat
Tras un período de larga sequía en la que los conflictos eran particulares, específicos de empresas concretas y circunscritos a colectivos limitados en su número, hemos ido viendo cómo ha ido multiplicándose su número, aumentando el número de sus afectados y participantes y generalizándose de un modo amplio.

Mucho antes hubimos de pasar por el sarampión ciudadanista, inclusivo y desclasado de los sectores menos concienciados en la lucha de clases. Acabamos de pasar el séptimo aniversario de un 15M que se ha ido convirtiendo en huérfano de padres y defensores.

Luego habría de llegar su subproducto, Podemos, que de prometer asaltar los cielos acabó por convertirse en una nueva alternativa, junto con Ciudadanos, de intercesores para el mantenimiento del status quo político legitimador del sistema capitalista.

El 8M del feminismo de la sororidad de todas las mujeres, independientemente de la clase social a la que unas y otras perteneciesen, logró un éxito mediático y solo parcialmente ideológico pero de escasa repercusión en su capacidad de convertir su pretendida huelga en una paralización del país. Su resultado final es la conversión del feminismo burgués en un intento fallido de enfrentamiento de sustituir la lucha de clases por la de géneros -la lucha de clases está volviendo a llenar las calles y a parar centros de producción- y a generar un enfrentamiento interno del todas contra todas: trans contra sectores feministas y viceversa, partidarias de legalizar la prostitución contra partidarias de abolirla, partidarias de la gestación subrogada contra enfrentadas a la venta de sus úteros,...Desde la realidad del caos actual de un feminismo que no es capaz de resolver sus propias contradicciones, la afirmación de que “la revolución será feminista o no será” empieza a ser tan cierta como la esperanza de que la revolución sea televisada, salvo que no sea revolución sino involución y que, no esté protagonizada por la clase trabajadora sino por su vieja enemiga, la burguesía.

En otro plano identitario, el de las patrias, el procés catalán va llegando hasta sus últimas consecuencias, las de su regresión ideológica hacia la xenofobia, el supremacismo y el ridículo de ver cómo los pretendidos procesistas de izquierda son solo nacionalistas que ponen toda cuestión de clase al servicio de un bien superior: el de la burguesía que dirige el proyecto hacia la supervivencia de los miembros de la misma instalados en las instituciones que les han permitido acumular capital por la vía de la acumulación por desposesión y de la autosubvención institucional.

Por mucho que intenten los defensores del independentismo catalán lanzar balones fuera sobre el agotamiento de su procés en base al nacionalismo español centralista y reaccionario lo cierto es que los intereses de clase de unos y otros se acercan mucho más de lo que se separan cuando votan juntos PdeCat, PP, Ciudadanos y PNV para defender el sagrado derecho a la propiedad de la vivienda o cuando PP y PdeCat lo hacen para evitar una legislación que incremente el control sobre los partidos (la corrupción no se toca. Cada territorio es un cortijo de quien lo controla) o cuando lo hacen directamente para proteger al corrupto . No tiene sentido continuar señalando casos que demuestran hasta qué punto una cosa es la bandera, tras la que hacer formar a sus mesnadas, y otra muy distinta la cartera.

Pero la realidad se impone.
Los expertos y gurús económicos del capital ya no discuten sobre la llegada de la próxima crisis. Su s únicas divergencias son las de cuándo llegará y si su efecto será mayor, igual o menor que la fase actual de la que dicen los gobernantes que estamos saliendo y que no es sino una fase más de la que se inició con la crisis de acumulación del pasado siglo, en 1973 y que no ha hecho otra cosa que replicarse en fases sucesivas como una gran matrioska que crece exponencialmente.

A pesar del optimismo que vende el gobierno del PP y de los últimos 4 años de fabricación mediática de ilusión, solo comprada por los sectores con capacidad de recuperar ciertos niveles de consumo, lo cierto es que la crisis capitalista ha dejado un coeficiente de Gini relativo a los índices de desigualdad económica realmente calamitoso en comparación a las fases de recuperación de los distintos momentos de esta crisis sistémica que se acerca a los 50 años de existencia.

No es de extrañar que esto suceda cuando el precio de la vivienda nueva se ha disparado ya por encima de 2007, año clave en la conformación de la burbuja especulativa, cuando las viviendas de alquiler han subido una media de un 7,8% según cifras del mes de abril, en ciudades como Madrid, cuando los sueldos (lo que los marxistas llamamos salario directo) continúan congelados, salvo en algunas grandes empresas y para los empleos de cualificaciones medias-altas, cuando la capacidad adquisitiva de las pensiones (el salario diferido) ha caído, como mínimo, cuatro puntos desde 2010, cuando siguen los recortes en Sanidad y Educación (salario indirecto). Estas son las previsiones de recortes de “los presupuestos más sociales de la historia”

Renace la conciencia de lucha pero aún desarticulada
Quienes pensaban que la clase trabajadora y su capacidad de intervención en medio del escenario general había desaparecido para siempre -progres posmodernos y liberales- deberán hacer un cierto acopio de paciencia y esperar un poco más, del mismo modo que los partidarios de mil identidades contrapuestas entre sí y los de las patrias. Aún queda aire dentro recinto que tantos sueñan cerrado para enterrar la lucha de clases. Ésta ni siquiera nace de la conciencia política sino de la necesidad de supervivencia física de una clase social que, como en tantos momentos de la historia, debe pasar su propio Rubicón para conocerse a sí misma.

