31 de marzo de 2016

ROMPER EL SILENCIO: HA EMPEZADO UNA GUERRA MUNDIAL


John Pilger. TeleSUR

Pocas personas parecen estar enteradas de que el bañador llamado bikini tiene ese nombre para celebrar las explosiones nucleares que destruyeron el atolón de Bikini.

He estado filmando en las islas Marshall, que están en medio del océano Pacífico, al norte de Australia. Cada vez que le digo a alguien dónde he estado me preguntan “¿Dónde es eso?”. Si doy una clave diciendo “Bikini”, dicen “Ah, el traje de baño”.

Pocas personas parecen estar enteradas de que el bañador llamado bikini tiene ese nombre para celebrar las explosiones nucleares que destruyeron el atolón de Bikini. Entre 1946 y 1958, Estados Unidos hizo estallar 66 artefactos nucleares –el equivalente a 1,6 bombas de Hiroshima cada día durante 12 años– en las islas Marshall.

Hoy día Bikini está en silencio, transformado y contaminado. Las palmeras crecen formando una extraña cuadrícula. Nada que se mueva, No hay pájaros. Las lápidas del viejo cementerio son focos vivos de radiación. El contador Geiger aplicado a mis zapatos marcaba “peligro”.

De pie en la playa veía caer el agua verde esmeralda del Pacífico por la pendiente de un enorme agujero negro. Se trata del cráter dejado por la bomba de hidrógeno a la que llamaron “Bravo”. La explosión envenenó a las personas y el medio ambiente en cientos de kilómetros, posiblemente para siempre.

En el viaje de regreso, hice escala en el aeropuerto de Honolulu; en el puesto de la prensa, vi la revista estadounidense Women’s Health (La salud de la mujer). En la portada, una sonriente mujer en bikini y el titular: “Tú también puedes tener un cuerpo bikini”. Unos días antes, en las Marshall, yo había entrevistado a mujeres que tenían muy diferente “cuerpo bikini”. Todas ellas habían sufrido cáncer de tiroides y otros cánceres posiblemente mortales.

Al contrario de la mujer que sonreía en la revista, todas ellas eran pobres: las víctimas y cobayas de una superpotencia rapaz que en estos momentos es más peligrosa que nunca.

Relato esta experiencia a modo de advertencia y para poner fin a una distracción que tantos de nosotros hemos consumido. El creador de la propaganda moderna, Edward Bernays, describía este fenómeno como “la manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones” de las sociedades democráticas. Él llamaba a esto “gobierno invisible”.

¿Cuántas personas tienen conciencia de que ha empezado una guerra mundial? Hoy en día, se trata de una guerra de propaganda, de mentiras y distracción, pero esto puede cambiar en cualquier momento, con la primera orden equivocada o el primer misil.

En 2009, el presidente Obama se presentó ante una multitud en actitud de adoración en el centro de Praga, en el corazón de Europa. Se comprometió a construir “un mundo libre de armas nucleares”. La gente lo ovacionó y algunos lloraban. Los medios derramaron un torrente de lugares comunes. Después de esto, a Obama se le concedió el Premio Nobel de la Paz.

Todo era una patraña. Obama estaba mintiendo.

Su administración ha construido más armas nucleares, más ojivas nucleares, más sistemas de lanzamiento de armas nucleares, más fábricas de armas nucleares. Solo el gasto en cabezas nucleares aumentó más durante el gobierno de Obama que con cualquier otro presidente de Estados Unidos. En 30 años se ha gastado más de un billón de dólares –un millón de millones, es decir, un 1 seguido de 12 ceros–.

Hay planes para la construcción de una bomba nuclear en miniatura; se la conoce como la B61 modelo 12. Nunca ha habido nada parecido. El general James Cartwright, ex vicepresidente del Estado Mayor Conjunto, dijo: “La miniaturización nuclear [hace que el uso de esta] arma sea más posible”.

En los últimos 18 meses, la mayor concentración de tropas desde la Segunda Guerra Mundial –comandada por Estados Unidos– se está desplegando a lo largo de la frontera occidental rusa. Desde la invasión de la Unión Soviética por los ejércitos de Hitler, ninguna fuerza militar extranjera ha montado semejante amenaza demostrable contra Rusia.

Ucrania –una vez integrante de la Unión Soviética– se ha convertido en un parque temático de la CIA. Después de haber orquestado un golpe de Estado en Kiev, Washington controla de hecho a un régimen que está al lado de Rusia y es hostil a ella. Un régimen literalmente plagado de nazis. Las figuras parlamentarias prominentes de Ucrania son descendientes políticos de los conocidos grupos fascistas OUN [Organización de Nacionalistas Ucranianos] y UPA [Ejército Insurgente Ucraniano]. Elogian públicamente a Hitler y llaman a la persecución y expulsión de la minoría rusohablante.

Esta noticia casi no existe en Occidente, o es tergiversada para quitarle la carga de verdad.

En Letonia y Estonia –países vecinos de Rusia– el poder militar de Estados Unidos está desplegando fuerzas de combate, tanques y armamento pesado. Esta provocación extrema de la que es objeto la segunda potencia nuclear del globo es recibida en Occidente sin que se haga oír una sola voz.

