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30 de mayo de 2016

EL PLAN B DE VAROUFAKIS DIO EL GOLPE DE GRACIA A LAS MARCHAS POR LA DIGNIDAD

Por Marat

Las Marchas por la Dignidad del 28 de Mayo han sido un fracaso estrepitoso. 1.000 personas en Madrid, 200 en Valladolid, 200 más en Córdoba, aproximadamente 1.000 en Sevilla y lo que reste de otras ciudades, no permiten otro calificativo más compasivo.

Estas cifras nada tienen que ver con aquella impresionante manifestación de alrededor de un millón y medio de personas de 2014 que probablemente superase a las mayores manifestaciones antiOTAN de la transición, las del NO a la Guerra y las del Prestige.


¿Qué ha pasado para que hayamos llegado a esto?
No hay una única respuesta. La manifestación del 22 de Marzo de 2014 fue el último canto del cisne de una movilización contra las medidas antisociales de los dos gobiernos de la crisis -PSOE y PP- que venía dando síntomas de cansancio.

La falta de claridad política en las propuestas, la ausencia de una organización fuerte de la clase trabajadora en las luchas con una radicalidad clara en su proyecto y en sus demandas, el ciudadanismo interclasista y transversal nacido del 15M, disolvente de la conciencia de clase entre los trabajadores, y su bucle permanente en un viaje a ninguna parte, junto con la gestión claudicante y pactista de las huelgas convocadas por CCOO y UGT, generaron un sentimiento de frustración y posterior pasividad entre los sectores populares golpeados por la crisis capitalista. Esto por lo que se refiere a la protesta social en general.

En el caso de las Marchas por la Dignidad hay además factores propios que explican el hundimiento de las mismas.

La finalización de la primera edición de las mismas con una provocación fascista que sirvió a la policía de la ex Delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, para llevar a cabo una represión salvaje contra los manifestantes que nada tenían que ver con la violencia ejercida por el reducido grupo de los Bandera Negra infiltrados en la manifestación.

Ello seguramente produjo un fondo de temor entre un sector de personas que probablemente no habían acudido con anterioridad a una manifestación. El altísimo número de manifestantes, que en muchos casos incluían familias con niños da, en mi opinión, fuerza a esta hipótesis.

La criminalización posterior de la protesta social a través de la reforma del Código Penal y de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, con penas de cárcel y multas de hasta 600.000 € sería otro de los factores fuertemente disuasorios para las posteriores Marchas de la Dignidad. Ello también afecto a otras movilizaciones, como las reformistas, constituyentes y poco más que limitadas a exigencias de cambios institucionales de las distintas convocatorias de Rodea el Congreso. Éste además tuvo el añadido de verse reprimido de manera brutal, como sucedió a la primera Marcha, mediante golpes, cargas, detenciones multas y condenas.

Al desinfle contribuiría también la sensación de que las movilizaciones que, no olvidemos, fueron planteadas siempre como meras luchas de resistencia, sin proyecto real de avance, no habían logrado arrancar a ninguno de los dos gobiernos del capital concesiones concretas, retiradas de leyes regresivas y mucho menos dimisiones de ministros o de gobierno. Se amplificó este ambiente interesadamente, difundiéndose un discurso de cesión de la soberanía activa de la lucha a la delegación pasiva mediante el voto a “opciones de cambio”. Como si cualquier gobierno, independientemente del signo que diga tener, fuese a ser más garantista de una política progresiva hacia las clases trabajadoras sin presión que con presión. El objetivo del relato naciente sobre la inutilidad de la movilización era el de desactivar ésta para hacer cómoda la gestión de otros gobiernos por venir y dejarlos las manos libres a futuro.

No es necesario un ejercicio intelectual excesivamente intenso para deducir que aquella campaña de “las manifestaciones no sirven para nada, lo que hace falta es votar estaba orquestada por sectores del reformismo claudicante que ha convertido a sus insensatos apóstoles en propagandistas fervorosos del poder mágico de las urnas. Todo ello a pesar de que el obsceno cambiazo, no tan imprevisible en cualquier caso, de Syriza tras llegar al gobierno, demostró lo ilusorio de creer en proyectos que conduzcan al cacareo parlamentario.

Mientras tanto, llegó la segunda Marcha por la Dignidad, la de 2015, que fue ya un primer fracaso, aunque algo menos rotundo que este último.

Por entonces se notaban ya los efectos de la desmovilización con la que los nuevos gatopardos del sistema regaban a la opinión pública. La tensión que en la coordinación de las marchas se había manifestado entre rupturistas y posibilistas en la primera de las marchas (PCE/IU, Podemos y otros especímenes: ATTAC, EQUO,…).

La consolidación de Podemos como partido tras las elecciones municipales ( a través de sus marcas blancas) y autonómicas traería el discurso de la “ilusión” política, el concepto más irracional que pueda existir pues no se sustenta sobre ningún argumento mínimamente racional ni sobre hechos probados. Todo lo contrario, un año más tarde hemos podido ver en el comportamiento prepotente en sus protagonistas (Kichi: “yo tengo una carrera y usted no”), condescendiente con el capital (Carmena: “vamos a convocar a corresponsales económicos extranjeros para hacer todo lo posible por animar las inversiones”), insensible y despótico con los débiles (Colau: manteros, huelga del metro de Barcelona).

Mientras tanto, alguno de los grupos supuestamente rupturistas de las Marchas empezaba a fraguar alianzas tácitas en ámbitos concretos como las plataformas de parados, ciertos espacios pacifistas o las propias marchas, con los nuevos gatopardos. El oportunismo de cierta supuesta izquierda radical es algo tan viejo como la existencia del reformismo.

