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10 de julio de 2017

NO BAJARON DE LOS CERROS A DEFENDER EL PROCESO BOLIVARIANO

Por Marat
El criminal Leopoldo López está ya en libertad. Lo de menos es que este hecho se haya producido por orden del Tribunal Supremo venezolano o por orden del Presidente Nicolás Maduro. Salvo la mayoría parlamentaria de la oposición fascista, la práctica totalidad de los órganos del país habían sido elegidos en su día por parte de la mayoría política bolivariana que se había sustentado en la voluntad transformadora de las clases populares.
El proceso hace mucho que se torció. Importa poco ponerle fechas y hechos concretos. Lejos de construirse auténticos órganos de democracia socialista, se recurrió a la demagogia. Las Comunas, como manifestación de dicho poder nunca fueron otra cosa que declaración de intenciones.
En las empresas, desde PDVSA (la petrolera estatal) hasta las controladas por el ejército, pasando por el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (SiBCI), adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Minci, o por otras empresas públicas, no se instauró una democracia de base y control de los trabajadores sino una que se instaló una boliburguesía procedente, muchas veces, de sectores absolutamente opuestos a los intereses de las clases populares y que, a la vez que unían sus destinos a la burocracia del sistema político, conspiraban contra el propio proceso bolivariano. En su lugar, mucha manifestación de ardor político y mucha exaltación y culto a la personalidad del líder: algo muy distinto de lo que es la emancipación de los explotados y oprimidos que requieren participación, poder en la base y sentido crítico hacia las desviaciones de los procesos. Amén fue la consigna de entonces.
Frente a la ausencia de construcción de poder popular, de control obrero de la producción, de socialización de las empresas a manos de los trabajadores, de fiscalización por los sectores populares de las instituciones de la mal llamada revolución, lo que se impuso durante los años de los altos precios del petróleo fue la financiación de los servicios públicos y las rentas.
El comandante Chávez, cuando aún había confianza en el modelo bolivariano, fue liberado del golpe de Estado no tanto por sus oficiales y soldados como por los desheredados de los cerros que creían en lo que él representaba. Éste, que nunca fue un marxista ni un revolucionario sino un populista con voluntad socialdemócrata auténtica (no de eso que la pobreza intelectual llama socialdemocracia) intentó acabar con el poder económico de una oligarquía fascista y próxima estratégicamente a los intereses del imperialismo norteamericano. Pero el susto paralizó el intento transformador.
Aún se sostuvo cierta ficción de voluntad transformadora por la movilización social que el carisma del comandante facilitaba a su alrededor pero el proceso, que ya no era proceso, porque nunca tuvo un proyecto decidido hacia el socialismo y la toma, que no ocupación del poder del Estado burgués para destruirlo y crear uno de los sectores populares, estaba ya entonces en vía muerta. El propio PSUV no era sino una amalgama de intereses contrapuestos entre el populismo, el nacionalismo y cierta retórica socialista, incapaz de orientar a la sociedad venezolana.
Cuando llegaron las horas difíciles, descendieron los ingresos del Estado y de la economía, no solo por un sabotaje, la falta de conciencia entre las clases subalternas, educadas no en la socialización del poder sino en la subvención de los servicios, llevó a sectores importantes de los trabajadores y del pueblo venezolanos a extrañarse de unas instituciones que ya no representaban en nada al proyecto original en el que confiaron y por el que pelearon. Cuando no tienes pan has de de dar, al menos, la confianza en que aquello por lo que pides sacrificio a otros les pertenece porque es suyo.
La temprana muerte de Chávez dio paso al más mediocre, pusilánime y pobre intelectualmente de sus posibles sucesores: Nicolás Maduro, un pésimo imitador de las formas y la retórica de Chávez.
Como gobernante demostró su plena incapacidad, como personaje se convirtió en un ser risible al que solo los aduladores profesionales que tenían algo que ganar y poco espacio al que retroceder podían seguir manteniendo.
Dividió al poder bolivariano, enfrentando instituciones del Estado. Permitió que dentro del ejército, que había sido depurado en su día por Chávez, crecieran los sectores reaccionarios, dejó que se dilapidara el capital político chavista por su inacción y su pusilanimidad, se negó a dar un golpe de fuerza, a ilegalizar a los partidos de la MUD y a ejercer una represión revolucionaria decidida y completa contra los sectores fascistas de los poderes económicos, mediáticos e ideológicos, apoyándose en una posición de clase contra clase, ejercida no por la policía del Estado sino por los trabajadores venezolanos. En definitiva, se fue aislando de las corrientes a la izquierda del PSUV y del Estado, como el PCV (sobre el que llegó a planear la sombra de la ilegalización) y otros y se encerró en unas amenazas de matón de barrio sin valor para llevarlas a cabo y en una creciente incapacidad de dirección política, toma de decisiones y sentido de la oportunidad y de la necesidad de actuar.
Los sectores populares desgajados de la propuesta bolivariana no lo hicieron porque apoyasen las protestas de los criminales de la ultraderecha venezolana a sueldo de la vieja oligarquía (no podían  hacerlo, sabedores de cómo esta les despreciaba) sino que simplemente dejaron el vacío en las calles de la fuerza social en que se asentaba el gobierno, mostrando de ese modo su debilidad.  
La revolución que nunca existió y el proceso interrumpido a los pocos años de empezar a andar han muerto con la liberación del criminal más simbólico de toda la ultraderecha venezolana, Leopoldo López, bajo la protección del Papa y de un tipejo infame como Zapatero . A partir de ahora veremos a la burocracia y a la dirigencia bolivariana intentar un pacto contra natura y de última hora, al estilo del que hizo el corrupto Ortega en Nicaragua, con los sectores más reaccionarios de la vieja oligarquía nicaragüense.
Toda revolución tiene su Thermidor cuando no se afirma sobre sí misma, sobre su base social y su proyecto político. Cuando no es revolución, ni siquiera es Thermidor, es simplemente farsa lo que le sucede. El problema es que, aunque sea solo ópera bufa lo que venga tras ella, los sectores populares que estuvieron comprometidos en la lucha por la transformación de Venezuela no pueden pactar. Sobre ellos caerá la represión pero eso a los Maduros y Cabellos les importará muy poco.
Algunos celebramos en este año la revolución de Octubre. La diferencia entre los bolcheviques y los bolivarianos actuales no está simplemente en la comparación imposible entre Lenin y Maduro, ni en la diferencia entre sus tallas intelectuales y políticas, sino en algo fundamental: la voluntad revolucionaria frente al menchevismo de la opereta venezolana, la construcción de un poder popular en en que asentarse frente al negarlo y esperar fidelidad acrítica y la falta de decisión para tomar el poder , en lugar de limitarse a ocuparlo.   