Lo que constituye una perspectiva de guerra nuclear todavía más peligrosa es una campaña paralela contra China.

Casi no pasa un día en el que no se coloque a China en el estatus de “amenaza”. Según el almirante Harry Harris, comandante estadounidense de la zona Pacífico, China está “levantando un gran muro de arena en el mar de China Meridional”. Se refiere a la construcción de pistas de aterrizaje en las islas Spratly, que son objeto de disputa con Filipinas, una disputa que pasó desapercibida hasta que Washington presionó y sobornó al gobierno de Manila, y el Pentágono lanzó una campaña propagandista llamada “libertad de navegación”.

¿Qué significa esto en realidad? Significa que los barcos de guerra estadounidenses tengan libertad para patrullar y dominar el litoral marítimo chino. Trate usted de imaginar cuál sería la reacción de Estados Unidos si buques de guerra chinos hiciesen lo mismo frente a las costas de California.

Yo rodé una película llamada The War You Don’t See (La guerra que usted no ve) en la que entrevisté a distinguidos periodistas de EE.UU. y Gran Bretaña: reporteros como Dan Rather, de CBS; Rageh Omar, de la BBC; o David Rose, de The Observer. Todos ellos dijeron que si los periodistas y presentadores de radio y TV hubiesen hecho su trabajo y cuestionado la propaganda que sostenía que Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva; si los periodistas no hubiesen amplificado las mentiras de George W. Bush y Tony Blair y no se hubieran hecho eco de ellas, la invasión de Iraq en 2003 posiblemente no habría ocurrido, y cientos de miles de hombres, mujeres y niños hoy estarían vivos.

En principio, la propaganda que está preparando el terreno para una guerra contra Rusia y/o China no es muy diferente. Que yo sepa, ningún periodista de los medios de “la corriente dominante” occidental –un equivalente a Dan Rather, digamos– pregunta por qué China está construyendo aeródromos en el mar de China Meridional.

La respuesta saltaría a la vista. Estados Unidos está rodeando a China con una red de bases militares, misiles balísticos, unidades de combate, aviones de bombardeo que transportan bombas nucleares. Este mortífero arco, que comprende Australia, las islas del Pacífico, las Marianas y Guam, Filipinas, Thailandia, Okinawa, Corea del Sur y, ya en Eurasia, también Afganistán e India. Estados Unidos ha puesto un dogal en el cuello de China. Pero esto no es noticia. Silencio mediático; guerra mediática.

Con mucho secretismo, en 2015, Estados Unidos y Australia realizaron los mayores ejercicios aeronavales de los últimos años, fueron conocidos como ‘Sable talismán’. Su finalidad era mejorar los planes de guerra aeronaval y de bloqueo de corredores marítimos –como los estrechos de Malaca y de Lombok– para cortar el acceso de China al petróleo, al gas y a otras materias primas de Oriente Medio y África.

En el circo conocido como la campaña presidencial estadounidense, Donald Trump aparece como un loco, un fascista. Ciertamente, es detestable, pero también es alguien que odia a los medios. Esto solo ya despertaría nuestro escepticismo.

Los puntos de vista de Trump sobre la inmigración son grotescos, pero no mucho más que los de David Cameron. Trump no es el Gran Deportador de Estados Unidos; sí lo es el ganador del Premio Nobel de la Paz, Barack Obama.

Según un gran comentarista liberal, Trump está “desencadenando las fuerzas oscuras de la violencia” de Estados Unidos. ¿Desencadenándolas? Este es el país donde los bebés le disparan a su madre y la policía está empeñada en una guerra asesina contra los estadounidenses negros. Este es el país que ha atacado y tratado de derribar a más de 50 gobiernos, muchos de ellos elegidos democráticamente, y bombardeado desde Asia a Oriente Medio, provocando la muerte y la miseria de millones de personas.

Ningún país puede igualar este sistemático récord de violencia. La mayor parte de las guerras de Estados Unidos (casi todas ellas contra países indefensos) no han sido iniciadas por presidentes republicanos sino por demócratas liberales: Truman, Kennedy, Johnson, Carter, Clinton, Obama.

En 1947, una serie de directivas del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés) describieron los principales objetivos de la política exterior de Estados Unidos como [la construcción de] un mundo sustancialmente hecho a nuestra propia imagen”. La ideología era mesianismo estadounidense. Todos éramos estadounidenses. U otra cosa. Los herejes serían convertidos, subvertidos, comprados, difamados o aplastados.

Donald Trump es un síntoma de esta actitud, pero también es un disidente. Dice que la invasión de Iraq fue un crimen; él no quiere entrar en guerra con Rusia y China. Para nosotros, el peligro no es Trump sino Hillary Cliton. Ella no es una disidente. Ella personifica la resiliencia y la violencia de un sistema cuyo cacareado “excepcionalismo” es totalitario con un ocasional rostro liberal.

Según se acerque el día de las elecciones, Clinton será saludada como la primera mujer en la Oficina Oval, sin que importen sus crímenes y mentiras; tal como fue alabado Barack Obama por ser el primer presidente negro, y los progresistas se tragaron sus tonterías sobre la “esperanza”. Y las bobadas continúan.