Y en esto apareció el esforzado campeón de la defensa de “otro capitalismo es posible”, Varoufakis
Tras su salida intempestiva y teatral del gobierno Tsipras, Varoufakis se presentó en un primer momento como sacrificada víctima en el altar de la Troika para pasar a representar durante unos brevísimos instantes el papel de Tisífone vengadora de la tragedia griega y, finalmente, se destapó como compinche de refresco del capitalismo europeo: “La cuestión que concierne a los radicales es esta: ¿deberíamos darle la bienvenida a esta crisis del capitalismo europeo como una oportunidad para reemplazarlo por un mejor sistema? ¿o deberíamos estar preocupados respecto a como embarcarnos en una campaña para estabilizar al capitalismo europeo?"). Por si hubiera dudas, con un mohín de repugnancia de vieja beata ante lo que supuestamente escandaliza a su moral, proclamó:

[Debemos] "defender a un repugnante capitalismo europeo cuya implosión, a pesar de sus muchos males, debe ser evitada a toda costa".

Pero el fariseo Varoufakis no nos explica cuáles son esos muchos males del capitalismo y, de ser tantos, por qué se toma la hercúlea tarea de salvarlo y, sobre todo, por qué debemos creer que los males del capitalismo a los que alude compensarán el sostenerlo, sobre todo cuando no serán los políticos como él y sus secuaces quienes los sufran sino las clases trabajadoras europeas.

Como todo tendero que alaba las excelencias de sus mercancías caducadas, Varoufakis se saca de la manga una de esas categorías abstractas mitoflolklóricas: “la identidad europea”, que el mismo reconoce que no existe. Objetivo: salvar a la UE, que como la casa Usher amenaza ruina y hundimiento: “Los problemas y las luchas de los europeos son tan comunes que se puede crear una identidad paneuropea. Si no lo hacemos, la UE se romperá. Somos la mejor oportunidad para que la UE sobreviva”.

Y tras tantos peregrinos “argumentos” a favor de que otro capitalismo y otra UE son posibles, como aquí afirman los cipayos IU y Podemos, Varoufakis inventó su Plan B para Europa, algo así como un botiquín de últimos recursos para contingencias mayores.

Conferencias generosamente pagadas, viajes, entrevistas, actos de presentación del nuevo divertimento varoufakiano, dejan la sensación de que estamos ante una marca (Plan B para Europa) empleada como reclamo publicitario pero carente de otro producto real que no sea la venta de humo de artificio que oculte la realidad de la naturaleza explotadora e irreformable del capitalismo europeo expresada en unas siglas de dos letras: UE.

De momento, una parte de los promotores del Plan B hablan de salir del euro, mientras otros no aclaran su posición al respecto. Lo que parece claro es que no muestran dudas sobre su permanencia en la UE, otra UE dicen ellos, porque en cualquier caso, según afirman, la UE ha impulsado el “internacionalismo”. E invocan la “democracia” como talismán salvador de todos los males; su democracia burguesa y representativa, por supuesto. Tampoco explican cómo acabar con las políticas de austeridad, ni su hoja de ruta para rechazar el pago de la deuda. Lo fían todo a un hipotético cambio de signo de unos cuantos gobiernos en Europa, como si el capital necesitara pasar por las urnas o como si el poder no residiese en él sino en las instituciones políticas.

Este brindis al sol es un señuelo para no ir a ningún lado y echar las energías de la protesta social en saco roto.

No insistiré sobre los vínculos de algunos de los participantes en la reunión de febrero pasado para presentar el Plan B de Varoufakis en Madrid con fundaciones globalistas, algunas de ellas ligadas a George Soros, dado que en su momento escribí sobre ello. Sólo esta cuestión debiera ser ya causa de repudio del Plan B desde una posición no ya revolucionaria sino simplemente de izquierda, un concepto tan secuestrado en los últimos años. Eso sin contar con la carencia absoluta de planes de algo que se hace llamar Plan B para Europa, nombre que sugiere que aparece cuando un Plan A ha fracasado. No estaría de más preguntarse a quiénes les ha fallado, a quiénes interesa el Plan B que no sea la propia UE, y si no está pensado para sacarle las castañas del fuego a través de personajes, turbios unos, vedettes otros, aventureros y arribistas todos ellos.

Merece la pena que nos detengamos en dos acciones concretas que promueve el Plan B para Europa para que comprendamos sus intenciones reales respecto a los llamados “movimientos sociales”:

1. “Reforzar y ampliar la red de movimientos europeos contra la deudocracia y la austeridad”
4. “Promover espacios de confluencia entre movimientos sociales, técnicos y grupos políticos para compartir metodologías y experiencias en realización de auditorías ciudadanas".

No hace falta ser un lince para detectar en ellas el deseo de influir e incluso de “orientar” a los movimientos sociales en una determinada dirección, algo legítimo para cualquier grupo, si no fuera por las evidentes intenciones de llevarlos -es el caso de las Marchas de la Dignidad- a un terreno que no es el suyo.

A tal fin, el Plan B para Europa hacía coincidir la fecha de la manifestación en Madrid (28 de Mayo) con la convocatoria de las Marchas en la misma ciudad, sabedores los primeros de que la notoriedad del ex ministro griego y de su muy publicitada nueva marca eclipsarían, con la complicidad de los medios de desinformación del capital, en buena medida a las propias Marchas. Al ponerse el foco mediático sobre la capital de España la envolvente sería perfecta.

La alianza de una parte de los despojos del 15M, los minireformistas de IU/PCE/UJCE, Frente Cívico, Podemos, Anticapitalistas y algún oportunista convidado de piedra, que usa las luchas de los trabajadores para sus propias orientaciones políticas, daría el golpe de gracia a las Marchas.

Y así fue. Les salió la jugada mejor de lo que creían. Dos días antes de la manifestación del 28M, las Marchas de la Dignidad de Madrid informaban en algún medio alternativo de su desconvocatoria. Y se reafirmaba dicha desconvocatoria en un comunicado realizado en el propio blog de las mismas.