14 de mayo de 2016

ANGUITA, ¡LA PASTILLITA!

Por Marat

Soy de los que pega patinazos gloriosos. Con él pegué uno antológico. Fui uno de los delegados de Madrid al XII Congreso del PCE y, aunque en este partido el voto por delegación no era algo inflexible (los elegidos por un territorio no tenían porqué llevar una posición en bloque), al menos en mi época, en ningún momento oculté que apostaba por él como Secretario General del PCE.

Me reservo para mí lo que en ese congreso vi y cuánto me enseño, a mis 26 años, sobre las pequeñeces de la política.

Mi primer contacto personal con Julio Anguita, en la Puerta del Sol -faltaba mucho para lo de las manitas- me hizo caer los palos del sombrajo y me demostró que, si no tonto con avaricia, yo era un ingenuo de marca mayor.

El PCE tenía ya por entonces una pirámide de edad de su militancia muy envejecida y Anguita, como todo político vendecrecepelos -todos los “buscavotos”-, quería darse un baño de masas juvenil repartiendo octavillas, como presentación callejera ante “el pueblo soberano”, como le gustaba decir.

En un momento del reparto se dirigió a mí y me dijo, clavando su pupila en mi pupila, “Fíjate. Me piden autógrafos. Como si fuera Jesucristo”, seguramente tomándome por más gilipollas de lo que era. Es decir, un tío que ha sido Alcalde de Córdoba, por mucho que la ciudad sea pequeña y el edil sea un tanto vecino, ¿no está acostumbrado a las manifestaciones de admiración popular? Aquello, para alguien que siempre le ha asqueado el culto a la personalidad de dirigentes, líderes y lidercillos, me produjo una decepción infinita mezclada con una sensación de que estaba ante alguien con un ego estomagante. 

Por entonces yo ya había leído aquello del esclavo que iba tras los desfiles de César diciéndole lo de “respice post te, hominem te esse memento” (“Mira hacia atrás y recuerda que sólo eres un hombre”). Unos años después, su mesianismo de chiflado narcisista ("Hay que llevar a don Quijote a los Presupuestos Generales del Estado". Y a ti al manicomio, majo), junto con el hartazgo por las broncas internas que había vivido desde 1976, me condujeron marcharme en silencio.

Luego ya tuvo piezas inigualables como aquella, recién elegido candidato de IU a las elecciones generales de 1986, que aunque la sacó de su postración electoral, no era precisamente como para afirmar “me siento psicológicamente presidente de gobierno”
Fue entonces cuando el periodista Fernando Poblet, de RNE, dijo en su programa libre y anárquico “Las mil y una”, dentro de su aguijoneante sección “Prensa hidráulica”, aquello de “con Anguita se cumple la máxima de que un interesante político local llega a Madrid y un extraño hechizo de la capital hace que se comporte como un gañán”.

Tampoco se quedó manco Anguita cuando dijo "Soy inmune al desaliento, cómo los antiguos falangistas antes de ser corrompidos por Franco, con quien coincido además en la reforma agraria y en la nacionalización de la banca". Lo de la querencia por la Falange le venía de muy lejos, tanto que de joven recibió el premio José Antonio Primo de Rivera por un texto hagiográfico sobre el personaje. Él mismo admite que en su juventud vistió la camisa azul mahón.

A partir de ahí la cosa fue a peor, a pesar de que su carisma aún lograse tiempos dulces para su formación política (1993 y 1996 que, aún así, no le permitieron a IU quitarse de encima la maldición de no ser capaz de romper el límite de los 23 diputados logrados por el PCE en 1979). Difícil embate para una Izquierda Unida que quería hacer del sorpasso al PSOE su objetivo y que, retóricas aparte sobre el famoso hilo rojo anguitiano, fiaba su proyecto al triunfo electoral.

Llegaría por esa época su jugueteo con Pedro Jota Ramírez. No hablo de ninguna pinza. El PSOE se la habría ganado a pulso, si la hubiese habido. Digo que si EL PAÍS te niega el pan y la sal, se construye poder por la base, pero no te entregas a la derechuza mediática más reaccionaria.

Eran tiempos en los que Anguita soltaba perlas del tipo “Algún día el alma inmortal del PCE transmigrará en IU”, mientras parecía levitar a dos palmos del suelo. Profética frase: hoy el PCE e IU, escoltados por sus direcciones, transmigran en Podemos. Pero de alma inmortal nada. Los han matado desde el reformismo y el oportunismo más zafios.

Su mejor acierto fue la posición que abanderó contra el Acuerdo de Maastricht, origen de de la Europa de contención del déficit que hoy tenemos, más allá e independientemente de la crisis capitalista actual. Bien porque se adelantó a su tiempo, bien porque IU no supo transmitir el significado real de lo que se nos venía encima, fue un potencial de lucha no explotado por esta organización.

Luego la crisis de los social-liberales de Nueva Izquierda (toda involución ideológica tiende a reivindicar la palabra “nuev@”), que tuvo como una de sus coartadas precisamente la diferencia de posiciones respecto a Maastricht, de la que él no fue responsable, sino los propios liquidadores en su camino hacia el PSOE y sus sucesivos infartos que le dejarían fuera de combate como Coordinador General de IU. Ese fue un momento que Paco Frutos aprovechó para demostrar, una vez más, una de tantas, su soberana incompetencia; esta vez en su función de sustituto a la candidatura de Presidente del Gobierno (2.000), pactando a lo Garzón, con Joaquín Almunia (PSOE) y llevando a IU a un fracaso electoral estrepitoso (8 diputados). Otros vinieron que hicieron bueno a Paco Frutos, ¡eh Garzón! (2015, 2 diputados). 

A Anguita su retirada tras el infarto no le sentó bien. En lugar de aprovechar su retiro de la primera línea de la política para estar callado, por "no despejar las dudas definitivamente", que decía Groucho, y aprender un poco de humildad, fue cuando empezó con aquello de la gran importancia de la Constitución y los Derechos Humanos, cuestiones de las que enseguida hablaremos.

Quizá por su pasado profesional como pedagogo, quizá por su extraordinario ego, le pasó lo que al “maestro Siruela (no ciruela), que no sabía leer y puso escuela”. Negar que tras su ampulosidad retórica haya una cierta pátina de erudición sería estúpido por injusto -otra cosa muy distinta es que sepa de verdad de qué habla, que es lo que hace al culto- pero a partir de entonces, y quizá por la falta de organización que le respaldase, quedó patente que Anguita era uno de esos con mucho empaque y poco fondo.