Descrito por el columnista de The Guardian Owen Jones como “divertido, encantador, con una falta de formalidad de la que escapan prácticamente todos los políticos”, al día siguiente Obama envió unos drones para asesinar a 150 personas en Somalia. Acostumbra a matar los martes, según el New York Times, cuando le entregan una lista de candidatos a ser asesinados por medio de drones. Es un tío muy legal.

En 2008, en su campaña presidencial, Hillary Clinton amenazó a Irán con “destruirlo completamente” con armas nucleares. Como secretaria de Estado en el gobierno Obama, ella participó en el derribo del gobierno democrático de Honduras. Su contribución en la destrucción de Libia, en 2011, fue casi jubilosa. Cuando el líder libio, el coronel Gaddafi, fue sodomizado en público con un cuchillo –un crimen que solo fue posible gracias a la logística estadounidense–, Clinton se regodeó diciendo: “Nosotros llegamos, lo vimos y él murió”.

Una de las más estrechas aliadas de Clinton es Madeleine Albright, la ex secretaria de Estado, que ha atacado a algunas jóvenes mujeres por no apoyar a “Hillary”. Es la misma Madeleine Albright que celebró infamemente por la televisión la muerte de medio millón de niños iraquíes diciendo “valió la pena”.

Entre los más grandes apoyos de Clinton están los grupos de presión israelíes y las empresas fabicantes del armamento que alimenta la violencia en Oriente Medio. Ella y su marido han recibido una fortuna proveniente de Wall Sreet. Aun así, ella está a punto de ser consagrada candidata de las mujeres para deshacerse del maligno Trump, el demonio oficial. Entre las seguidoras de Hillary hay distinguidas feministas: como Gloria Steinem, de Estados Unidos, y Anne Summers, de Australia.

Hace una generación, una corriente de pensamiento postmoderno ahora conocido como “política identitaria” hizo que muchas personas inteligentes y de mente progresista se inhibieran de analizar las causas y las figuras que ellas apoyaban –los impostores de Obama y Clinton; los falsos movimientos progresistas como Syriza, en Grecia, que traicionaron al pueblo de ese país y se aliaron con sus enemigos.

La autoabsorción –una especie de exaltación de mí mismo– se convirtió en el nuevo Zeitgeist (espíritu del tiempo) en las privilegiadas sociedades occidentales y marcó la desaparición de los grandes movimientos contra la guerra, la injusticia social, la desigualdad, el racismo y el sexismo.

Hoy en día, la larga siesta podría estar acabando. La juventud está volviendo a despertar. Poco a poco. Los miles de jóvenes que en Gran Bretaña apoyaron a Jeremy Corbyn como líder laborista forman parte de este despertar, al igual que aquellos que acudieron para apoyar al senador Bernie Sanders.

No obstante, la semana pasada, en Gran Bretaña, el aliado más cercano a Jeremy Corbyn, su tesorero en la sombra John McDonnell, implicó a un gobierno laborista en la cancelación de la deuda de la banca pirata y, de hecho, en la continuación de la llamada austeridad.

Y en Estados Unidos, Bernie Sanders prometió apoyar a Clinton en el caso de que sea nominada. Él, también, ha votado por el empleo de la fuerza contra algunos países cuando, según su parecer, sea “correcto”. Dice que Obama ha hecho “un gran trabajo”.

En Australia hay una especie de política de la morgue, en la que se suceden tediosos juegos parlamentarios interpretados por los medios mientras los refugiados y los pueblos originarios son perseguidos y crece la desigualdad, al mismo tiempo que el peligro de una guerra. El gobierno de Malcom Turnbull acaba de anunciar el llamado presupuesto de la defensa de 195.000 millones de dólares, que es un impulso en la dirección de la guerra. El debate no existe. Silencio.

¿Qué ha pasado con la gran tradición de la acción directa popular sin las limitaciones de los partidos? ¿Dónde están el coraje, la imaginación y el compromiso necesarios para iniciar un largo viaje hacia un mundo mejor, justo y pacífico? ¿Dónde están los disidentes en el arte, el cine, el teatro, la literatura?

¿Dónde están aquellos que harán pedazos el silencio? ¿O estamos esperando a que se dispare el primer misil nuclear?

29 de marzo de 2016

¿CUÁL ES LA SALIDA A LA CRISIS DEL CAPITALISMO?

Fernando Arellano Ortíz. Kaosenlared.net 

Entrevista con Xabier Arrizabalo Montero, profesor de economía aplicada de la Universidad Complutense de Madrid: “La salida a la crisis del capitalismo solo puede ser el resultado de que aquellos que vivimos de nuestro trabajo abramos una alternativa en positivo”.

No hay alternativa de superar la profunda crisis civilizatoria dentro del brutal esquema de ajuste que impone el capitalismo, sostiene el economista español, sociólogo y docente universitario Xabier Arrizabalo Montero, quien estuvo en Bogotá y en Quito cumpliendo compromisos académicos.

En la capital colombiana este profesor de economía aplicada de la Universidad Complutense de Madrid dio una conferencia en la sede del partido Polo Democrático Alternativo, sustentada en su libro Capitalismo y economía mundial. Bases teóricas y análisis empírico para la comprensión de los problemas económicos del siglo XXI, editado en 2014.