De esa falta de conciencia para llegar a ser parte su debilidad. De la explosión de mil necesidades perentorias de supervivencia y del fin de la rabia contenida nace su potencialidad. Como clase, aúnen sí, necesita comprender que bajo el capitalismo, y de un modo agudo, en su fase senil actual, basada en la rapiña de lo que en el pasado conquistaron los trabajadores, ya no hay posibilidad de componendas. El futuro de capital y de trabajo está en saber qué clase aniquilará a la otra pero eso es parte de un largo camino por recorrer.


En ese año aparecieron, en medio de múltiples luchas laborales, algunos protagonistas:
  • Los portuarios como sector histórico y muy organizado pero encapsulado en su capacidad de generar emulación en sectores de la clase trabajadora.
  • Las camareras de piso en hoteles, las Kellys, trabajadoras con gran capacidad de irradiación en sus luchas respecto a la idea del “orgullo de clase” y a la realidad de muchas otras mujeres trabajadoras precarias (obreras manuales, limpiadoras de hogar, cuidadoras de niños, ancianos y dependientes, la mayoría no regularizadas).
  • Los trabajadores de algunos sectores ligados a la los niveles menos cualificados de las TIC (Tecnologías de la Comunicación y la Información) que en las plataformas externalizadas de servicios de bancos, seguros, proveedores de servicios de telecomunicaciones, exigían una mejora de sus condiciones laborales y salariales.
  • Algunos sectores amenazados con la desregularización, como el del taxi, en el que cabe distinguir asalariados de empresas y pequeños autónomos por un lado y flotistas por el otro, atacados todos, pero de distinto modo, por los tiburones de Cabify y de Uber, entre otros.
Entre el final de 2017 y el momento actual de 2018 surgen nuevos conflictos, no todos situados en el marco de trabajadores activos y ocupados (la lucha de los pensionistas es clave por su relevancia, su capacidad de enfrentamiento al gobierno actual del capital y su resistencia) pero en el que su aparición en escena señala el fin del antiguo Estado welfarista (del Bienestar) y de su voluntad/capacidad de regulación del marco laboral:
  • Los anteriores protagonistas de los conflictos del pasado año que, por tiempo, seguirán entre nosotros batallando por sus derechos.
  • La ya citada pelea de los jubilados, nacida del agotamiento del sistema de financiación de las pensiones del Pacto de Toledo. La característica de este conflicto es que sus dirigentes se sitúan al margen del sindicalismo de concertación, que son la generación que protagonizó la lucha por la democracia durante la transición y que conforman un colectivo dirigente bien cohesionado y con capacidad de iniciativa y resistencia. Su riesgo está en agotarse si no doblegan a medio plazo al goberno.
  • Los trabajadores de plataformas de servicio y desregulación de las relaciones laborales: Amazon, Glovo o Deliveroo. Comprenden bien la pérdida de derechos que significa trabajar para esas nuevas formas de esclavitud y están dispuestos a la lucha. Falta en ellos la resolución y la capacidad de resistir un conflicto en el que puedan resistir vitalmente. Requieren una caja de resistencia especialmente fuerte y una conciencia del derecho a relaciones laborales establecidas que no les tienten al permanente nomadismo en la búsqueda de empleo. Ello debilitaría su lucha.
  • La lucha aún no reconocida públicamente de los empleados de la administración ante el mayor ERE de la historia. Entre 700.000 y 900.000 de ellos pueden perder sus empleos. Su potencialidad de conflicto requiere de componentes de experiencia y compromiso. Necesitan autoorganizarse y llegar a ser auténtica fuerza de presión, más allá de sí misma. Su riesgo es ser divididos por las competencias autonómicas o la relevancia numérica de lo que cada colectivo afectado representa a la hora de negociar.
  • Pero estén atentos porque su propia necesidad de supervivencia y su número pueden llevarles a hacer historia, si saben sortear las trampas que pronto les llegarán, entre ellas las de los sindicatos que nunca les defendieron pero que, escarmentados de su derrota en la batalla de las pensiones, están tomando posiciones
  • De momento, así fue el jueves 17 de Mayo ante la Asamblea de Madrid (parlamento regional)

Necesidad de organizar la lucha como respuesta frente al capital y su gobierno de turno:
Si algo define al conjunto de los colectivos de trabajadores emergentes o en fase de perdida de conquistas sociales es la precarización creciente de sus condiciones laborales y la desconexión de sus luchas que en gran medida se producen frente al viejo modelo de estabilidad, ya rechazado por el capital ,de los sindicatos del pacto social.

La correlación de fuerzas actual, la desorientación de las organizaciones que dicen ser de clase, no permiten proyectar pasos demasiado avanzados respecto a éxitos o siquiera estabilidades de lo conquistado en el pasado. Ese tren ya partió hace mucho tiempo, aunque muchos, por pereza intelectual o la profesionalización institucionalizada del conflicto -o en su condición de apagafuegos-, pretendan hacer creer que puede lograrse otras cosas.

Incluso los pasos modestos, si son sólidos, pueden significar grandes avances frente a los límites con los que se encuentra actualmente la lucha de clases desde el lado de los trabajadores.

Avanzar en una solidaridad de cada grupo de trabajadores con los de otros en combate es una necesidad imperiosa. Hay que superar el nivel de las declaraciones públicas para acoger en la pelea de cada sector obrero las de otros compañeros de clase implicados en parecidas circunstancias frente al capital. Es necesario superar los recelos y temores a que el aliento a una lucha ajena le dé tal protagonismo que oscurezca la propia. Si la acción del apoyo mutuo implica a todos, no desdibuja el protagonismo de cada reivindicación sino que lo fortalece al hacerle aparecer ante nuestros enemigos de clase reforzado por un frente común.