Sus grandes “aportaciones teóricas” vinieron después de dejar sus cargos en IU y en el PCE

La primera de ellas fue la idea de que “cumplir la Constitución” era revolucionario, precisamente de una Constitución que consagraba la economía capitalista, la Monarquía y “la unidad indisoluble de la nación española”. Para Anguita la parte de derechos sociales de la Constitución (trabajo, vivienda, sanidad, educación, pensiones,…) era la base de su potencial “revolucionario”.

Volvamos a la cuestión de ser erudito o culto. Si Anguita tuviera suficiente cultura política sabría que en una Constitución hay artículos imperativos (les acabo de citar tres) y otros que son potestativos. Es decir, que están ahí para hacer bonito y pasárselos por...Salvo que el señor Anguita sea un cínico y un demagogo peronista como su amigo Pablo Iglesias, al que no hace mucho comparó con Lenin ("Pablo Iglesias es un sabio adaptador de Lenin a las circunstancias actuales"). Hace poco, como se da cuenta, de que le hacen poco caso, por no decir menos que el lobo a la zanahoria, ha vuelto con la matraca constitucional: "Muchos rojos imbéciles hablan de cambiarla. No, tío, primero cumple esta y luego la cambiamos" Dí que sí, campeón, haciendo amigos.

Pero para demagogia, la perla que acaba de regalar al mundo. En pleno estado de “delírium trémens”, ha comparado al también militante OTANista de Podemos, hombre de confianza de Washington, según reveló Wikileaks, y ex JUJEM con Zapatero, con el comandante Chávez. Interrogado sobre la negativa de la dirección de IU Almería de que Julio Rodríguez fuese en la lista común con Podemos, respondió: "También hay militares de izquierdas, como Chávez" y se quedó, como siempre que suelta una de sus necedades, más ancho que largo.

Otra aportación anguitiana es considerar que con el cumplimiento de los derechos humanos se cambia radicalmente el mundo: "Yo, que soy comunista, hace tiempo renuncié a plantear el comunismo como alternativa o el socialismo, porque eso no llega a la gente. A la gente sí le llega un derecho humano". Aquí entramos ya no en la erudición vs. cultura sino directamente en la burrície. 

Además de que la Declaración Universal de los Derechos Humanos es puramente potestativa, salvo en los artículos que a USA le interese exigir a otros países, mientras los viola ella misma, es que Anguita olvida lo principal: que aunque el articulado de dicha declaración consagra derechos sociales (consecuencia del pacto entre los aliados tras la II G.M., entre los que la URSS era claramente la potencia que derrotó al nazismo, a la que era inevitable conceder un reconocimiento en lo “social”), lo cierto es que el componente económico de esta “constitución universal” deja claro qué sistema consagra:

Artículo 17
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad

¿Quién define qué es arbitrario? ¿La expropiación sin indemnización de los medios de producción en un proceso revolucionario lo sería?

A pocas entendederas que se tenga, se comprende fácilmente que la consagración del capitalismo como sistema económico basado en la lógica del beneficio y la acumulación, es la causa principal por la que los derechos sociales se convierten en puramente potestativos. Y ya no les digo en épocas de crisis capitalista y trasferencia a cascoporro de las rentas del trabajo al capital.

La tercera aportación teórica del gran Julio, quizá la más relevante de todas ellas, por su riqueza paradigmática, plagada de "significantes vacíos" a rellenar -doy las gracias a Laclau (de forma póstuma) y a su monaguillo Errejón por tamaña boutade- con lo que a usted le salga del níspero, fue la siguiente:

"Lo único que os pido es que midáis a los políticos por lo que hacen, por el ejemplo, y aunque sea de la extrema derecha, si es un hombre decente y los otros son unos ladrones, votad al de la extrema derecha. Eso me lo manda mi inteligencia de hombre de izquierdas. Votad al honrado, al ladrón no lo votéis aunque tenga la hoz y el martillo."

Este tipo de argumentos, válidos para cuñados en cenas de Navidad son, además de rastreros y fascistas, de una simpleza desgarradora. Veamos:

a) Admitir a un sujeto de extrema derecha como modelo a votar porque es “honrado” es burlarse del sufrimiento humano causado por los 40 años de fascismo en España o del carácter intrínsecamente perverso y asesino del nazismo. No me sorprende este tipo de argumentaciones en alguien que fue falangista en su juventud. Me sorprende mucho más, aunque no hasta el punto de hacerme caer de espaldas, que este señor llegase a ser secretario general del PCE, Coordinador General de IU y candidato por esta coalición a la Presidencia del Gobierno. Y digo que no me hace caer de espaldas porque IU siempre fue socialdémócrata, lo mismo que el PCE desde 1956 (“política de reconciliación nacional”).

b) El comunista que es ladrón no es comunista, por mucha hoz y martillo que se ponga, porque demuestra no ser coherente con sus supuestos principios, contrarios a la apropiación privada de lo público, que es de lo que está hablando el señor Anguita.

c) Sitúa a Anguita, en la práctica, en la creencia de que las urnas son el camino para cambiar el mundo y a la honradez como una cuestión personal y no cómo algo que tiene que ver con la “acumulación (capitalista) por desposesión” de la que habla Harvey y que explica las razones profundas de los procesos de de privatización no sólo de servicios sino también de funciones que hacía en el pasado la administración y que hoy subcontrata a empresas privadas. Busquen aquí las causas de la mayor parte de la corrupción institucional, y en el carácter de clase del Estado, y déjense de atender a la moralina de charcutero del señor Anguita.

La mayor parte de estás “anguitadas” de don Julio pertenecen a la época en la que, no pudiendo vivir sin practicar el mangoneo y el liderazgo, creó el Colectivo Prometeo (un guiño la pedantería de su frase “la izquierda disputa a dios la capacidad de crear”, en línea con Prometeo que robó el fuego sagrado a los dioses para dárselo a los hombres).

De ahí arrancaría el Frente Cívico Somos Mayoría, conocido como Frente Cívico, y uno de cuyos fines era expandir el ciudadanismo y la transversalidad, no sólo social sino también ideológica, al estilo del 15M, para lo que contó con la inestimable colaboración de personajes como el cómico Juan Carlos Monedero (el de “Podemos es una maquina de amor”, el tránsfuga intrigante Manuel Monereo y otros tan turbios y de extraños tránsitos políticos, que no ideológicos, como el nazi Jorge Verstrynge, hoy en Podemos. Verstrynge, ex asesor de Paco Frutos, admirador de Marine Le Pen, como él mismo ha confesado (escúchenle en este vídeo a partir del minuto 12:43), escribió un informe en 2008 sobre inmigración donde además de regarlo de absurdeces (y quién sabe de qué cosas más) mostró su lado más abiertamente racista.