Igualmente, en la capital del Ecuador, Arrizabalo Montero disertó sobre el convulso contexto actual de la economía mundial, caracterizado por la persistencia de la crisis, en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), la universidad de posgrados del Estado.
El imperialismo, los límites del capitalismo y la crisis civilizatoria como encrucijada histórica fueron los tópicos analizados en sus charlas en estos países suramericanos por este analista económico.

En su opinión, “lo que constatamos es la universalización de las políticas de ajuste que tratan de ser la respuesta a la crisis pero que al final no hacen sino contribuir a que la economía desemboque en una crisis aún más aguda”.

Para profundizar en estos temas, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, dialogó ampliamente con Arrizabalo Montero, aprovechando su paso por Bogotá.

PARA LOS NEOLIBERALES LA QUE ESTÁ EQUIVOCADA ES LA REALIDAD Y NO SU INTERPRETACIÓN
– En el capítulo 8 de tu libro analizas el ajuste y crisis de la década de los 70 y afirmas que es el periodo de vuelta a la normalidad del imperialismo. Es decir, a partir de la crisis petrolera del 70 el capitalismo inaugura a sangre y fuego con Pinochet, lo que se llama el modelo neoliberal. Y si se mira históricamente lo que ha sido el capitalismo se puede afirmar que hasta esta etapa tan importante no solamente a partir de la plusvalía sino de la explotación tan profunda que este sistema conlleva per se, ¿podríamos colegir que el capitalismo es el crimen perfecto?
– Muy buena pregunta, no es fácil de resumir. A mí me parece que es interesante lo que señalas respecto del punto de inflexión de los 70 que va mucho más allá de la crisis petrolera, o que sea un mito o un detonante porque realmente hay eventos de fondo previos incluso en particular el año 71, la ruptura de convertibilidad de dólar/oro, esa idea de oro internacional se quiebra y se hace añicos. Desde mi punto de vista, la clave es que hablamos de crisis de los 80, hablamos de crisis hoy y entre medias qué ocurre, entre medias podemos hacer una trampa muy querida de los economistas neoclásicos que es no mirar la realidad, si la realidad y la interpretación difieren, dicen ellos, que la que está equivocada es la realidad y no su interpretación. Como por supuesto queremos ser serios y mirar la realidad, qué constatamos. Lo que constatamos es la universalización de las políticas de ajuste que tratan de ser la respuesta a la crisis pero que al final no hacen sino contribuir a que la economía desemboque en una crisis aún más aguda. Si ves la definición misma, yo diría la huida hacia adelante y la no salida. No hay alternativa dentro de este esquema de ajuste. Estamos asistiendo hoy a un escenario brutal como la experiencia de Europa, que es muy interesante. Es muy interesante porque esa Europa, la referente de desarrollo democrático, económico y social a escala mundial, en ella vemos hoy cómo los elementos básicos de ese desarrollo que le han hecho historialmente adquirir cierto estatus de referente, hoy están siendo cuestionados frontalmente, están cuestionados sin duda en Grecia, Portugal, Irlanda, España, Italia, pero también en Francia y Alemania incluso. De modo que efectivamente yo creo que lo que inaugura y además has puesto un punto de inflexión que no es cualquiera, es la experiencia de Chile. Yo hice mi tesis doctoral sobre la economía chilena durante la dictadura. Y creo que ahí sin falsa modestia hubo un elemento de cierto olfato en la medida de que lo que inauguran es un escenario de antecedente que va a tratar de aplicarse universalmente desde entonces. El tema es fascinante desde luego. Dolorosamente fascinante si queremos decirlo así.

– Tú señalas que no hay salida porque esta es una crisis civilizatoria generada por un modelo exacerbado como el capitalismo. ¿Si hoy decimos Europa es neoliberalismo o no es, porque en tu libro veo que haces un análisis de los ajustes fondomonetaristas, estamos bien enfocados, habida cuenta que este continente está entregado a la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional)?
– Exacto…