Es necesario desencapsular cada lucha parcial y particular de un entorno que le es limitado. Salvo el caso de los pensionistas, porque son muchos años y, sobre todo, porque todos aspiramos a alcanzar esa condición, el resto de las luchas carecen de los conflictos laborales y, de forma más general, planteados desde la clase trabajadora y sus necesidades, carecen de la capacidad para generalizarse. Por sí mismos no pueden hacerlo, requieren superar su inmediatez y la reivindicación propia del grupo afectado para convertirse en un bandera bajo la cuál puedan reconocerse otros muchos miembros de nuestra clase. Se trata de hacer ver qué hay más allá de una reivindicación concreta que permita que muchos más se reconozcan en ella.

Es necesario construir argumentarios que muestren que lo que en cada momento afecta a cada sector de trabajadores pronto lo hará a otros (desregulación laboral), que la situación de bajos salarios la sufre la gran mayoría de los empleados y no solo los que en cada momento reivindican su mejora, que las batallas ganadas en cada empresa son un acicate para otros que pronto se verán empujados a la pelea,....

La clase trabajadora necesita un rearme ideológico que pasa, inevitablemente, por percibirse a sí misma como un conjunto desde su condición de asalariada, de agredida por el capital y sus gobiernos y de necesitada de reivindicar sus derechos para no quedarse en un mero agregado estadístico (clase en sí) y ser dueña de su futuro. Y en el inmediato, antes de alzar el vuelo hacia otras conquistas superiores, la clase trabajadora necesita no solo pan sino respeto. No logrará éste último sin creer merecerlo.

Pero las ideas no viven sin organización. Entre los burócratas vendeobreros y la sospecha permanente y agresiva contra toda forma articulación de los trabajadores hay enormes posibilidades de coordinarnos y de dotarnos de formas organizativas flexibles pero eficaces, democráticas pero útiles para nuestros objetivos.

Pero ello exige compromiso, trabajo de quienes se impliquen en las tareas que en cada ocasión surjan. La democracia obrera en las relaciones entre compañeros exige la corresponsabilidad con lo que en cada momento se apruebe y el sacrificio personal antes que el medre particular.

Hay una contradicción esencial en cada combate de clase que no debe ser olvidado: si ante cada agresión del capital debe responderse de modo proporcional y, al menos tan contundente, como la amenaza potencial, es necesario el realismo que tiene en cuenta el nivel de enfrentamiento que en cada momento están dispuestos a asumir los afectados por dicha agresión.

En la tensión dialéctica de ambas cuestiones se encontrará el camino de la lucha en cada ocasión, siempre que se sea capaz de superar los obstáculos y no de convertirlos en imponderable para la claudicación.

Nada me queda por decir, salvo aquella alusión de Lenin a la célebre frase de Gohete: «la teoría es gris amigo mío, pero el árbol de la vida es eternamente verde».

12 de abril de 2018

UN LARGO INVIERNO


Por Marat

A mediados de Abril aún andan acobardados los cerezos en flor del Valle del Jerte.

El 14 de Abril ya está aquí y será una de tantas de tantas fechas sin nada que reseñar, salvo alguna manifestación uniformemente decreciente en su seguimiento e interés, unos pocos carteles y pegatinas nostálgicas hasta el vacío de su significado actual y nada más.

Hay quienes están convencidos de que el gato chino que golpea con un puño a la pared cambiará algo en cualquier momento, por mucho de que la observación nos haya enseñado que no hay cambios en ese movimiento.

El momento político actual español es una mezcla de componentes turbios, y que van de la gran ficción del embrollo catalán al republicanismo soberbio de una reina actuante frente a una cesante o al artificio y entretenimiento de una política política travesti pillada en un máster ficticio; una política de quien ya nadie quiere recordar su afán represor cuando era Delegada del Gobierno en Madrid. Vivimos tiempos de amnesia y cinismo ciudadanos a la altura de sus políticos. Pero sosiega mucho descansar en otras responsabilidades las propias, como si los seres humanos fuesen seres irresponsables que nunca tuvieran que rendir cuentas con sus propias conciencias por aquello de que el dominio del poder elude toda responsabilidad personal.

En el marco del marxismo es esto algo que solemos obviar porque nos estropea el discurso de que en la dominación de clase no solo hay represión e ideología dominante sino también, y es ahí donde no hemos avanzado en casi 200 años, consentimiento del explotado y oprimido. El psicólogo marxista Wilheim Reich intentó avanzar en el plano teórico en esa cuestión pero el estalinismo se encargó de ser uno de ser inquisidores, considerándole un hereje.

Frente a ello la resistencia y la lucha intentan abrirse paso porque la primavera que pugna tardíamente por nacer es parte del “árbol de la vida eternamente verde”.

Desde las denuncias de la CNT contra sus militantes Jorge Merino y Pablo Alberdi, para los que la justicia del capital pide penas de prisión por su participación en la huelga general del 14N del 2012 hasta las movilizaciones de los trabajadores de Deliveroo, pasando por las huelgas de los empleados de Amazon, o las grandes manifestaciones de los pensionistas en defensa de sus jubilaciones algo se mueve, sin embargo.