En general se criticaba el oportunismo de los convocantes del Plan B para Europa al hacer coincidir ambas movilizaciones, se explicaba que el peso mediático de algunos participantes en la primera de ellas (en alusión indirecta a los dos protagonistas del pacto Unidos Podemos) no garantizaba la independencia de las Marchas respecto “al proceso electoral en curso” y se rechazaba su intento de salvar a la UE desde posiciones reformistas.

El éxito del golpe de los promotores del Plan B estaba asegurado. No sólo se había echado de la carretera a las Marchas en Madrid sino que se las había dividido, pues en el resto de territorio español se mantenía su convocatoria, en ocasiones con la firma de los del Plan B. Peor aún, la unidad de la coordinadora de las Marchas de Madrid, siempre muy frágil por la tensión entre rupturistas y posibilistas, ha quedado rota.

A esa tarea se han aplicado algunos medios indignos como Cuarto Poder, una especie de voz de su amo mixta entre los medios “alternativos”, de los que una parte cada vez lo son menos, y los del capital.

Sería un error pensar en que el propio Plan B para Europa ha fracasado también en número de convocantes. Su objetivo no era llenar Sol. Es evidente que aunque el poder movilizador de Podemos e IU haya caído muchos enteros, no así su proyección electoral, son capaces de juntar más de mil personas en Madrid. En realidad su objetivo era dar la puntilla a las Marchas, con el fin de desacreditarlas a futuro y de lograr que la calle sea una balsa de aceite ante un posible gobierno de “cambio”. Lo irán haciendo, o al menos lo intentarán, con todas las organizaciones, plataformas y coordinadoras que consideren un obstáculo. En esta ocasión lo han logrado precisamente porque las Marchas ya estaban muy debilitadas. Pero que no se descuiden los del caballo de Troya porque, si llegan al gobierno, su obediencia a la Troika, más que segura cuando les toque continuar con los recortes que, de momento, ya son de más de 8.000 €, puede que deje los silbidos de hace 15 días en Sol en un sutil reproche.

Mientras tanto no estaría de más pedirle a cierta organización, que se dice comunista y de izquierda radical, y a determinado sindicato pastoreado por Podemos y con algún dirigente ambicioso por saltar a la política nacional, explicaciones por su doble juego de reivindicaciones combativas y aproximaciones a los nuevos gatopardos.  

14 de julio de 2015

GRECIA Y ESPAÑA, LA TRAMPA DE LAS “IZQUIERDAS” REFORMISTAS

Por Marat

1.-Se consuma la traición al “NO” en el referéndum griego

DUX: “Cree el mundo, y yo con él, que quieres apurar tu crueldad hasta las heces, y luego cuando la sentencia se pronuncie, hacer alarde de piedad y mansedumbre, todavía más odiosa que tu crueldad primera. Cree la gente que en vez de pedir el cumplimiento del contrato que te concede una libra de carne de este, desdichado mercader, desistirás de tu demanda, te moverás a lástima, le perdonarás la mitad de la deuda, considerando las grandes pérdidas que ha tenido en poco tiempo, y que bastarían a arruinar al más opulento mercader monarca, y a conmover entrañas de bronce y corazones de pedernal, aunque fuesen de turcos o tártaros selváticos, ajenos de toda delicadeza y buen comedimiento. Todos esperamos de ti una cortés respuesta”

SYLOCK: “Vuestra alteza sabe mi intención, y he jurado por el sábado lograr cumplida venganza. Si me la negáis, ¡vergüenza eterna para las leyes y libertades venecianas! Me diréis que, ¿por qué estimo más una libra de carne de este hombre que tres mil ducados? Porque así se me antoja.”

PORCIA: “Un momento no más. El contrato te otorga una libra de su carne, pero ni una gota de su sangre. Toma la carne, que es lo que te pertenece”
(“El mercader de Venecia”. WIlliam Shakespeare)

Grecia y el Eurogrupo han llegado a un acuerdo para comenzar a negociar el tercer rescate al primero. Dicho rescate podría superar los 84.000 millones de euros. Para que se lleve a cabo, el BCE debe facilitar ayuda de emergencia a los bancos griegos para que estos no se hundan, provocando la salida de Grecia del euro.

A cambio, el gobierno de Syriza, que ya ha traspasado todas las líneas rojas de su programa habidas y por haber, se compromete a aprobar antes de este miércoles 15 de Julio la reforma del IVA, que castigará de manera especial a las clases trabajadoras en su ya exigua capacidad adquisitiva, aumentar la edad de jubilación, acabar con las ayudas a las pensiones más bajas y a realizar la transposición de la directiva de rescates bancarios. Esto para ir abriendo boca.

Junto a ello, otros dos paquetes de medidas cada cuál más draconiano.

En el primero de ellos, Grecia debe comprometerse con un calendario de medidas que compensen el "fuerte deterioro económico y fiscal del país durante el último año". Dentro de dichas medidas se incluyen la reforma completa de las pensiones, la de los mercados de productos, la privatización de las eléctricas, la reforma laboral y la del sector financiero.

En el segundo paquete se exige ampliar el programa de privatizaciones (puerto de El Pireo, los aeropuertos del país, autopistas, empresas de aguas, correos, empresas gasistas, red ferroviaria,...) ; una reforma de la administración pública, una "normalización” de la supervisión que la troika realiza en Atenas y el compromiso de consultar con las instituciones cualquier borrador legislativo relevante para el programa antes de someterlo a consulta pública o enviarlo al parlamento. Ello significa la más absoluta pérdida de la soberanía económica y política griegas.

Para más recochineo el FMI, auténtico sepulturero de economías y soberanías nacionales, estará presente como controlador de dicho rescate.

Pero si esto no fuera bastante, Grecia deberá poner sobre la mesa como aval un fondo de activos para su privatización por valor de 50.000 millones de euros. A cambio de este monto de privatizaciones, Alemania, que es la que manda, ha aceptado que se preste a los helenos 35.000 millones de euros.