– Y el hecho de que en tu país, España, no se pueda formar gobierno es una consecuencia directa de las presiones de Ibex 35 (principal índice bursátil de referencia de la bolsa española) y de la troika. La pregunta concreta entonces es: ¿hay horizonte?
– La pregunta es brillante porque realmente lo que constatamos hoy es la imposibilidad de contener la situación, la Comisión Europea sigue el dictado del FMI en la troika. La troika como un organismo tripartito: Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional. Pero digámoslo con claridad, el Banco Central Europeo ya estaba aquí, la Comisión Europea ya estaba aquí. En general la troika es el caballo de Troya dentro del cual el Fondo Monetario Internacional, vale decir el capital financiero estadounidense, quiere tomar las riendas directamente de la política económica de Europa de una forma análoga a la que vosotros en América Latina habéis conocido bien desde los años 80, con esas políticas de ajuste, con ese Fondo Monetario Internacional dirigiendo de manera muy directa la política económica: privatizaciones, desregulación, aperturas indiscriminadas, etc. Yo creo que es muy significativo lo siguiente: ¿puede haber ajuste sin euro? Claro que puede haberlo pero lo que no puede haber es euro sin ajuste, porque el euro es un mecanismo económico del ajuste y efectivamente lo que expresa la crisis española es brutal desde el punto de vista de la Comisión Europea porque el capital tiene un programa que hay que ejecutarse ya, por ejemplo 9 mil millones de euros de recorte del gasto público social. Pero qué ocurre, que no consiguen encontrar la forma para aplicarlo y en este momento la situación es verdaderamente explosiva ya que se ponen en marcha varios juegos simultáneos, varias partidas de póker, varias partidas malas de póker digámoslo así, pero con un denominador común: el mandato electoral que se expresó el 20 de diciembre es inequívoco con aritmética parlamentaria para derogar todas y cada una de las contrarreformas del Partido Popular que es un partido adherido directamente a la dictadura. En España no ha habido ningún elemento de saneamiento. La dictadura murió en la cama y el gobierno del Partido Popular es una continuidad, en ese contexto el hecho es que hay aritmética parlamentaria porque aparte hay cálculos modificadores que piensan más en una eventualidad de repetición de las elecciones haciendo unos cálculos que posiblemente sean disparatados. Esta situación nos está enseñando a vivir en una realidad explosiva que resulta de un deterioro de las condiciones sociales que toma cuerpo en España de una forma brutal. Está habiendo regiones, (nuestras comunidades autónomas) donde los colegios se abren en los periodos vacacionales como única forma de asegurar una ingesta alimentaria diaria a los niños. Es un indicador brutal en una economía, la española, que con todas sus limitaciones hace poco trinaba por un plan de G7. En España los salarios del año 78, en el marco todavía de la transición democrática con todo el poder del franquismo perfectamente mantenido, representaban el 67% del producto, dos terceras partes, hoy representan apenas el 50% y es un problema que viene de lejos. Las crisis en realidad expresan esa huida hacia adelante, no salida de la que estamos hablando; y en ese contexto la situación social y política efectivamente está muy abierta, más abierta que nunca.

– Así como tu señalas, hablando políticamente, de que hay esta banda criminal denominada Partido Popular que es herencia directa del franquismo y que ha sumido a España en una crisis social, beneficiando en forma directa a los sectores financieros, sin embargo no nos podemos olvidar de la responsabilidad directa del Partido Socialista Obrero Español, que de “socialista” no tiene nada, y del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cuya herencia básicamente fue dejar a Mariano Rajoy. ¿No es en tu concepto el PSOE corresponsable de esta crítica realidad social que vive tu país?
– El PSOE tiene una responsabilidad directa y para mí hay un punto de inflexión en relación con el periodo reciente, que es crucial y que es mayo de 2010. En esa fecha ya con la crisis en curso y con un efecto social demoledor, con un alto desempleo, etc., Zapatero viaja a Bruselas y le recibe una delegación que está integrada no solo por la Comisión Europea sino también por el Fondo Monetario Internacional que dicho de manera llana lo que le plantea es: tienes que aplicar exactamente el programa contrario a aquel por el que te votaron. Resumidamente se trata exactamente de eso. ¿Zapatero tenía alternativas? Por su puesto que las tenía, Zapatero tenía alternativas no siendo un dirigente revolucionario, sin duda, habría bastado simplemente que siendo demócrata a la vuelta de Bruselas, y le voy a poner un poco de escenificación teatral para visualizarlo, habría bastado que al llegar al aeropuerto de Madrid convocara una rueda de prensa y hubiera dicho: señores, me quieren imponer que aplique exactamente lo contrario que aquello que lo que votasteis y yo que no voy a encabezar una rebelión simplemente llamo a las urnas. Habría sido una posición honesta, que además hubiera abierto un escenario.

– Esa experiencia de la imposición de la troika a Zapatero es una demostración de que hoy la democracia está secuestrada por el capital financiero…
– Sin duda, no solamente decía para ilustrar que sí había alternativa, es que no es verdad que no haya alternativa.

– ¿Y el caso de Alexis Tsipras en Grecia?
– Sí, absolutamente, es que quería empezar por Zapatero y acabar por Tsipras para señalar un hecho que tiene una importancia histórica y simbólica como tal y es que el Fondo Monetario Internacional que no se presenta de forma directa a las elecciones el 5 de julio de 2015 en Grecia, mueve sus fichas de la única forma que sabe hacerlo: cuestionando la democracia, haciendo un chantaje que toma la forma particular del corralito. El corralito no es una opción cualquiera, es una amenaza a la población trabajadora en el sentido de que si votan romper con las políticas de ajuste están amenazando sus ahorros. No es una cuestión cualquiera. Y en ese contexto, valerosamente la clase trabajadora en Grecia vota en contra del Fondo Monetario Internacional en una proporción que es ni más ni menos que del 62%, que incluso con voto de abstención en realidad representa casi las dos terceras partes, es un voto muy valioso. En el caso griego lo que hace el gobierno es dar un giro de 180 grados y empezar a caminar en dirección opuesta. Había salida, claro que la había. Aunque era idílica había un escenario de panacea porque la única conclusión lógica era la de respetar el mandato expresado el 5 de julio en las urnas. Cuál era un mensaje de ruptura con la Unión Europea que abría ciertas expectativas de salida. Hay un documento muy valioso de un economista diputado de Syriza que luego se fue con Unidad Popular, Costas Lapavitsas, quien se remanga, se mete de lleno en el charco y plantea, bueno, qué pasaría el día después. Y no es retórico, él habla de que antes que nada tiene que asegurarse el suministro de medicamentos, de alimentos, de energía, no es un juego y sin embargo señala la palanca que se le abriría a un gobierno democrático griego: romper con el corsé del euro movilizando simplemente el gasto público en ayuda al proceso de producción cuando en Grecia hoy un 25% de la capacidad instalada está ociosa y no se va a movilizar porque al capital privado no le conviene por cuanto vive de la actividad puramente financiera y particularmente especulativa. Pero tampoco el gobierno puede hacerlo en ese corsé férreo que es el euro que prohíbe taxativamente cualquier mecanismo de solución.