No sé a ustedes pero a mí me ha hastiado demasiado hablar tanto de este personaje y sus “anguitadas” o “anguiteces” y sólo me queda decirle “Anguita, ¡la pastilla!”

13 de abril de 2016

LA MENTIRA MEDIÁTICA Y LA SOCIEDAD MANIPULADA

A Shangay Lily, maricón, valiente, defensor de toda causa humana, revolucionario incluso contra nuestras eternas verdades, comunista avant la lettre, periodista del que algunos se alegran de haberse librado, icono del que buscan aprovecharse miserables que combatió. Amigo, frente al que, cabreado, a veces no tuve razón

Por Marat
1.-El obsceno relato que nos cuentan del mundo en el que vivimos:
La información puede ser veraz o parecerlo pero nadie pretenda que sea cierta.

Allá donde empieza el derecho de empresa acaba el derecho a la información. Los medios de comunicación, también los grandes proveedores de servicios digitales que hoy entran en la batalla comunicativa así como los agregadores de noticias y las redes sociales son empresas y, como tales, están participados por socios financieros, acciones cruzadas de terceras empresas y consorcios muchos de ellos ajenos al mundo informativo.

En relación con la realidad y con el modo en que ésta es transmitida y comunicada tienen intereses concretos; en primer lugar económicos, en segundo políticos e ideológicos.

El objetivo de la información es “recrear” la realidad, ajustar la versión que se da de la misma y la que hemos de aceptar como válida y cierta de acuerdo a los intereses del poder. Se trata de hacer coincidir la parte de la realidad que se cuenta y el modo en el que se cuenta con los intereses del poder económico y político, manteniendo lo disonante con dichos intereses como zonas “penumbra” o directamente en la oscuridad.

Hoy la mentira mediática alcanza tal dimensión que información y publicidad -nombre éste último que intenta dignificar al término de “propaganda”- se unen en el concepto comunicación, donde la verdad no es un objetivo de la misma sino la persuasión.

Cualquier tratado de periodismo le dirá que las funciones de los medios de comunicación son, junto a la de informar, las de formar la opinión, persuadir y educar o socializar, junto, cómo no, a la de entretener. Si se fijan ustedes, las funciones de formar la opinión del público, persuadir, y educar o socializar podrían resumirse muy bien en la de manipular a sus audiencias.

Mucho se ha mentido, manipulado, engañado, desinformado desde que el magnante de la prensa William Randolph Hearts dijera a su ilustrador Frederick Remington aquello de “usted facilite los dibujos, que yo pondré la guerra”, cuando éste le telegrafió que en Cuba todo estaba en calma y que quería volver a Estados Unidos.

En estos días han aparecido en diversos medios unos cuantos ejemplos del modo en el que los medios de comunicación manejan a la opinión pública.

Así el diario El Mundo, después de que militantes de izquierdas bolivarianos denunciaran la trampa de hacer pasar la fotografía de un supermercado neoyorkino de Agosto de 2011 como prueba del desabastecimiento actual de dichos establecimientos en Venezuela, informaba profusamente sobre la cuestión con un titular que no dejaba lugar a dudas: “La foto icónica del desabastecimiento en Venezuela se hizo en Nueva York”.

Dado que la nueva forma de censura del gobierno corrupto y semifascista del PP no permite reproducir gratuitamente textos o enlaces a las noticias digitales, les suguiero que ustedes mismos, si tienen algún interés en ello se tomen la molestia de buscarlo en Internet.

La noticia de El Mundo se hace eco de cómo el primer rastro de trucaje fotográfico se produjo en un blog conspiranoico, El Blog de Skiper, que manipuló la imagen fotográfica para colar como desabastecimiento por la situación económica y política en Venezuela lo que era una circunstancia ligada al desabastecimiento por la afluencia masiva de consumidores ante el temor al huracán Irene. Llamativamente ahora, tras la denuncia aparecida en multitud de medios internacionales, el blog conspiranoico parece haber cambiado la fotografía y puesto la inicial, propiedad de la agencia Reuters, con el fin de hacer desaparecer la manipulación fotográfica, que posteriormente ilustraremos en imágenes.

Presentamos en la parte superior la imagen tal y como apareció la noticia por primera vez en Reuters y debajo la manipulación efectuada con el objetivo de descontextualizarla y facilitar así su atribución a una situación producida en otro país.


Como puede apreciarse en la foto inferior, la parte de arriba de la misma ha sido recortada para dificultar la lectura de los carteles escritos en inglés que cuelgan del techo del establecimiento. Huelga decir que el idioma de Venezuela, en el que se rotula también la publicidad, es el español.

Ni que decir tiene que muchos medios escritos latinoamericanos prefirieron reproducir la foto manipulada-que la realidad no nos estropee una noticia interesante, sobre todo si pensamos en para quiénes y con qué objetivos- que la original de una agencia tan importante y con tanto eco en el continente americano como Reuters.

Tampoco dude nadie de que aún hay sectores de la oposición golpista venezolana que siguen utilizando la imagen en la esperanza de que haya aún personas que no conozcan esta manipulación.

Es un asunto mucho más antiguo pero, ya que de Venezuela hablamos, en Enero de 2013 el diario español El País quiso aparecer internacionalmente como el gran abanderado del antichavismo, publicando una supuesta fotografía del entonces Presidente venezolano, Hugo Chávez, en lo que parecía una intervención quirúrgica a vida o muerte.

La fotografía, repleta de marcas de agua digitales con el nombre del digital (en su versión papel creo que no llegó a aparecer) fue una cantada. Lo que cabe interpretarse como ardiente deseo de rápida resolución del “problema venezolano” por la vía biológica hubo de esperar un tiempo porque la fotografía, que verán ustedes más abajo, era un bluf, un engaño de aficionado al periodismo de ficción (Tomasso Debenedetti) que se la había vendido al diario por una jugosa cantidad, la cuál nunca fue aclarada, y que el aludido había sacado de la fotografía de un vídeo de youtube de 2.008 llamado "Intubación de agromegalia AMVAD: 

En el minuto 2.29 el fotógrafo hizo una captura de pantalla del vídeo que le envío a El País. Lo curioso es que este sujeto se había inventado ya por entonces la muerte de Gabriel García Márquez y entrevistas a varios Premios Nobel y al Dalai Lama. Cuesta entender que, con este currículo, y los medios disponibles de investigación, al alcance de un clic en buscadores, El País picase. Quizá pensó que picarían sus lectores, cosa que no sucedió.


Todo lo anterior sea dicho más allá de lo que me parezca la dirigencia nacional venezolana tras la muerte del comandante Chávez.