Por supuesto, todo ello sin quita alguna.

Ojalá, puestos a entregar al sacrificio a la clase trabajadora y a los sectores populares griegos el referéndum del gobierno de Syriza hubiera quedado en una libra de carne pero ni una gota de su sangre, ¿verdad? Pero, como tantas veces, en las que el poder del capital echa un pulso a los campeones de la “antiausteridad”, los desheredados de fortuna de sus países acaban perdiendo algo más que “una libra de carne”.

Quizá la respuesta a lo anterior tenga que ver con el grado de madurez de los pueblos y los explotados dentro de ellos, que en situaciones de graves crisis económicas y sociales tienden a elegir las opciones -quien piense que hablo en términos meramente electorales es porque tiene una urna, vacía, por cabeza- que admiten brutalidad pero esperan que ella se produzca sin exceso de saña.

Cuando la elección se sitúa en lo que el viejo chiste español resume como susto o muerte, casi siempre es la segunda opción la que se impone, sobre todo si se aceptó el susto como mal menor.

¿Alguien recuerda cuando Syriza decía NO a la OTAN? ¿Cuándo decía aquello de NO al pago de la deuda? Venga, cuéntanoslo, Eric Toussaint, tú, que decías, como algunos seguimos diciendo, para escarnio de vuestras permanentes y crecientes rebajas reformistas, NO AL PAGO DE LA DEUDA.

¿Alguien recuerda cuando, antes de las elecciones municipales griegas, Alexis Tsipras se reunió con los principales embajadores de países de la UE para decirles que Grecia sería un fiel cumplidor de sus compromisos con sus aliados?

¿Alguien tiene el gusto de recordar cuando Syriza y Tsipras pasaron de aquellas promesas a la aceptación, no de quitas sobre la deuda, sino a la petición de reestructuración de la misma, que ya no es quita, sino ruego de ampliación de plazos.

Desde el principio, las negociaciones del Gobierno griego con sus “socios” europeos, el FMI y el BCE no ha sido otra cosa que una impostura desde los dos lados, un juego de representaciones, llamado por el cesado por Tsipras, que no dimitido Varoufakis, “postureo”. Habría que preguntarse porqué Tsipras, justo antes de referéndum en el que ocultaron lo que le iban a hacer a la clase trabajadora de ese país, le relegó en su papel de negociador con la UE. La claudicación de los “radicales” de Syriza estaba cantada desde hace muchos meses, cosa que la degenerada “izquierda reformista” española y europea se negaba a admitir porque se hubiera quedado sin nave capitana. ¡Menuda nave!

Posteriormente el “Minister no more” en el twitter de Varoufakis lo dice todo. Ha sido el propio Tsipras quién invitó ha al marxista “errático” a darse el piro porque no era del gusto de sus socios.

En cualquier caso, a Varofakis lo hará bueno Euclides Tsakalotos. Éste es un economista ya “centrado” que invirtió en el pasado una parte de su capital en cosillas como JP Morgan y Black Rock.

No voy a explicar que se puede ser de "izquierda" y traicionar a tu clase. Hasta los mentalmente menos habilitados irán viendo hasta qué punto venden a la clase trabajadora los “empoderadores” y “salvaciudadanos” al capital al que sirven con cada vez menos disimulo.

Y ahora de lo que se trata es de retratarse, de dar la cara y de que todos sepamos hasta que punto es coherente el discurso del no pero sí, del don “dieguismo”, del un paso adelante y dos atrás, de la claudicación envuelta en falsa dignidad para, finalmente, quedar al descubierto las contradicciones más indecentes del oportunismo reformista en su viaje a ninguna parte.

En tiempos de caos, tener conciencia de ser clase trabajadora, de izquierdas, partidarios de decir no al abuso de la Unión Europea del capital y de los demonios que nos acechan, supone aceptar la posibilidad de que Europa esté muriendo, rechazar no sólo su moneda sino a la propia UE y atreverse a pensar y a trabajar por escenarios realmente distintos al devastador paisaje que hoy se impone a nuestros ojos.

En diversas ocasiones he afirmado que Tsipras y Syriza traicionarían a la clase trabajadora griega
No les gustaron esas previsiones ni a los podemitas ni a la izquierda socialdemócrata llamada IU-PCE ¿Cómo iba a gustarles, si estos vendedores de burras viejas, basan su programa en intentar hacernos creer que en política querer es poder, intentando que no veamos más allá de la cortedad de sus mentiras que ocultan la real naturaleza sistémica en la que esconden sus discursos “antiausteridad”? Para ellos, “otro capitalismo es posible” porque, en realidad, no aspiran a otra cosa que a ser suecos o daneses. Lo de la revolución islandesa a lo 15M ya no les sirve porque hicieron el ridículo más espantoso defendiendo aquel fiasco que devolvió, tras un breve paréntesis, a la derecha al gobierno. Hoy con volver a la época precrisis, sus ciudadanos se dan por más que satisfechos, como los partidos “progres” españoles y sus votantes.

La realidad ha sobrepasado, una vez más, mis análisis más pesimistas sobre lo que habría de traernos la llamada “Coalición de la “Izquierda Radical” Griega”.

No voy a detallar punto por punto el conjunto de medidas de la Troika (sigue existiendo, señores, porque aunque le cambien el nombre, sus tres componentes operan con la misma fiereza que ayer) aceptadas por Alexis Tsipras y su gobierno. Para eso tienen ustedes los periódicos.

Pero quédense con esto: Grecia, tras el acuerdo con el Eurogrupo, sólo ha logrado un balón de oxígeno por dos meses y con la eventualidad de que puede ser expulsado del euro, algo que no decidirán los griegos ni Syriza sino sus enemigos de la UE, lo que debilita aún más la claudicante y genuflexa posición de Tsipras y del gobierno heleno.