– Y cómo analizas el hecho de que Tsipras convoca un referéndum, lo gana y se asusta…
– Claro, en realidad eso tiene que ver también con una cierta idealización que pensaba, no en mi caso pero sí de otros, que Syriza era una especie de panacea. Cuando observamos bien a Syriza qué constatamos. Encontramos muchas contradicciones. Si se perdía el referendo se hubiera tenido la justificación para hacer lo que finalmente se hizo. Pero el escenario inexplicable es que se ganó y paradójicamente se va a aplicar un tercer memorándum que es más gravoso que aquel que había sido sometido a referéndum. Es un plan de ajuste que está provocando de nuevo protestas; los recortes en las pensiones son simplemente salvajes; y sin embargo insisto, es aquello por lo que se votó en contra. Esto tiene que ver con algo muy importante y es que a menudo miramos la propia realidad de las organizaciones y de los partidos desde un punto de vista un poco superficial. Desde cómo se presentan los fenómenos sin entrar a analizar elementos de fondo. Y es que incluso en el propio programa de Syriza nunca se planteó realmente ningún escenario, no digo de ruptura, sino uno frente a las exigencias de la troika europea como finalmente ocurrió que echa por tierra las reivindicaciones populares. Porque al final Syriza lo que hace es retractarse, o mejor digámoslo así, se autoretractó.

– Pero Podemos, la formación que lidera Pablo Iglesias en España, tampoco es de ruptura. Podemos es una propuesta socialdemócrata que apunta a negociar con la troika. ¿Su postura está sustentada a entenderse con Bruselas?
– De Podemos cuestionaría incluso su condición socialdemócrata por una premisa: la socialdemocracia tiene una responsabilidad histórica, es cierto, el seguir defendiendo la idea de un reformismo cuando su contenido ni siquiera son reformas, sino puras contrarreformas. Pero ojo, la socialdemocracia no deja de ser una corriente que viene del movimiento obrero traído de lo que se quiera, Podemos ni siquiera eso. En el argumento electoral de Podemos está prohibido hablar de clases, está prohibido hablar de trabajadores, nos hablan de los de abajo, nos hablan de la casta y esta formación tiene dos grandes ejes programáticos: la regeneración democrática frente a la corrupción y el combate contra los recortes sociales. Y aquí es muy importante la experiencia, creo yo, de Lula en Brasil. En las elecciones del 89 el programa presidencial de Lula partía de un no reconocimiento a la deuda, cuando tres periodos después por fin gana las elecciones, viaja unas cuantas veces a Washington y ya no habla de la deuda. Bueno, Podemos hace ese trayecto, lo ha recorrido en unos pocos meses, no sé si con viajes a Washington o no, si sé que el dirigente responsable de economía, Nacho Álvarez, amigo personal, yo le dirigí su tesis doctoral, sí se reúne constantemente con algunos banqueros, con representantes del FMI, etc., ¿para qué? Para darles garantías de que no quieren romper ni un solo plato. El problema cuál es. El problema es que en el contexto en el que estamos no hay espacios de una renegociación de la deuda que abra un escenario, y no lo digo por ninguna pretensión nacionalista, todo lo contrario, mi pretensión es intentar ojalá aproximar a esa gran mayoría social que está viendo como aspectos elementales de sus condiciones de vida están cuestionadas. Al final Podemos, no nos engañemos, devalúa más el contenido social de su programa y más esa regeneración democrática que sin contenido social se parece mucho a quítate tú que me pongo yo, a señores del capital nosotros vamos a llevar sus negocios de una forma decente sin meterles la mano.

– ¿Lo que hay en Europa son partidos como Podemos o como Syriza que únicamente están buscando llegar al poder simplemente para administrar la crisis?
– Sí, con una pretensión de algo que a mí me parece que se acerca a la cuadratura del círculo, que es una pretensión de que puede haber una gestión progresiva de la crisis según qué marcos. Y esta cuestión de los marcos importa en la actual trayectoria que tenemos desde el año 93 del euro, del Banco Central Europeo que es verdaderamente implacable. Es decir, la experiencia francesa, por ejemplo, con la de un gobierno de izquierda que privatiza Air France, la compañía de bandera con toda una tradición, quién la inicia, la inicia un ministro de Transportes, Luc Panissod que era un dirigente del Partido Comunista francés y no es una cuestión por mi parte de ajuste de cuentas, no me interesa esa discusión, simplemente constatar que en el marco del corsé del Banco Central Europeo, de la troika, el margen para aplicar las políticas es un margen muy limitado.