No podía ser de otro modo. Hay un punto en el que decir NO se convierte en un imperativo necesario e inevitable para los trabajadores.

Sin embargo, estas luchas, con ser necesarias y positivas son limitadas y de corto alcance si no existe una organización desde la clase y al margen de los 350 miembros del circo parlamentario. Hay un serio peligro de que el sector pijo-progre de la burguesía parlamentaria utilice las movilizaciones y luchas obreras en beneficio de sus objetivos de perpetuación de la dictadura del capital y de su carcasa política. Y hay señales de que hay sectores implicados en estas luchas tentados de sucumbir al posibilismo de ver qué se puede obtener a corto plazo, por mucho que ello signifique perder mucho más a medio y largo, dada la complicidad de los ya ni siquiera reformistas con los objetivos del capital y su conformidad con una apariencia de cambio tan solo cosmética; es decir meramente institucional. En este sentido no soy en absoluto optimista. El enorme peso de los sectores menos conscientes de la clase trabajadora en su papel de comparsas del ruido mediático sobre cuestiones carentes de interés para nuestra clase, la absoluta degeneración de las hiperdebilitadas organizaciones comunistas y la carencia de organización autónoma de la clase no permiten grandes ilusiones.

Por un largo tiempo, la lucha de clases desde el lado de los trabajadores estará marcada por una mera resistencia, una gran inmadurez del movimiento obrero combativo al margen de los burócratas del sindicalismo amarillo de CCOO y UGT, que ahora se emponzoña en los objetivos de la burguesía catalana, y una ausencia de tejido organizativo propio y de construcción.

En todo caso, y con la contradicción entre la ausencia de proyecto y la necesidad del mismo, entre una clase que hoy es solo en sí y no para sí, entre el hecho de que una casa no se construye desde el tejado sino desde los cimientos y que es necesario arrimar el hombro para ponerlos, yo participaré en las movilizaciones que convoca la Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema Público de Pensiones del 16 de Abril.
Otros quizá prefieran ser parte del carnaval montado para la dimisión de Cifuentes por aquello del quítate tú para ponerme yo porque, por mucho que indigne la mentira de la futura ex Presidenta de la Comunidad de Madrid, no cambiarán nada sustancial que merezca ser cambiado o quizá prefieran construir techos en lugar de cimientos pero para hacerse sus propias casitas, como algún ex portavoz del 15M, que los tenía, ahora profesional del #paseociudadano a 35.000 €. Carmenadas del Cambio y Democracia Real Ya.

19 de marzo de 2018

CON LAS COSAS DE COMER NO SE JUEGA Y LAS PENSIONES SON COSAS DE COMER


Por Marat

Vivimos tiempos revueltos y confusos, tiempos en los que gentes que se dicen de “izquierda” apoyan engaños anticientíficos como la homeopatía o se declaran decididos antivacunas, tiempos en los que algunos que se autodenominan revolucionarios apoyan revoluciones burguesas independentistas de gobiernos que han practicado brutales recortes contra los trabajadores y la sanidad pública, tiempos en los que gentes que se dicen defensores de la clase trabajadora se envuelven en la bandera española, tiempos en los que pseudocomunistas consideran un referente político a un patético payaso con tupé, heredero de una monarquía absoluta asiática, tiempos en los que quieren convencernos de que una mujer trabajadora y otra empresaria y burguesa deben ir del bracete a protestar por los derechos de la mujer, así en genérico, por eso de que para algunas que los progres consideran como un referente de “izquierda”, “la mujer es una clase social”, así, con todas las letras. Y sin despeinarse, oiga.

Podría seguir con esta antología del disparate político pero no quiero enfadarme.

Y en estos tiempos confusos y revueltos nos ha tocado vivir a los comunistas que nos consideramos marxistas “a lo Marx”, no a lo que determinados exégetas de sus propias interpretaciones o intenciones de llevar el ascua a su sardina política dicen que dijo Marx.

Interpretar a Marx “a lo Max” conduce a situar la centralidad de la clase en el análisis de las contradicciones, supone asumir el concepto de explotación y darse cuenta de que el salario directo, indirecto o diferido (la pensión) proviene del trabajo sea en su forma de pensión contributiva o de viudedad, porque la de viudedad se cobra porque el finado cotizó previamente.

En consecuencia, las pensiones expresan, incluso en esa situación en la que ya no se está trabajando , el antagonismo capital-trabajo porque tienen su antecedente no solo en la cotización del trabajador sino también, y como origen de todo ello, en la plusvalía que le ha sido arrancada previamente a ese trabajador. Sin ella, a ningún empresario le interesaría contratar a nadie, sea de forma asalariada (trabajador por cuenta ajena) o comercial (falso autónomo y autónomo dependiente).