Pero la manipulación y la mendacidad periodística tiene múltiples formas.

A través de un texto publicado hace unos días en el blog Grupo Antimilitarista Tortuga, titulado http://www.grupotortuga.com/Siria-la-guerra-mal-contada supe de una historia rocambolesca sobre la que decidí rastrear un poco por mi cuenta.

En febrero de 2011 empezó a publicarse un blog, cuya totalidad de entradas al mismo han sido eliminadas, aunque ha dejado el rastro de su dirección URL (http://damascusgaygirl.blogspot.com/), cuya traducción al castellano vendría a ser “una chica lesbiana en Damasco”, que hablaba de las maldades del gobierno sirio, y de su Presidente al-Assad, y de cómo la supuesta chica lesbiana siria, Amina Arraf era su pretendido nombre, tenía que vivir su sexualidad a escondidas de la persecución del régimen de su país, mientras participaba en manifestaciones contra el mismo. Ya saben, esas manifestaciones pacíficas, con policías muertos, que dieron lugar a los “moderados” Al Nusra (Al Qaeda) y Estado Islámico (DAESH).

El 6 de junio de ese mismo año apareció en dicho blog una entrada, firmada por una supuesta prima de la tal Amina, Rania O Ismail, que contaba que la bloguera había sido detenida. La noticia fue reproducida en multitud de medios mundiales y se llegó a organizar una campaña para su liberación, algo lógico si pensamos en la solidaridad con las víctimas que provoca cualquier opresión que no tenga que ver con la base material de la sociedad, con la realidad económica y la desigualdad y explotación en la que se sustenta el sistema capitalista. Éstas últimas importan un carajo a la inmensa mayoría de las gentes, incluso a las explotadas por ese mismo sistema económico.

Pues bien, la tal Amina Arraf nunca existió, aunque aparecieron múltiples fotografías que la identificaban como tal, hasta que la persona real cuyas fotografías estaban siendo utilizadas para dar vida a un ser inexistente, la croata Jelena Lecic, denunció que sus fotos habían sido robadas de su perfil en Facebook. Ni que decir tiene que Jelena Lecic nunca había estado en Siria, no conocía a la tal Amina -cosa difícil- y por supuesto, nada tenía que ver con su blog.



Pronto se descubriría que el autor real del blog era un estadounidense con barba, de 40 años, llamado Tom McMaster, que decía estudiar un master en la Universidad de Edimburgo, Reino Unido.


Sobre el tal Tom McManister hay algunos datos interesantes en el sitio SOTT, en un artículo que aparece bajo el título La sangrienta revolución siria patrocinada por la CIA - ¿Una distracción? Si algo queda claro en este texto es que quien crea que Tom McMaster era un simple imbécil y no un esbirro al servicio del imperialismo es ser tan cretino como él.

Pero si de todas las mentiras que recientemente han llegado hasta mí tuviera que hacer un apartado especial, sin duda el caso de los Panama papers o Papeles de Panamá se llevaría la palma. Y no por lo que cuenta sino por lo que deja de contar, como es el caso de La Sexta y de todos los demás medios, con la excepción de vozpopuli y de El Confidencial, el cuál desvela lo escamoteado con sorprendente cinismo y transparencia.

El día en que estalló el turbio asunto de los Panama papers tuve la sensación de que la prudencia a la hora de juzgar aquella filtración me invitaba a callar. Sentí una mezcla de alegría e ira por todos los políticos y “famosos” que aparecían en la lista los cuáles, en mi opinión deben pagar en dinero, con intereses añadidos, inhabilitación de por vida en el caso de quienes ocupan cargos públicos y cárcel, siempre que se demuestre que han estafado al fisco y se lo han llevado crudo. Pero, a la vez, esperaba que lo que los medios iban filtrando en una entrega por capítulos aclarase algo de las 200.000 empresas que, en los primeros momentos fueron señaladas como clientes de la firma panameña Mossack Fonseca, especializada en empresas offshore para la evasión de impuestos y capitales. De esas empresas seguimos sin saber nada al día de hoy, salvo que sean pantallas de particulares. Nunca de empresas reales.

Una localidad norteamericana martilleaba mis oídos cuando se hablaba en los informativos de los papeles de Panamá y del carácter de este país como paraíso fiscal: Delaware. Pero Delaware es uno de los 50 estados USA y, aunque se le señalaba como paraíso fiscal, no estaba en Panamá. Se hablaba de cosas distintas en La Sexta y en otras televisiones pero no se conectaban los datos. Con un poco de esfuerzo acabé sabiendo que Delaware es uno de los muchos paraísos fiscales del mundo ¡Vaya!


Muchas personas que dudan de las versiones oficiales empezaban a cuestionar la versión oficial de aquellas filtraciones.

Aquél artículo hablaba de que los intereses de los paraísos fiscales USA estaban detrás de la operación de filtración de los nombres de políticos y famosos pero, casualidad, no de empresarios internacionales, a pesar de haber 200.000 empresas constituidas entre los clientes de Mossack Fonseca. El socio Mossack es hijo de un nazi evadido tras la II G.M. Edhard Mossack. Pero no nos perdamos en esta “zanahoria”, que sospecho que tiene ramificaciones destinadas a desviar la cuestión central.

Dicho artículo señalaba también que el primer medio que accedió a dichas filtraciones fue el periódico alemán Süddeutsche Zeitung’ que, si ustedes comprueban tiene un largo historial de amor con George Soros a través del ICIJ (Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ, por sus siglas en inglés).

En el listado de periodistas en nómina del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ, aparece el nombre de Hans Leyendecker, editor, no un simple periodista de Süddeutsche Zeitung’ (https://www.icij.org/journalists/hans-leyendecker) Es decir, lo de que el diario alemán se lo pasa al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ es pura mentira, por cuanto no hay transacción periodística sino disimulo de la fuente que cobra del mismo sitio que cobra todo el Consorcio, de, entre otros Open Society Foundations y la Fundación Ford (el de los coches y el fordismo, que quizá haya que aclarar conceptos a quien esté dispuesto a mantener su mente vaga).

Esto lo rebela el citado artículo pero también el propio Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ en su página que explica el conocido quiénes somos (https://www.icij.org/about), en concreto en el apartado titulado en inglés “Our supporters”


Pero como el inglés no llega a todos, como la voluntad de muchas personas de negar los hechos es superior a lo que pueda contarse desde esa página, ¿qué negación podremos hacer de lo que “informa” El Confidencial, uno de los dos medios españoles que publicaron los papeles de Panamá (el otro es La Sexta que, como siempre, esconde sus miserias de tener entre sus financistas a George Soros)

En un artículo del periodista Nacho Cordero, titulado “Los papeles de Panamá y el papel de la prensa independiente: el ‘making of’” pueden encontrar ustedes la manifestación más obscena y cruda del cinismo que puede permitirse el lujo de ser muy sincero, salvo en lo de “prensa independiente”.