– Tras este contexto que me has dado respecto de la realidad socioeconómica europea, y hablando desde el punto de vista global, ¿tú crees que la periferia en este momento, América Latina en concreto y en forma puntual, va a seguir cumpliendo su infortunado rol histórico de productor de materias primas y de plataforma para la acumulación por desposesión por parte de las grandes transnacionales norteamericanas y europeas? ¿Será que se repite la historia y que estos pueblos, estas periferias, no tiene otro horizonte dentro del capitalismo?
– Claro que en el marco del capitalismo el plan que está asignado es ese. Pero fíjate que antes hablábamos de España que desde el pasado mes de enero está planteado un plan de corte de gasto público social de 9 mil millones de euros y van pasando los meses y el propio capital presiona en sentido de que haya una gran coalición política para intentar aplicar su política y como bien decíamos no se consigue. Entonces, claro que ese es el plan que está reservado para América Latina, lo que ocurre es que Estados Unidos, la potencia hegemónica única, sigue desarrollando el 42% de todo el gasto militar mundial pero a la vez es un gigante con pies de barro. Y es un gigante con pies de barro incluso en su propio patio trasero tradicional. Ahora bien, los acontecimientos de la trayectoria histórica de América Latina de los últimos 40 años arrancan con la crisis de los 70 que toma la forma de la deuda externa como hilo conductor, coartada para las políticas de ajusta que provoca una deuda social y yo le añado siempre puntos suspensivos. Puntos suspensivos que denotan el caldo de cultivo para la exclusividad social que nos permite entender cómo desde hace 15 años el mapa geopolítico de América Latina es mucho más variado que el que hubo en los años 80 y 90, mucho más uniformizado. Es verdad que Colombia con Panamá, con México, con Perú, con Chile, encarnarían un elemento mucho más directo de disciplinamiento a las políticas del Fondo Monetario que otros países con términos intermedios. Pero en ese contexto, yo creo que el mandato del imperialismo es claro y la capacidad de aplicarlo es mucho más limitado. Esto es muy interesante, hace apenas 20 años queríamos pensar en escenarios donde la situación estuviera abierta, pues seguramente habíamos recurrido a un comodín, que se habría hablado de Palestina, de Oriente Medio, la situación estaba muy explosiva. Hoy lo vemos en América Latina, hemos ido comentando la realidad en Europa, lo vemos incluso en otras situaciones, en Estados Unidos en su territorio. De repente irrumpen, no deposito ninguna ilusión, ninguna remisión ni en Bernie Sanders ni en cualquiera, pero si denota la incapacidad, fíjate la propia discusión dentro del Partido Republicano que al principio pensábamos, hace un año y medio que el llamado nuevamente iba a ser otro Bush que entroncaba con la tradición familiar, lo que representa Texas y vimos que no. Hay un tipo millonario, mercenario, provocador, que parece que va decantándose. No quiero elucubrar qué va a ocurrir, todo es publicidad en poco tiempo, precisamente porque uno de los elementos característicos, y es con lo que yo quiero responder a tu pregunta, de la situación actual es la enorme aceleración de los tiempos históricos, una aceleración brutal, una aceleración que yo no niego, produce vértigo. Entonces es cierto que los planes del imperialismo para América Latina es más de lo mismo, eso es evidente, y le podrán cambiar el nombre y lo traducirán y no sé cuánto, pero al final sigue siendo lo que tu muy bien señalas, sin embargo la capacidad de disciplinar esas políticas cada vez es más limitada. Es verdad que con vaivenes. Está lo de Venezuela hoy, luego lo de Bolivia, lo de Argentina, la propia situación de Brasil, sin duda. Pero a la vez con esta situación de incontenibilidad de la explosividad social que es el elemento más definitorio porque por decir si pensamos hoy, por ejemplo en el año 45, la salida de la Segunda Guerra Mundial, constatamos que el capital tenía que hacer concesiones para aliviar la explosividad, pero podía hacerlas porque eran compatibles con las exigencias de la contabilidad. ¿Hoy no debería el capital aliviar, aflojar la presión en Grecia? Sin duda porque se arriesga a un estallido social incontenible y sin embargo cuál es el problema. El problema es que no puede económicamente porque hacer ese alivio significa que Grecia no pagara deuda al ritmo que la paga y no pagar deuda quiere decir que alguien no la cobraría. Por ejemplo, el capital financiero alemán que es el más expuesto y por tanto ahí podríamos decir, ¿y las cuentas? Si Grecia representa el 2% del PIB de la Unión Europea, ¿no se podría hacer un acuerdo de caballeros para aliviar eso? Y ahí aparece la clave política; si Grecia muestra el ejemplo de que la movilización arranca conquistas, automáticamente en España, en Portugal, en Irlanda pero en Alemania también ya tenemos el referente, por eso la situación está tan abierta, es tan explosiva, es tan dolorosa, pero también es tan fascinante.