Hago este inciso de dos párrafos con la intención de señalar dos cuestiones que considero esenciales:
  • La primera, que por mucho que se intente escamotear, desde el ciudadanismo, -y presentar las pensiones como “derecho ciudadano” o incluso “derecho humano”, -el vínculo de las pensiones con el trabajo es innegable. Así lo certifican los antecedentes de las políticas de prestaciones económicas y sociales en España y en otros países en los que surgieron las pensiones públicas.
Por hacer un poco de historia es necesario hablar de los antecedentes de los sistemas de protección laboral. El Decreto de 5 de diciembre de 1883 creado por la Comisión de Reformas Sociales, para el estudio de las cuestiones que interesan a la mejora o bienestar de las clases obreras. Más tarde, al iniciarse el siglo XX, se aprobará la Ley acerca de los Accidentes de Trabajo de 30 de enero de 1900 introdujo el primer seguro social. En 1908 el gobierno de Antonio Maura creará el Instituto Nacional de Previsión. Por fin, en 1921 con Eduardo Dato en el gobierno, se regula el “retiro obrero”, que había sido creado en 1919 y es el inicio de las pensiones de jubilación en España. En ese mismo año, con Juan de la Cierva como Ministro de Gobernación se organizaría Para quien tenga la tentación de pensar que esto se debió a la sensibilidad social de sucesivos gobiernos liberales españoles, le recomiendo la lectura de “El movimiento obrero en la Historia de España”(2 tomos), de Manuel Tuón de Lara. Sin la organización sindical y política de la clase trabajadora ninguna conquista de la misma se habría logrado.

La Alemania de Biskmark en 1884 fue el primer país en el mundo en adoptar un seguro social para la vejez. Según “Trabajo”, la revista de la OIT, poco sospechosa de bolchevismo, “las motivaciones del canciller alemán para introducir el seguro social, según reconoció la Organización Internacional del Trabajo (OIT), fueron promover el bienestar de los trabajadores –a fin de que la economía alemana siguiera funcionando con la máxima eficiencia– y eludir la demanda de opciones socialistas más radicales.” (“De Bismarck a Beveridge: seguridad social para todos”. Nº 7 septiembre de 2009). Ya vemos que, para el capital, la caridad empieza por uno mismo y la mejor previsión es la que protege de los vientos de la ira obrera.
  • La segunda cuestión, no por evidente menos importante, es el carácter de clase del Estado capitalista. Ninguna reforma favorable a la clase trabajadora hubiera sido posible si, dentro de la correlación de fuerzas en la lucha de clases entre trabajo y capital, el segundo no hubiera comprendido que si no cedía en alguna de las demandas de la clase trabajadora, hubiera perdido todo. Lo entendieron mucho mejor tras 1917. “A contrario sensu”, cuando la clase trabajadora y sus organizaciones olvidan este principio, lo ganado un día acaban perdiéndolo otro. Y en esa cuestión, el Estado capitalista, como “consejo de administración de los intereses de la clase burguesa” aplica su lógica con la precisión de un reloj digital.
En este sentido, no cabe hacerse trampas como al solitario, pretender atajos que no existen, idealizar a la clase trabajadora como si tuviera la obligación de ser revolucionaria por decreto ley en todo momento de la historia humana (recomiendo al respecto la lectura de “Historia y conciencia de clase” de György Lukács) y menos aún a sus organizaciones que, si no no pertenecen a los que han vendido a su clase para ser premiados con algún puesto en las “agencias de colocación” del capital, andan francamente despistadas, por utilizar una expresión benevolente con ellas.

hoy la gente no se corrompe por el poco dinero que hace falta para comer, ni tampoco por el mucho que hace falta para ser libre. Lo hacen siempre por sumas intermedias: las que sirven para comprarse un coche más grande, o una casa, o una lancha motora, o cualquier otra de las mierdas a las que la publicidad reduce el horizonte vital de tantos cretinos” (“El alquimista impaciente”. Lorenzo Silva)

No, la realidad no es como quisiéramos algunos. El desarme organizativo e ideológico de nuestra clase viene de muchos años de rendiciones a manos de las organizaciones obreras, de la cooptación de muchos de sus líderes o la salarización de muchos de los pretendidos intelectuales que dicen serle próximos, de una labor extraordinariamente inteligente de los aparatos ideológicos del capital, de sus fundaciones y think tanks y, sobre todo, del abandono y desprecio por la labor ideológica hacia nuestra clase.

Pero es con esa realidad con la que nos ha tocado bailar. Y mira que es fea esa realidad porque, como el soldado atacado en la cabeza de playa por el fuego incesante del enemigo, debiéramos saber que, si perdemos las pensiones, no hay donde retroceder que no sea el mar.

¿De verdad os sorprendéis algunos de que los agentes de George Soros hayan aparecido en las manifestaciones del 17M (en las de dos convocatorias no unitarias), de verdad que os asombra que vuelvan los de las manitas agitadas hacia arriba a decir aquello de “sin banderas”, en serio que os sorprende que una tal Anita Botwin (de ctxt/Público, del medio de un empresario que despidió a trabajadores de su diario y que lo mismo apoya a Puigdemont que a Ciudadanos, diga que la convocatoria de los pensionistas le olía a 15M y que la protesta de los pensionistas le huele a 15M y que se quiere sacar otra tienda de campaña Quechua? Nadie debe de sorprenderse de que se gane su salario, ese por el que le pagan, ni del porqué, como tampoco del para qué.


No me alcanza el recuerdo de cuándo sujeté una bandera comunista entre mis manos. Soy poco dado a los símbolos. Sí que me apego a mi ideología y de ahí nadie me echa. Pero, dado que dicen los que parecen que os asustan a algunos que hay que ir “sin banderas" voy a hacerme una roja con la hoz y el martillo y os aseguro que nadie que me venga y diga “sin banderas” se va a ir de rositas, después de que tenga que asumir que la voy a seguir llevando en una mani que es de la clase trabajadora y no de quién me niega el derecho a ser miembro de una organización de esa clase.

¿Os sorprende que estos que vienen del 15M inquisitorial y transversal os impongan que neguéis vuestra identidad política y sindical? Será porque aceptáis su chantaje.