No sólo cuenta cómo lo hicieron, salvo la parte de obtención de datos, que bien podría tener con lo que aquí se recoge de un texto sumamente sugerente (http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2016/04/la-maldicion-del-hacker-un-cuento.html) sino que se recrea en agradecer personalmente a George Soros y a la Open Society Foundations (OSF) su labor (27,6 millones de dólares donados al famoso Consorcio) su lucha para conseguir un periodismo independiente, al que no duda en calificar como, “simplemente periodismo”.

Imagino que promover una organización terrorista como CANVAS para destruir la antigua Yugoslavia, promover el Maidan nazi en Ucrania, pegar pelotazos capitalistas en todos los países del ex llamado socialismo real en Europa, casi arruinar la libra esterlina en los 90 y machacar la economía de los países que fueron conocidos en su día como los tigres asiáticos les parecerá a estos paladines de la libertad de prensa, parte de ese camino hacia la libertad.

El día 11 de abril otro medio confidencial, El Confidencial Digital titulaba “Los ricos españoles abandonan Panamá y escapan a un nuevo paraíso fiscal: Estados Unidos” . La jugada perfecta que muchos habían entendido desde el primer momento adquiría todo su sentido: el objetivo de la operación no era hacer limpieza de políticos corruptos, por supuesto tampoco que capitalistas pagaran, aunque hubiera que sacrificar algunos peones menores de uno u otro tipo, sino ir cerrando algunos chiringuitos o, mejor dicho, deslocalizándolos, para abrir otros donde de verdad importa, en USA.


Hace dos días comiendo con mi hijo, éste me dijo: “lo terrible de todo esto es que no descubres nada que ellos oculten, que está a la luz de quien quiera verlo y que, aún así, la inmensa mayoría de las personas no se enterarán y, si se enteran, no entenderán su significado”. No me asombró su inteligencia, que conozco muy bien. Tampoco lo que venía a decirme. Lo sé desde hace mucho tiempo. Simplemente sentí, una vez más, como tantas anteriormente, que quienes luchamos frente al desorden criminal del capital estamos condenados a ser moscas que se golpean frente a un cristal imposible de romper.

2.-Lo peor no es la profusión de la mentira. Lo peor es la omnipotencia del poder mediático
Quien pretenda ir de limpio en esta jugada es demasiado estúpido o excesivamente hipócrita.

En la comunicación -nótese que no hablo de información- todos intentamos llevar el agua a nuestro molino.

Aún recuerdo un artículo mío respecto al que cierto memo autodenominado “expertomilitar” -manda huevos- del lugar de concentración de los trolls, se quejó de una afirmación mía en relación con un portaaviones chino que se aproximaba a Siria. Pues bien, llegó:


Los desmentidos posteriores chinos o rusos, cumplen la función que cumplen, distinta a cualquier troll, que sólo se entretiene.

El gran problema que nos derrota a todos ante la comunicación, que desde luego no es información cuando se mezcla, sin aviso previo, con opinión, manipulación, ficción/dramatización (representación, cada vez menos avisada en los medios, de un suceso representado tal y cómo se supone que sucedió), recreación e “imaginación”, además de mentira directa y ocultación, es éste: la concentración oligopólica de los multimedia en Occidente: 1.500 periódicos, 1.100 revistas, 9.000 estaciones de radio, 1.500 televisiones, 2.400 editoriales: ¡Todo controlado por sólo seis trasnacionales! (http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2016/04/wikileaks-denuncia-george-soros-de.html)

Aquí se expresa la verdad del conjunto de mentiras, medias verdades, y engaños de los medios de comunicación.

Frente a ello tenemos la realidad de un mundo explotado que trabaja 8 o muchas más horas, una parte de ellas sin cobrarlas, que tiene vida propia, hijos, hipotecas y mucho cansancio mental para ponerse a investigar si le engañan o no.

Si además de todo ello, quienes deben sostener un discurso crítico y ofrecerle otras versiones de la verdad, se alimentan del mismo estiercol con el que nos alimenta el capital, si además una buena parte parte de esa disidencia puede que esté penetrada, puede que la cosa de desvelar el mundo real sea difícil.

Valga un ejemplo.

Volvemos al asunto del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ. ¿Han oído hablar de Mediapart?. Les cité a ese medio francés, ligado a un trostkista, en un artículo sobre la Nuit Debout: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2016/04/vuelve-el-ilusionante-juego-del-bucle.html

¡Vaya! De los 4 periodistas franceses que el Consorcio de Soros tiene en nómina, tenemos que 2 de ellos están ligados a Mediapart, uno a France 2 y otro es un freelance.

Si entran ustedes en la parte de periodistas del ICJC (https://www.icij.org/journalists/a) y se van a la letra A, encontrarán a un tal Fabrice Arfi, de Mediapart. Y si van a la letra L (https://www.icij.org/journalists/l) se encontarán también con Karl Laske, igualmente de Mediapart


Pues bien, si tienen interés en seguir investigado les propongo que vean hasta qué punto Mediapart no es un medio de comunicación más en la promoción de la Nuit Debout sino un elemento principal de la misma ¿Coincidencias? Lo dejo a ustedes.

3.-¿Cómo combatir todo esto?
Si de verdad tengo lectores y cómplices, dejo este apartado en vuestras manos porque a mí me supera y me siento incapaz de dar respuestas. Pido ayuda.


10 de diciembre de 2015

IZQUIERDAS 3 VECES ESTÚPIDAS: FRANCIA, ARGENTINA, VENEZUELA

Por Marat

Hace algún tiempo que he decidido no fustigar a nadie con mis larguísimos textos de 11 a 16 páginas. Prometo cumplir la promesa también esta vez. En algún momento habré de recuperar aquellas largas reflexiones para mostrar que lo que parece evidente no lo es tanto, que vivimos bajo la lógica de las ideas dominantes del capital y trataré de desmontar sus falacias. Hoy será algo más apresurado. Una especie de lunch para adelantar algunas conclusiones sobre lo que le han pasado a las opciones “anticapitalistas” en estas breves y recientes semanas.

Grecia debió haber enseñado algo sobre la diferencia entre ganar unas elecciones y tomar el poder. Voy a aclarar por enésima vez qué es ocupar el poder:

La Comuna ha demostrado, sobre todo “que la clase obrera no puede simplemente tomar posesión de la máquina estatal existente y ponerla en marcha para sus propios fines. ” (Manifiesto Comunista. Marx y Engels. 1848).