Sería de agradecer que algún "syrizo" nos explique para qué sirve que los que algunos llaman "los nuestros" -los míos no- sodomicen con entusiasmo digno de la derecha oficial más darwiniana a la clase trabajadora y entreguen el país al capital internacional y cuál es la diferencia de que lo haya hecho Nueva Democracia, el PASOK o Syriza, salvo en que los dos primeros nunca se atrevieron a tanto.

Yo sí que veo una "utilidad" en que estas curas de caballo, que matan al equino, las aplique la socialdemocracia y no la derecha o los social-liberales; una utilidad, por supuesto, para el capital: desmoraliza, derrota y desmoviliza a la clase trabajadora como ningún otro partido, a cambio de nada. 

Dice IU que lo que le ha ocurrido al gobierno de Syriza ha sido un "chantaje" insoportable y añade Podemos -estos son ya de traca- que las presiones contra Syriza son para impedir que en las próximas elecciones lleguen ellos al gobierno. ¿Son los dirigentes de ambos partidos españoles idiotas o son idiotas? ¿Acaso ignoraban los de IU que la naturaleza del capitalismo y de sus instituciones es la de que nadie se salga de su campo de juego? ¿No tendrían que revisar qué tipo de política hay que hacer para no plegarse a esos chantajes? En cuanto a los de Podemos, ¿son tan bobos como para no entender que la cuestión no tiene que ver con los partidos concretos que aceptan el juego institucional sino con el hecho de que quienes controlan las instituciones europeas, así como el FMI, intentan impedir una dinámica de derrumbe de la UE y que se abra paso el NO al pago de la deuda, dos cosas que las veletas, convertidas en ventilador veraniego, de Syriza y de Podemos no se plantean ya? 

La gran paradoja de nuestra “socialdemocracia europea realmente existente” -la ex comunista, aunque pueda conservar el nombre, y esa mutación reaccionaria “empoderadora de la gente”- es que son incapaces de asumir varias de sus contradicciones políticas:
  • La aceptación de las reglas de juego capitalistas y de sus instituciones burguesas impiden cualquier intento de resistencia a las políticas capitalistas -lo de “neoliberales” es sólo el término vergonzante que utilizan dichas “izquierdas” para no cuestionar su amado sistema económico- Sólo es posible luchar contra una política de recortes, privatizaciones y fin de los derechos de la clase trabajadora abandonando el sueño de regreso al Estado del Bienestar y violando las reglas de la legalidad burguesa.
  • La dinámica que han abierto quienes dirigen con mano de hierro la UE plantea como destino final e inevitable el fin de esta misma y de su moneda única para los países del Eurogrupo. Rechazar la permanencia en el euro y en la Unión Europea es una exigencia política para cualquier opción que realmente pretenda ser hoy de izquierdas y defender a la clase trabajadora. Ello exige pensar y poner en pie una alternativa de solidaridad europea entre las clases trabajadoras europeas que se articule sobre una nueva Internacional y sus organizaciones. De no hacerse desde la izquierda, que deberá romper con toda la morralla reformista excomunista, en unos casos, e involucionista y prefascista en otros, la respuesta vendrá desde los euroescépticos de la extrema derecha europea y tendrá una orientación y una evolución política bien distintas.
  • Pretender recuperar los derechos arrebatados a la clase trabajadora y, al menos, restañar en parte los daños sociales causados por las políticas anticrisis sin abrir una vía de destrucción del capitalismo es inútil y cínico o ingenuo. El capitalismo hace mucho tiempo que cerró el campo a las opciones reformistas, al menos en sus países centrales. Que en España sea aún difícil de aceptar este hecho tiene que ver con que su raquítico Estado del Bienestar estaba aún creándose cuando ya se iniciaba su desmonte en Europa a partir de los años 80 del pasado siglo. Si los PPSS europeos abandonaron con Blair y Mitterrand la socialdemocracia y pasaron a ser social-liberales no es sólo por su traición sino porque ya no había terreno para el avance de las ideas reformistas dentro de sociedades que caminaban hacia estructuras económicas cada vez más “liberadas” de la capacidad de intervención y control públicos. Lo comprendió bien Margaret Thatcher cuando, tras perder las elecciones en 1997, dijo aquello de “No importa, ya hemos ganado. La oposición es como nosotros”. En esencia, la misma basura capitalista. El capitalismo reabsorbe y anula todo lo que sabe que puede integrar, mediante el pacto social, cuando lo necesita, tolerándolo cuando lo percibe inofensivo. Lo único que no puede asimilar es lo que ha nacido para destruirlo, cuya estrategia está destinada a tal fin y cuyas bases sociales se constituyen en sus futuros sepultureros. Podrá prohibirlo, reprimirlo o tratar de descalificarlo pero siempre lo temerá porque sabe que con ese enemigo no hay transacción posible.

2.-Y ahora hablemos de Podemos 1 y de Podemos 2 (Ahora en Común)
Con todo, Syriza, a pesar de su traición, de su inconsistencia ideológica, de su aventurerismo oportunista y de su falta de escrúpulos ante la entrega de los derechos de los trabajadores griegos al capital internacional, es infinitamente más decente y presentable que sus homólogos españoles.

Syriza, tiene, a pesar de su miseria moral, sectores de izquierda que no tienen parangón en IU ni en Podemos, mucho más reformistas aún, cuadros políticos, militantes formados, economistas notables como Costas Lapavitsas, intelectuales. Y a pesar de ello, su conjunto como coalición de falsos izquierdistas deja la traición como su primer testamento político. Ese legado es el de la frustración, la aceptación de la humillación al pueblo griego y un sentimiento de derrota y de anomia del que los helenos tardarán más de una generación en recuperarse. Y en esos sentimientos de abatimiento lo de menos será que en el referéndum del engaño se haya votado sí, no o se haya ejercido la abstención porque se han aceptado unas condiciones mucho más brutales que las últimas que se presentaron por parte del gobierno de Syriza antes de convocar éste dicho plebiscito. Éste fue convocado con el fin de convertir a los griegos en cómplices de una infame mentira.