Los de CCOO y UGT son más favorables a una expresión abierta de símbolos y opciones políticas.

Fijaos que en la manifestación de Madrid de las 11 de la mañana del pasado sábado, organizada por CCOO y UGT, el grupo neonazi del Hogar Social Madrid no tuvo dificultad alguna para estar presente.


Esto no debe sorprendernos porque si el MERP, Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones, plataforma que sirvió de tapadera en la convocatoria de la manifestación del pasado sábado en Madrid a CCOO y UGT, tenía entre sus fundadores a Ciudadanos, la secta de la UCE, la CSIF (sindicato amarillo) y el Partido Pirata, que hasta no hace tanto se manifestaba con los anarcocapitalistas más antisociales posibles) entre otros, es que todo sirve.

Y es así. Ésta es la realidad que hemos heredado gracias a una izquierda que apoyaba al 15M no hace mucho. Muchos de sus afiliados siguen en ello, de yayoflautas.

Suelo decir que “nos va la vida en ello”. No es una frase hecha, ni una mera expresión política. Es que nos va la vida en el sentido más biológico del término. Las pensiones son aquello sin lo que no podríamos supervivir los trabajadores hoy. Hay demasiados pobres como para que la caridad privada o pública pudiera permitirnos sobrevivir ¿Alguno de ustedes ha pensado lo que significa ver a a su madre o a su padre buscando en las basuras? Según El País es una tendencia cultural y se llama friganismo. Espero que el/la padre/madre del/la “periodista” no tenga que deleitarse de tan suculentos platos.

Digo todo esto porque con las pensiones no se juega y las pensiones son cosas de comer.

Antes de descalificar las movilizaciones en defensa de las pensiones convendría saber a qué jugamos. Si es que queremos tirar el niño con el agua de bañarlo. Digo esto porque

Es mi pensión
Es tu pensión
Es su pensión (la de él/ella)
Son nuestras pensiones
Son vuestras pensiones
Son sus pensiones (las de ell@s),

la que está en juego y es el capital y su gobierno del momento quién ahora nos ha atacado, aunque antes lo hicieron otros gobiernos del momento del capital.

Dado que hemos llegado hasta aquí del modo en el que lo hemos hecho, yo planteo algunas preguntas a un conjunto de personas que se están escandalizando de las nuevas contaminaciones ciudadanistas y transversales que niegan la realidad de la dualidad trabajo-capital, de quienes afirman que la mujer es una clase social, así a pelo y sin distinción de si son trabajadoras o burguesas. Y sin despeinarse. De quienes creen que hemos llegado a un punto en el que hay que dar respuesta a los intentos de involución contra la clase trabajadora:
  • ¿Acaso os sorprende este resultado? ¿Es que vuestras organizaciones de referencia no han colaborado en ello? ¿De verdad, pretendéis hacernos creer que hubo un antes en el que ellas eran muy distintas y un después en el que todo se vino abajo? ¿No existió un proceso en el que muchos mlitantes colaborásteis de un modo cómplice?
  • ¿Creíais que con que el 15M fuese un soufflé como movimiento iba a desaparecer la permeabilidad de su componente ideológico en la sociedad?
  • ¿Deben los comunistas abandonar una batalla crucial de clase, en la que nos jugamos todo? Si perdemos la clase trabajadora no se recuperará de la derrota en decenios.
  • ¿Os creéis con el derecho a sumaros a la batalla contra las pensiones y a hacerle el caldo gordo al gobierno, los empresarios, la Brunete Mediática y toda la jauría capitalista; una batallla en la que nos va la vida, encizañándola de una imagen que que no debe ser contaminada porque es una conquista histórica por encima de las posiciones políticas que en ella se expresen? Los que hacéis esto desde las redes sociales, ¿a qué jugáis, qué habéis hecho para organizar a la clase a la que pertenecéis? ¿En dónde militáis, qué tiempo y esfuerzo dedicáis a hacerlo? ¿Creéis acaso que pasaros el día de tiritwitteros suple el compromiso activo del militante en cada frente de lucha? ¿Imagináis que el trabajador en activo o el pensionista asustado ante su futuro va a pasar a una fase de conciencia a partir de vuestras críticas sobre quienes intentan hacerse con la dirección de la movilización? ¿Qué hacéis, aparte de vuestras gracietas, para difundir unas reivindicaciones necesarias que impidan que los interclasistas y transversales burocratizados y los perroflautizados con la misma orientación anticlase puedan imponer una nueva derrota a nuestra clase?
Ninguno de vosotros puede darme la más mínima lección en cuanto a lucha contra el reformismo prosistema de los sindicatos del régimen ¿Qué deciros de mis posiciones sobre el 15M? Cuando muchos de vosotros que hoy renegáis agitabais las manitas en las plazas yo llevaba mucho tiempo desenmascarando la ideología de ese movimiento.

Pero un comunista se derrota a sí mismo cuando se traiciona. Y lo hace si daña la potencialidad de un movimiento que es de clase, al que es más difícil camelar con las viejas estupideces de la democracia participativa 2.0, con vender otro salvador parlamentario, cuando ya sabemos lo que es Podemos, o con el consuelo de pedir cárcel para los corruptos si no puedes pagar el abono transportes a final de mes.