Si te fijas en el último capítulo de mi 18 Brumario, verás que expongo como próxima tentativa de la revolución francesa, no hacer pasar de unas manos a otras la máquina burocrático-militar, como venía sucediendo hasta ahora, sino demolerla. Y esta es justamente la condición previa de toda verdadera revolución popular en el continente” (carta a Ludwing Kugelman. Karl Marx)

En esa carta fue donde Marx expresó la idea de “tomar el cielo por asalto” o “asaltar el cielo” -según traducciones- en referencia al intento de la clase obrera parisina de tomar el poder en la insurrección de la Comuna de París de 1871 tras la derrota de Napoleón III en la Guerra Franco-Prusiana. Obviamente no se refería a ninguna coleta que en año y medio pasó de incendiario del sistema a bombero preventivo de cualquier intención socialmente pirómana que pudiera aparecer en un hipotético futuro, razón por la cuál esta siendo recompensado por el capital y sus voceros.

Francia tras tal intento revolucionario, por incompleto que fuese, no ha conocido ningún otro momento que mereciese tal nombre, salvo para los hijos universitarios de la pequeña y mediana burguesía que empezaron una protesta más de indigestión que de rabia. Lo llamaron Mayo del 68 y se inició porque a los chicos de los colegios mayores no les dejaban pasar a follar con las chicas de las habitaciones cercanas. Tiempo libre+aburrimiento+rebeldía generacional (no revolución, que es otra cosa)+ “picores” acaban dando una revolución “al pedo”, que dirían los argentinos.

En nuestra Europa, a la clase trabajadora no le ha hablado nadie en muchos decenios, salvo para pedirle el voto (ya no la nombran para tal cosa) o pedirle los sindicatos mayoritarios que apoye una huelga que pronto abandonarán a la primera oferta de pacto social mínimamente ventajosa para la aristocracia obrera que dirige esas organizaciones.

Hoy Francia es un país que avanza hacia una fascistización moderna que guarda las formas del discurso; un fascismo que muchos tildarían de civilizado porque ya no viste de Hugo Boss sino de Cacharel; un fascismo que, como en los años 30 en Alemania, roba sus ideas a los comunistas. Con una terrible y desoladora diferencia: los supuestos comunistas oficiales y pseudoziquierdistas europeos han renunciado a las ideas que en el pasado defendieron los viejos comunistas y que denunciaron como intento de usurpación por parte del fascismo y del nazismo.

Hoy, mientras las izquierdas ex comunistas, los falsos izquierdistas y los social-liberales se han convertido en defensores del orden republicano y burgués, en Francia y en toda Europa los neofascistas y los neonazis aparecen como las voces que gritan la rabia social que ya las izquierdas de origen obrero no hacen.

Sí en 2013 el Front National defendía la salida de Francia de la OTAN, ¿creen ustedes que alguna de esas izquierdas defendía tal cosa? NO.

El Front National de Marine Le Pen postula la nacionalización de grandes sectores productivos, los impuestos a grandes fortunas,la salida de la UE y las coberturas sociales a los sectores más desprotegidos de la clase trabajadora.

No hay dirección política de la rabia desde las ex izquierdas francesas, hoy casi tan partidarias del orden republicano como los Republicanos de Sarkozy.

La ex izquierdas francesas, como las españolas, tampoco apelan a las necesidades subjetivas de la clase trabajadora ahora defienden un concepto vomitivamente neutro y burgués: los ciudadanos. Hace ya muchos años que Marx y Engels explicaron que la burguesía creaba conceptos universales, aparentemente para el conjunto social, con el fin de imponer sus propios intereses de clase. El ciudadanismo escamotea la existencia de clases sociales y sus antagonismos dentro de esa ciudadanía. ¿Les suena a los españoles de IU y de Podemos esta basura ideológica que les venden en torno a la Constitución sus partidos en lugar de hablar de explotación y de lucha de clases? De lo que en profundidad significan estos conceptos no podría hacer piedra de toque ningún partido fascista. He aquí un territorio de lucha política, si se quisiera defender y, si al hacerlo, no se estuviera defendiendo mera terminología vacía de contenido sino un proyecto de derribo del capitalismo.

El punto de antagonismo actual entre el fascismo europeo y la racionalidad es la xenofobia, el racismo y el antiislamismo de los que el Front National hace bandera.

Convertida en una corriente de opinión pequeñoburguesa, bienpensante y “civilizada”, la “izquierda sistémica” francesa, tan repulsiva y acobardada ideológicamente por el empuje reaccionario como la española y europea, recurre a los lugares comunes progres y “cumbayás”. Defiende, no a los árabes en tanto que tales, sino a los musulmanes, cuando pide laicismo interno en sus sociedades. Ignora que oponerse a la guerra de religiones no es aceptar que el fanatismo religioso cree “zonas liberadas” en las zonas deprimidas de las ciudades y abandona la visión unitaria de clase que impida que los desposeídos caigan en ocasiones en las peores respuestas posibles. Cuando no existe una voluntad laica de emancipación de la explotación capitalista y de voz para los marginados sociales que unifique a todos ellos por encima de credos, culturas y etnias, lo peor está por llegar.

Esa izquierda francesa. española y europea ha dado lugar, en el mejor de los casos, a un “Sos Racismo” moñas del tipo “no toques a mi amigo”. El día en el que el dirigente del mayor sindicato de cualquier país citados del continente sea un latinoamericano, un árabe o un africano habremos avanzado algo. Sobre todo si no se trata de un asunto cosmético sino consecuencia de que la clase trabajadora, la absolutamente mayoritaria, ya no distingue a los trabajadores por su procedencia sino por la fraternidad que les lleva a elegir a los mejores de la misma como sus dirigentes sin mirar de dónde vienen.

Resultado de todo ese comportamiento político de las “izquierdas sistémicas” francesas: 43% de obreros y 38% de empleados han votado al Front National francés.

Una clase obrera que está desapareciendo y una nueva clase trabajadora cada vez más amplia, como consecuencia de la proletarización de amplias capas profesionales, ya no se reconocen en unas izquierdas defensoras del "status quo" del orden burgués que se conforman con una crítica sin daño al poder del capital. Denunciar la ausencia de “justicia social” no es otra cosa que rogar redistribución de un Estado capitalista que ya ni puede ni quiere redistribuir, pero que no cuestiona la base elemental de la desigualdad: la propiedad privada de los medios de producción y distribución.

Sin integrar a todos los oprimidos, explotados, desposeídos en un proyecto emancipador que acabe con la miseria, la necesidad, la falta de perspectivas y horizontes vitales, sin darles una bandera por la que luchar con todas sus energías, voluntades y esperanzas no se sorprendan que abracen el fascismo y el yihadismo. Les da fuerza por la que morir, cuando una ideología humanista debiera dárselas por la que luchar.