En estos momentos, Tsipras se plantea seriamente la posibilidad de dimitir. Más de la mitad del Comité Central de Syriza se opone a los acuerdos de su gobierno con la UE. ¿Se imaginan que eso pasase en Podemos o en IU, si en una delirante hipótesis llegaran a gobernar (lo suyo es ser gregarios-muletas del PSOE)? Dejen de alucinar. Esa posibilidad es la misma que la de encontrar a un PPePPero honrado. Lo de sus homólogos españoles no son principios sino desesperadas ganas de pillar cacho, cueste lo que cueste y a cualquier precio. 

El caso de IU y de Podemos es infinitamente más indigno.

Sin duda, la diferencia entre el caso griego y el español tiene que ver con las distintas tradiciones de lucha de cada país, el mayor grado de depauperación social de las clases populares en Grecia, la relación dialéctica entre clase trabajadora y sus organizaciones, el distinto tamaño de la reaccionaria clase media en cada país y la existencia en Grecia, al contrario que en España, de una izquierda realmente comunista, combativa y con alta capacidad de movilización social y sindical, que obligaron a Syriza a aparentar una radicalidad de la que en el fondo ha demostrado que carece.

La 15Memez fue en España el primer ensayo de ingeniería social -tras las “revoluciones árabes” que provocaron la ola de fascismo islámico y el engaño para dummies pequeño-burgueses de la inexistente revolución islandesa-, asentada sobre la base de las clases medias que querían conservar sus privilegios y destinada a crear una disidencia controlada que llevase la protesta social hacia una dirección prosistema. Y se logró, al contrario que en la Plaza de Syntagma dónde la franquicia de Erasmus prefascistas de Democracia Real Ya tuvieron que salir por piernas ante el “recibimiento” que los comunistas del KKE, grupos radicales de izquierda y libertarios les hicieron.

Pero ese éxito de la 15Memez no nació de la nada. Había sido abonado por decenas de años de social-liberalismo adocenante del PSOE, atlantismo, aburguesamiento de la sociedad, en la que el consumismo y la entrada en el “Mercado Común” habían jugado su papel, las renuncias ideológicas de la izquierda reformista (el PSOE es, como mucho, derecha progresista por lo que no entra en la categoría de izquierda), el pactismo social-sindical y el cretinismo parlamentario de un PCE-IU cada vez más gregario de la estela social-liberal, habían creado el caldo de cultivo necesario para la involución ideológica, interclasista, burguesa y ciudadanista, que luego habrían comprado con entusiasmo el PCE-IU en su “ilusión” por ensanchar su base electoral, única palanca “transformadora” a la que confiaban sus sueños de mayoría.

A ello habrían de sumarse con una importancia no menor el movimientismo antiglobalización, flower-power y new age de un oenegismo que había pactado con los poderes del gran capital los límites ideológicos de su protesta y que incluso había sido financiado por él, como sucedió en el Foro Social Mundial de Porto Alegre, subvencionado por las grandes corporaciones mundiales.

La cooptación y compra de líderes oenegeros reformistas y políticos por parte de grandes fundaciones globalistas sería determinante en la creación de una nueva “cultura política" que lograse imponer una hegemonía ideológica absolutamente sistémica. Surgieron así conceptos morralla del tipo empoderamiento, inclusividad, ciudadanía, “democracia” (sin adjetivos, como si no los tuviera y como si la democracia burguesa no fuera sino un subproducto-excrecencia del capitalismo), “bien común” y demás quincalla ideológica. Toda esta basura conceptual lograría una rápida expansión a través de los mecanismos de aculturación de la izquierda y de su pensamiento que son las redes sociales, auténticas fábricas de descerebrados que comparten contenidos sin leerlos ni entenderlos, los foros “de debate” donde el más cretino e insultador profesional agrede a cualquier idea que atente contra la pereza de su escaso raciocinio y los blogs conspiranoicos para amantes de lo bizarro.

Así pues, Podemos es hijo legítimo de la 15Memez y del reformismo socialdemócrata del PCE-IU, con el acompañamiento del trotskismo light de los autodenominados “anticapitalistas”; basta ver de dónde vienen muchos de sus dirigentes.

Como antes el el prefascista Movimiento 5 Estrellas en Italia, la mutación-detritus por descomposición ideológica de la izquierda que representa Podemos, es el siguiente paso de los experimentos de ingeniería que antes (15M y franquicias europeas) fueron sociales y ahora son políticos.

A Podemos no le ha faltado ni el despliegue mediático, tal y como le sucedió al sobredimensionado 15M, ni el apoyo solapado de grandes corporaciones empresariales y financieras, que son los dueños de los medios de comunicación, que también se lo dieron en su día a la 15Memez, a través de sus personajes más conocidos, y previsiblemente de sectores vinculados a las alcantarillas del Estado que han percibido la necesidad de un aggiornamento de la vieja y estropeada institucionalidad de partidos de la transición con el fin de abordar un nuevo viraje gatopardiano para que todo siga exactamente igual y el cabreo social se agote en las urnas. No busquen ustedes más recorrido ideológico y estratégico en esta formación mutante porque no la hay. Otra cosa son las intenciones no expresas públicamente que existan entre los que mueven los títeres.

En el proceso de endiosamiento del führercito con coleta y de oligarquización de su secta-movimiento nacional-partido a su medida, de la que hablé hace casi un año, cuando el proceso degenerativo y autoritario de Podemos apenas se iniciaba, Podemos está experimentando ya fuertes sacudidas de contestación interna a una dirección absolutamente vertical y antidemocrática.