Puesto que esa es la situación. Que hay una realidad de clase que afecta a los pensionistas, a los parados, a los trabajadores pobres,...lo más indecente no es que la derrota llegue desde los traidores, ni de los pequeñoburgueses con sus performances y batukadas sino del megarrevolucionario tan puro que abandona a los suyos, acobardado para dar la batalla en la calle (dejad los puñetero twitter y facebook) ante esos sujetos. Nuestra clase no lo entendería.
 
De momento, los burócratas de CCOO y UGT ya se tienen que comer que hay quienes exigimos el fin del Pacto de Toledo y el rechazo a todas las reformas de las pensiones, no solo la última sino también las que ellos pactaron tanto con el PP como con el PSOE. Y eso es un avance para impedir que nos cuelen un gol por la escuadra, dividiéndonos entre los que quieren pactar con el gobierno solo las pensiones no contributivas y las más bajas y la actualización de las jubilaciones al IPC y los que queremos que el Estado garantice todas ellas en los Presupuestos Generales del Estado porque es una conquista histórica como la educación y la sanidad y que los empresarios incrementen sus cotizaciones sociales.

Ah, y no estoy apostando dónde estar, ya que ninguno de los dos marcos de la protesta me gustan sino de organizar a la clase, defender posiciones políticas y no jugar con la lucha de los pensionistas ni con el futuro de sus pensiones

22 de febrero de 2018

LOS PENSIONISTAS SALEN A LA CALLE EN TODA ESPAÑA. A LO MEJOR LOS VIEJOS NO SON DEL PP, NIÑATOS


Por Marat

Hoy jueves, 22 de Febrero de 2018 los pensionistas y los que van a serlo en unos años han salido a la calle a defender las pensiones públicas contra el ataque del capital y su gobierno actual, el del PP. Cualquier gobierno, de todo signo, que acepte las reglas del juego que el capitalismo español o internacional les marque, será un gobierno de la burguesía.

Algunos llevamos meses haciendo rogativas ateas a San José Obrero para que esto sucediese. Lo maravilloso no es que haya sucedido sino que la clase trabajadora, esa a la que los viejos no han renunciado porque vienen de una memoria real, no posmoderna sino del agobio, años de quitarse de todo para ahorrar y pagar un piso porque les dijeron que ahí estaba su refugió económico,; lo maravilloso es que esa generación haya salido a la calle masivamente en toda España y que se haya organizado como clase a través de las estructuras de coordinación de las que se ha dotado (Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones) y no haya dependido de las cúpulas sindicales ni de los vividores a costa de los trabajadores.

A lo largo de mi vida he defendido la organización de mi clase, la necesidad de su autodefensa y de la lucha contra el capitalismo, más allá de lo que los trabajadores pudieran captar como necesario en cada momento de sus luchas parciales.

Hoy, fundido con los míos en Madrid, he sentido un orgullo, que no necesito justificar, de pertenecer a una clase sin la cuál no sería posible el mundo hoy, sin la que nada de lo que conocemos existiría: la trabajadora.

Hoy, como en otras ocasiones luchadores distintos por su dignidad y derechos básicos, la ha representado el sector de los pensionistas; esos que desprecian los posmodernos, los progres, los interclasistas, los inclusivos y l@s intramusculares de las contradicciones que quieren dejar como antigua la contradicción trabajo-capital.

Bilbao, Madrid, Barcelona y más de 40 ciudades de toda España han dicho NO a la pérdida de todas las conquistas sociales. En primer lugar la de las pensiones, pero también la del salario digno, el empleo estable y, con todo ello, la sanidad, la educación pública y tantas cosas por las que un día peleamos.

Bilbao, como tantas veces, ha hecho la mejor de sus bilbainadas, que dicen ellos. Ha dado un do de pecho enorme. Más de 20.000 pensionistas han ocupado las calles. Una voz vasca me ha impresionado porque coincide con lo que pienso que debe de ser el momento actual de autoorganización de la clase trabajadora. Ha dicho algo muy básico:“Esta es una manifestación de pensionistas. Bienvenidos sean cualquier militante sindical o de partido de izquierdas pero no sus cúpulas”. Ver a Unai Sordo, secretario de CCOO, en Al Rojo Vivo demostraba la necesidad del sistema capitalista de dar portavocía a sus lacayos.

En Madrid se han saltado los cordones policiales frente al Congreso, sin necesidad de hacer el exaltado patético. Una voluntad enorme de lucha. Los portavoces de la Coordinadora expresaban su convicción en que el combate iría a más.

Tengo solo 10 años menos que el más joven de los pensionistas que han alcanzado por edad ese estado. Sé que ésta es mi batalla porque acabar con la conquista social de las pensiones significa el sueño húmedo del capital de devolvernos al siglo XIX del que Engels escribió en “la situación de la clase obrera en Inglaterra” y el logro del máximo de beneficio a partir de pensiones privadas, mayores acobardamientos laborales y aceptación de lo que nos echen.

En esta hora de la clase trabajadora creo que debemos abrir una reflexión acerca de cómo convencer a todas las generaciones anteriores para las que:
  • La lógica de los acontecimientos les lleva a entender que lo inmediato es lo relevante, sin darse cuenta de que, si no cotizas lo suficiente en este sistema de recortes progresivos que nos han montado, te vas a comer los mocos.
  • La generación que está entre los 40 y los 50 años y que aún aspira a un nivel de consumo que le “ayude” a olvidarse de su vejez. Idiota, ya no te queda tiempo para el maravilloso plan de pensiones privado que te ofrecen frente a las pensiones públicas.
Toca explicar a estos sectores, no tan desclasados como desinformados e inconscientes, de que su etapa laboral es más breve de lo que parece, sobre todo en tiempos de empleos temporales, de que la batalla por las pensiones es la suya.