Lo peor de todo es que esas izquierdas, y más aún una sociedad mentalmente entumecida y cómplice de sus verdugos mira al nuevo fascismo con la mentalidad de pensar que ya se han civilizado, en lugar de entender que necesitan tomarse su tiempo para derramar el tarro de sus esencias.

Y ahora hablemos de Argentina y Venezuela.

Saber que un tipo serio y con el intelecto muy bien amueblado como Lula da Silva ha dicho que Podemos me recuerda los el PT de los orígenes en 1980, eso es lo que me parece ahora Podemos en Barcelona o Madrid” me hace pensar en el Lula de las luchas (cuya radicalidad y honradez ninguno de los dirigentes de Podemos alcanzaría) y en lo que ha acabado siendo su partido. Me recuerda al “OTAN de entrada no” de Felipe González y a la asistencia a la reunión antiyihadista de Madrid con Podemos de asistente pero sin su firma o al “le dí caladas -al canuto de hierba- pero no me tragué el humo” de Bill Clinton. La misma estrategia mentirosa de un reformismo hipócrita.

Sí he de reconocerle a Lula da Silva y a Dilma algo que no es posible admitirle al señor de la coleta. Han sido amigos de la revolución bolivariana hasta su final. Ya se ha producido, por mucho que sus herederos no lo admitan. Quizá la clave de esa lealtad esté en que Lula vino de la lucha obrera y Dilma de la guerrilla, mientras Iglesias venía del espacio pretencioso de la Universidad.

En común tienen Argentina y Venezuela una línea política respecto a la que parece que quienes no somos latinoamericanos no estamos en el derecho de criticar: el populismo.

Siempre he sido infinitamente más respetuoso con el populismo latinoamericano que con el europeo, aun estando muy lejos de ambos.

Mientras en Europa el populismo ha dado en el fascismo o le ha abierto sus puertas, en América Latina con frecuencia no ha sido así. En muchas ocasiones ha dado paso a gobiernos que han legislado a favor de las clases trabajadoras, el campesinado y otros sectores populares como los artesanos.

Pero en los últimos 15 años, el populismo se ha alimentado de las tonterías de un peronista como Laclau -lo de su “marxismo” es tan auténtico como la condición intelectual de Monedero- que, a partir de mitos (pueblo, nación, voluntad popular,…) ha construido una enorme ficción donde las clases sociales desaparecían dentro de un “colectivo” nosotros que no habría paso a una auténtica transformación material de la sociedad sino a un movimientismo permanente.

En ese proyecto nacional, y sólo antiimperialista como antineocolonialista (antiimperialismo nacionalista), faltaba una perspectiva de clase desde las que proyectar un sujeto transformador más ambicioso hacia otra sociedad: el socialismo.

Nacidas del pueblo (la nación. La categoría pueblo incluye a todas las clases desde la Revolución francesa), las voluntades del mal llamado socialismo del siglo XXI (Venezuela y Bolivia, principalmente), y apoyadas por sus aliados (Argentina, Brasil, Ecuador,..) dieron un impulso social, económico (en términos de mejora de situación de clase) y político (voces múltiples antes negadas) a los sectores oprimidos y pobres de América Latina, en su conjunto, mucho más allá de las naciones citadas.

Estar con aquellos proyectos era no una cuestión ideológica -había muchas razones para criticar sus insuficiencias- sino de moral revolucionaria. Un comunista formado jamás hubiera llamado a aquello socialismo, ni siquiera repúblicas populares, pero lo que estaban haciendo en favor de los desposeídos debía poner toda nuestra voluntad a su servicio: educación, salud, vivienda, acceso al transporte,…

El período de redistribución de la riqueza social fue muy dependiente en Venezuela y en Argentina de los buenos precios del petróleo y del período de transferencias de capital especulativo desde el centro a la periferia. Ambas cuestiones acabaron.

Hay que decir que Argentina y Venezuela son muy distintas. La primera es sólo la ficha del dominó pensada, alternativamente también Brasil, para hacer caer la ficha, ya derribada de Venezuela, con el objetivo de derribar la cubana o de chinizar económicamente ésta, algo que ya se está produciendo.

El capìtalismo jamás ha sufrido tal crisis pero tiene una vocación de Sansón derribando consigo el templo de los filisteos, mientras asume la posibilidad de acabar medioambientalmente con el Planeta, increíble. Jamás un sistema senil había llegado a tal grado de psicosis. Y con él de casi toda una población mundial cómplice de sus crímenes.

Si Argentina se agotó en el proyecto sempiterno de un populismo que amañaba hacia las clases trabajadoras, pero que sólo atendía a las clases medias, y más allá de las contradicciones del peronismo, de los efectos de la crisis y de los sucios montajes contra Cristina Kirchner, a Venezuela le pasó lo mismo tras la muerte del dirigente que galvanizaba un proyecto de construcción nacional digno pero inacabado, cuyos continuadores mediocres y aburguesados carecieron de la voluntad de dejar de hablar del socialismo y empezar a aplicarlo, pasando a una radicalización de la revolución cuando era posible. Hoy ya no.

Podría ser mucho más crítico hacia la revolución bolivariana. Públicamente no lo haré. La lealtad también pasa porque cierto grado de crítica expresada abiertamente dé un aviso a los compañeros pero no pueda ser fácilmente utilizada por nuestros enemigos.

Argentina volverá sobre su esencia “democrática” en períodos sin golpes: alternancia entre populismo que legisla para las clases medias, sin descuidar su integración en el “sistema global”, mientras ignora a las clases trabajadoras, y disciplinamiento económico bajo la más brutal dictadura del FMI contra las clases populares. No le veo salida a corto plazo.

A Venezuela le puede pasar algo mucho peor. Dependiendo de qué sectores de la MUD se impongan en la nueva situación y de que el PSUV y los sectores de izquierda resistan o no, es posible que se pase a cuchillo a los militantes bolivarianos o que la revolución pacte y se convierta en una especie de FSLN (sandinistas), ajena ya a las razones que la vieron nacer y entregados sus dirigentes a una alternancia caciquil entre élites. Hoy tú, mañana yo. La revolución no merece tal destino. Quisiera pensar en una opción distinta para un proyecto que pudo ser hermoso pero temo que ya ha sido escrito su destino.

Va siendo hora de que los comunistas cada vez tengamos más claro que una cosa son las izquierdas y otra muy distinta nosotros y que el camino de lucha hacia el socialismo pasa, de nuevo, como en el siglo XIX y en XX por diferenciarnos de ellas.