La elaboración de una lista plancha única a nivel nacional para cubrir los candidatos al Congreso y al Senado en las elecciones generales junto con el requerimiento de un 10% (37.000 personas) del total de los inscritos en Podemos -no se creen ellos que son 370.000 ni hartos de vino-, en unas listas que no se actualizan desde hace muchos meses, para poder hacer propuestas programáticas es un golpe de Estado interno en toda regla y una demostración de que los círculos de podemos pintan menos que la Tomasa en los títeres.

Sólo un tonto y/o un cínico redomado pueden decir que es posible plantear listas alternativas en la elección de candidatos con alguna virtualidad de éxito frente a la lista única a nivel nacional, cuando la comodidad de elegir los que van en la lista cerrada empaquetada, propuesta por el mesías podemita, y de votar a los que salen en las teles y en otros medios se impondrá por comodidad y “sentido práctico” y es muy difícil que salgan otros alternativos, por mucho que se coordine la oposición interna al ucase del duce. Eso sin contar la trayectoria de los innumerables pucherazos en anteriores elecciones internas podemitas a través de su ciberdemocracia 2.0. 

Este “coup de force” oligárquico ha generado la revuelta de más de 1.000 cargos de Podemos en las instituciones y en el partido, que desafían ya abiertamente la voluntad totalitaria del caudillito.

¿Qué decir de la pose egipcia de los podemitas silbando de lado y su mesías desaparecido, tras la traición de Tsipras al pueblo griego y su aceptación del trágala de los poderes capitalistas europeos? ¿Dónde se han metido a la hora de decir aquello de "ánimo Alexis, arriba Siriza"? Su temor a ser contaminados electoralmente de modo negativo puede mucho más que su menguante coherencia. De hecho, Nacho Álvarez, responsable de economía de Podemos acaba de declarar que España ya no necesita ni siquiera reestructuración de la deuda. Íñigo Errejón, en una alarde de indecente ataque de realismo de derechas (ultra) declaró en su día que si Podemos llegase al gobierno no perdonarían la parte española de la deuda griega. Otro merkeliano. Toma solidaridad internacional. 

Por fin, Pablo Iglesias ha abierto hoy jueves 16 de Julio, ante la presión mediática, la boca en relación con la genuflexión de Tsipras y Syriza: "Los principios de Alexis están muy claros, pero el mundo y la política tienen que ver con correlaciones de fuerzas". "Lo que ha hecho el Gobierno griego es, tristemente, lo único que podía hacer". A lo mejor, Pablito, no es sólo cosa de correlación de fuerzas sino de aceptación de jugar en campo ajeno y con reglas que no son las tuyas. Y estos son los empoderados empoderadores...

Aunque lo he abordado en múltiples ocasiones, merece la pena detenerse de nuevo en el glosario conceptual o campo semántico del mundo podemita porque nos ayudará a entender el tercer paso de descomposición de la izquierda que recientemente ha alcanzado a darse un nuevo nombre.

Ciudadanos”, “ilusión”, “cambio”, “procesos participativos”, “desde abajo”, “gente”, “sentido común”, “decencia”, “transparencia”, “inclusivo”, “personas”.

Les reto a que me digan dónde he encontrado este conjunto de términos. ¿En artículos escritos por dirigentes de Podemos, en la web de este partido, en declaraciones públicas de sus dirigentes? Podría ser pero NO, lo he encontrado aquí (manifiesto de Ahora en Común).

Pero si hasta el nombre “Ahora (Madrid) en Común” (Barcelona/Zaragoza) remite de un modo impresentablemente oportunista al mundo podemita.

¿Echan ustedes algunas palabras en falta? Yo sí. Por ejemplo las siguientes: “izquierda”, “clase trabajadora”, “lucha de clases”, “capitalismo”, “revolución social”

Pero el ínclito Alberto Garzón dice que él no ha firmado ese manifiesto para no entorpecer su acogida entre “la gente” y que la iniciativa no ha partido de IU. Es cierto que la apoyan miembros de Podemos, de Equo y 15Memos, además de la aventurera Beatriz Talegón, entre otros. Pero también su hermano, Eduardo Garzón, el enchufado como asistente del eurodiputado Javier Couso y su jefe, el mencionado Couso.

También es cierto que el propio Alberto Garzón saludaba tal iniciativa en redes sociales a los 5 minutos de aparecer mencionada por primera vez en eldiario.es. Con posterioridad ha señalado que hay gran confluencia de puntos de vista entre Ahora en Común y la Unidad Popular que defiende IU.

Hasta el ya en extremo vergonzante y claudicante Cayo Lara, que apoyó con su voto la expulsión de los 5.000 afiliados a IUCM, dice verlo “con buenos ojos”. Que santa Lucía cuide de su vista y le limpie sus interesadas legañas.

Incluso el gran defensor de las esencias comunistas del PCE y secretario general del PCPV, Javier Parra, ha saludado en su facebook el éxito de la primera convocatoria de Ahora en Común en Zaragoza.


Por cierto, el tufillo 15Memo, podemita y ciudadanista del cónclave que puede apreciarse en la imagen tira para atrás.

La entrega ideológica es prácticamente total, salvo algunos mohicanos sueltos del PCE/IU que claman por ciertas esencias de ambas organizaciones -que sería bueno expliquen cuándo se dieron en estos 29 años de existencia de IU. No me tiren de la lengua que replico-, mientras continúan sin abandonar la nave, internamente saboteada, en un acto de dontancredismo sólo comprensible, a estas alturas ya no respetable, desde una actitud de nostálgicos y de afectos a un amor no correspondido.

Llamativamente desde ciertos ámbitos de IU surge el “discurso”, para justificar el engendro de Podemos 2, llamado Ahora en Común -en realidad es un consignazo- de que eso sitúa a Podemos a la defensiva, de que pone en su tejado la cuestión de la unidad popular, de que ahora le toca a Podemos retratarse, de que puede reequilibrar la correlación de fuerzas.