Y toca dejar claras algunas cuestiones en la lucha en defensa de las pensiones:
  • Si ellas caen, ya solo nos queda la miseria, la vuelta a la misericordia.
  • La clase trabajadora no merece nada por ser clase. Lo que hemos conseguido no es parte de la benevolencia de los derechos humanos ni de lo que diga ninguna estúpida Constitución. Es obra de las batallas por nuestra dignidad.
  • Que no te vengan con estupideces sobre la hucha de nuestras pensiones. Lo que cobramos no viene de ahí sino de las cotizaciones que hacemos todos los trabajadores a lo largo de nuestras vidas laborales.
  • Para tener una pensión suficiente para sobrevivir, no te hablo de que sea digna o justa, necesitas un buen salario y un empleo estable que haga posible que cotices la cantidad necesaria para esa pensión.
  • Te traicionaron los que en 1995 firmaron el Pacto de Toledo. Mira quiénes fueron, los tuyos. Según ese pacto tu pensión no dependería de los Presupuestos Generales del Estado sino de tus cotizaciones y, como te iban a desregular, estaba pensado, acabaron por darte la tontuna de la hucha de las pensiones
¿Qué sabes tú sobre tu futura pensión, sobre tu derecho al paro, sobre tu vida laboral, sobre tu posibilidad de percibir el paro y sobre el acceso a la renta mínima de inserción, sobre las condiciones del contrato que firmas, sobre el sector al que pertenece ese contrato y sobre cómo todo eso te afecta?

Pues como todo eso te afecta, ORGÁNIZATE Súmate a las organizaciones de clase, no partidarias, ni sindicales pero no ciudananistas ni agitamanitas. LA CLASE SE ORGANIZA.

CODA FINAL:
Una cosita, neopijos, posmodermos, animalistas, sexoveganos, multigéneros,
coleópteros, y pedorros de todas clases: los viejos no son esa rémora que vota al PP sino los trabajadores que no han olvidado que deben defender sus derechos. Mientras, vosotros, niñatos, les ofendéis, ellos se agencian como reunirse y montarla. A ver si es que, mientras vais de exiliados porque habéis conseguido ser Erasmus, se os olvida que vuestras carreras no las paga papá sino los que abonamos impuestos.

Esos jubilados a los que despreciais son la generación que intentó acabar con el fascismo para lograr otra cosa. Llegaron hasta donde la correlación de fuerzas se lo permitió. Decía Gramsci, ese filósofo italiano al que los pobres politólogos (no entendéis la política de otro modo que bajo el título académico que suponéis que os faculta sobre el resto para la acción política) nunca habéis conocido, salvo bajo alguna pobre cita de Monedero, que

 Una generación que desprecia a la generación anterior, que no logra ver su grandeza y su significado necesario, no puede más que ser mezquina y carente de confianza en sí misma, aunque adopte poses combativas y exhiba ínfulas de grandeza.

Es la acostumbrada relación entre el gran hombre y el criado.

Hacer el desierto para sobresalir y distinguirse.


Una generación vital y fuerte, que se propone trabajar y afirmarse, tiende por el contrario a sobrevalorar a la generación anterior porque su propia energía le da la seguridad de que llegará aún más lejos; simplemente vegetar es ya una superación de lo que se pinta como muerto.

Se reprocha al pasado el no haber realizado la misión del presente; así como sería más cómodo que los padres hubiesen realizado ya el trabajo de los hijos.

En la devaluación del pasado se halla implícita una justificación de la nulidad del presente: Quien sabe qué habríamos hecho si nuestros padres hubieran hecho esto y aquello…, pero ellos no lo hicieron y por consiguiente nosotros no hemos hecho nada más.

¿El techo de un primer piso es menos techo que el del piso diez o el piso treinta?

Una generación que sólo sabe hacer techos se lamenta de que sus predecesores no hayan construido ya edificios de diez o treinta pisos.

Decís que sois capaces de construir catedrales, pero no sois capaces más que de construir techos.”

(Antonio Gramsci. "Pasado y presente")

No creo, pequeños candidatos a lo peor de la política, el parlamentarismo burgués, que deba explicaros mucho más acerca de la generación que estos días pelea sin necesitaros y a cuyas movilizaciones os sumáis de modo oportunista.

La clase trabajadora, aunque haya sido movilizada desde sectores progresistas que agotarán sus reivindicaciones en la defensa de lo que un día fue logrado, no entiende de derechas ni de izquierdas. Sabe lo que es, su papel en este mundo controlado por el capital. No se engaña. No tiene grandes utopías. Busca una vida digna. Pero va siendo consciente de que cada vez puede esperar menos del capitalismo. No le dará mucha más esperanza el mundo del progrerío y la izquierda. Sabe que, si le tratan bien, solo puede esperar algo más de tiempo. Lo que le queda por saber, que no podrá obtener esperanza en el capitalismo, lo aprenderá por sí sola.

Lo digo porque la progresía a la que representáis, Podemos, IU, PACMA, Mareas, Compromis y un montón de serviles, estáis acostumbrados a insultar a los viejos por lo que suponéis que votan, sin daros cuenta de que actúan y defienden a su clase. Vosotros tenéis cabeza de urna y de trepas y lo único que hacéis es el memo en las plazas y en los cargos en los que pilláis cacho, figuras.