A estos lumbreras no se les ocurre que, cuando te sitúas en el marco referencial (ideológico y de lenguaje) de los podemitas (“No pienses en un elefante”. George Lakoff) ya te has entregado, vendido y derrotado a ti mismo.

Para la zafiedad política media de la dirección y bases de IU su problema no es político-idelógico-estratégico sino del tacticismo ramplón e hiperreformista de lograr o no representación parlamentaria, algo que el caudillito coletero les ha recordado con lo de los 500.000 votos. Lástima que se le haya “olvidado” que sólo quiere ganar las elecciones para colocarse profesionalmente él y los de su secta-neocasta.

En cualquier caso, en IU no hay capacidad de resistencia, ni de afrontar el reto de una travesía del desierto extraparlamentaria, ni desde hace muchos años de lucha contra la penetración ideológica de un reformismo cada vez más involutivo en su organización.

Baste como muestra un botón. El pasado 9 de Julio en el Canal 24 horas de TVE, el periodista Fernando Jáuregui preguntaba al alcalde de Zamora, Francisco Guarido, de IU, si estaba de acuerdo con unas declaraciones de Alberto Garzón en las que éste afirmaba que ideológicamente Podemos e IU eran distintas porque mientras el primero estaba a su derecha, al autodefinirse como socialdemócrata, IU era la izquierda revolucionaria. Quién aún esté dispuesto al autoengaño cómplice sobre quién es, de verdad, Alberto Garzón sepa que acaba de regalarle a Rajoy un libro de Keynes. Como mucho reformista sigue empeñado en creer que las políticas que desde la izquierda deben practicarse son las keynesianas o neokeynesianas, le aclaro quién era, de verdad, John Maynard Keynes. Y ahora, pueden seguir ustedes adorando la peana de su santo social-liberal, Alberto Garzón.

Continúo con la cuestión en la que antes estábamos. Guarido respondió sintiéndose molesto por la pregunta y afirmando que la expresión de Jáuregui de “izquierda revolucionaria" era peyorativa y que IU era la "izquierda tranformadora" ¿Qué coño significa eso de “izquierda transformadora”, cuando el PP y el PSOE se consideran a sí mismos partidos transformadores? A esta “gente” ya no le vale ni lo de “izquierda real”, que nunca ha sido otra cosa que venir a decir que el PSOE es falsa izquierda y que IU lo es “de verdad”. La pregunta es cuánto tiene de izquierda, qué es lo que pretende transformar, porqué vías y en qué dirección. Y ahí muchos de IU se darían la mano con algunos de UPyD.

Lo he admitido en más de una ocasión y lo vuelvo a repetir. En su momento no me importó buscar la complicidad de algunos sectores de IU para abofetear con su brazo a Podemos, lo mismo que a ellos no les ha importado utilizarme a mí.

Los tiempos han cambiado. Hoy prácticamente toda IU es podemita y a los poquísimos que no lo son -la inmensa mayoría o apoya la “unidad popular” con esa involución de derecha porque, al fin y a la postre, no están lejos ambos partidos, y casi todo el resto calla y otorga- no les hacen gracia mis críticas. Tampoco a mí ver que tragan con la permanencia en IU con el mismo grado de contradicción de quienes se llaman socialistas y continúan en el PSOE. Fuera puede que haga frío pero al menos se vive mucho más dignamente, sobre todo cuando es obvio que esa guerra está perdida.

Mientras tanto, llama la atención la locura paranoica de un napoleoncito que, como Garzón en su día, invita a los críticos con su hoja de ruta a irse de Podemos y es jaleado por el lameculos de Pablo Echenique, el otrora crítico y ex afiliado a Ciudadanos, que trata de apuntalar su poder regional.

Es un indicativo de que corren malos tiempos para los podemitas, aunque la irritación que recorre a sus bases tiene mucho que ver con las formas y casi nada con los contenidos ideológicos y programáticos involucionistas de dicha partido, lo que dice mucho de quienes habitan los círculos o cibermilitan en la red.

Las últimas derivas de las intervenciones de los cómicos habituales -Iglesias, Errejón el irradiador y wallet Monedero- expresan bien a las claras que la patología mental ha penetrado profundamente entre los jerarcas de Podemos hasta el punto de que su discurso cantinflesco-delirante-amenazante debiera preocupar tanto a sus bases como a los mecenas de esta secta. El miedo a pinchar les hace desbarrar más de lo habitual, que se daba ya en un grado superlativo.

En cualquier caso, quiero dejar claro que ya apenas distingo entre dirigentes de IU/PCE y de Podemos, lo mismo que entre sus bases. Siempre habrá en uno o en otro lugar algunos seres humanos valiosos, pero eso acaba siendo independiente de a qué partido se pertenece y es algo mucho más personal.

Como alguien que de política cree entender algo, afirmo que lo dominante en una y otra organizaciones son los mediocres, los trepas, los cheerleaders de la marca y el lidercito de turno, los seres con apenas formación política, fácilmente manipulables, las personas carentes de sentido autocrítico, y los vulgares socialdemócratas, cuando no meros "progres" transformadores de la nada.

No derramaré una sola lágrima por IU cuando desaparezca, algo sobre lo que ya he hablado hace poco más de un mes. Se lo ha ganado a pulso. Lo que espero es que, con ella, se lleve a su descastado y desagradecido hijo Podemos.

Quizá entonces pueda nacer otra cosa a la que quepa llamar izquierda revolucionaria, sin rubor alguno al proclamarlo.

Pero los mimbres de lo que haya de nacer estoy convencido de que no vendrán de tales lugares.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: “Los syrizos descargan su frustración en su “enemigo comunista”: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/07/los-syrizos-descargan-su-frustracion-en.html
"Propuesta: "juguemos a la revolución en verano""http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2015/08/propuesta-juguemos-la-revolucion-en.html