– La crisis económica del 2007 prácticamente ha seguido, no ha terminado. La crisis del 29 culminó con la Segunda Guerra Mundial y con ella vino el plan Marshall para Europa y unas medidas keynesianas, pero ahora no hay un Keynes. ¿No será que como no hay solución a una crisis prolongada suscitada en 2007 y 2008, se pueda repetir la historia? La historia se repite a veces como tragedia, ¿y no será que el mundo está abocado a una nueva guerra mundial para poder salir del embrollo económico que ha generado el capitalismo?
– La primera premisa es que hoy en la economía mundial se llega incluso a hablar de una tercera recesión, seamos serios. Tres recesiones en ocho años es una crisis profunda. Por tanto más bien hablemos de crisis crónica, primer elemento. Segundo, recordáis el Plan Obama que tiene un monto que equivale exactamente a una décima parte del rescate bancario. Sobre la base de esas dos premisas, cuestionaría un poco o matizaría más ampliamente la idea de guerra mundial pero no par a impugnar el contenido que tú dices sino para apoyarlo, en qué sentido; en el sentido de que ya tenemos las guerras, las tenemos, las tenemos en el corazón de Europa, la guerra de Ucrania es una guerra en el corazón de Europa y en el Oriente Medio la situación es de guerra abierta, cuando se habla de una forma dramática en Europa de cientos de miles de refugiados en torno a los cuales se esta autorretratando la Unión Europea. En Europa no se habla ni siquiera de la categoría que conocemos que es el derecho de asilo y son refugiados que vienen directamente de la guerra que ha sido dirigida, teledirigida para romper la nación Siria, no solo por los intereses geoestratégicos, también para romper lo que tiene de referente el Oriente Medio que en su momento fue la nación iraquí, sin idealizaciones. Saddam Hussein no era ningún referente, pero había una nación iraquí con un Estado, con un marco de relaciones laborales, con un sector público, con una seguridad social limitada, no era la francesa pero había elementos de economía. Lo mismo Siria, y todo eso se destruye y por tanto los alcances de tu pregunta ni siquiera señala un escenario futuro sino que ya tenemos aquí esos elementos. Lo que ocurre es que sin embargo y quizá paradójicamente a mí no me lleva a una posición pesimista, tampoco optimista, sí una sensación impotente que tiene que ver con una comprensión que es lo que trata de aportar este libro de los procesos sociales que no es esquemática, que no es lineal, que no pretende una perspectiva determinista, pretender que todo está establecido ni para bien ni para mal sino para señalar que todas las espadas están en lo alto y que por tanto tiene sentido que hablemos de esto y tiene sentido intentar intervenir, intentar agrupar para abrir una salida en positivo, salida que solo puede ser el resultado de que aquellos quienes vivimos de nuestro trabajo por oposición a aquellos que también viven de nuestro trabajo, la explotación de la que antes hablábamos, somos los que tenemos la capacidad de abrir una salida en positivo y ese es el reto.

26 de marzo de 2016

LOS VIENTOS DE UNA NUEVA RECESIÓN SOPLAN CON FUERZA EN EE.UU.

Ariel Noyola Rodríguez. Global Research

Se ha insistido en promover la idea de que la recuperación de la economía de Estados Unidos viene cobrando fuerza desde hace tiempo. Incluso funcionarios de alto nivel de organismos financieros internacionales llegaron a declarar que la economía norteamericana había conseguido desacoplarse de la tendencia de bajo crecimiento que prevalece en el resto de los países industrializados. Sin embargo, ese optimismo desenfrenado contrasta con la realidad: la inflación no consigue aumentar de modo significativo y el desempleo se ha vuelto crónico en más de 30 estados de la Unión Americana, con lo cual, persisten los peligros de la deflación y una nueva recesión.

La economía norteamericana ha incrementado los riesgos de convertirse en el epicentro de la próxima recesión global. A pesar de que la tasa de interés de los fondos federales (‘federal funds rate’) se mantiene en un nivel históricamente bajo, entre 0,25 y 0,50 por ciento, los bancos continúan negándose a otorgar crédito a las empresas. Es que los banqueros no confían en que los préstamos les serán devueltos, simplemente no encuentran señales contundentes de recuperación en la esfera productiva.

En estos momentos, a los magnates de las finanzas de Estados Unidos les resulta más rentable realizar fusiones y adquisiciones (‘mergers & acquisitions’) entre corporaciones, adquirir sus propias acciones, o bien comprar bienes raíces en los países emergentes. El incremento de la productividad no es suficiente, la inversión empresarial es demasiado débil y los salarios permanecen estancados. En consecuencia, la inflación sigue muy por debajo del objetivo del 2 por ciento. Esta situación tiene desesperada a la presidenta de la Reserva Federal (FED), Janet Yellen, quien ya no encuentra cómo dinamizar la economía.

El proceso de recuperación es tan frágil que a mediados de marzo el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la FED dejó intacta la tasa de interés de los fondos federales. Recordemos que apenas en diciembre pasado, cuando se llevó a cabo el primer aumento de la tasa de interés de referencia en casi una década, Dean Turner, analista de la firma de servicios financieros UBS, pronosticó que los integrantes del FOMC iban a subir por lo menos cuatro veces los tipos de interés a lo largo de 2016.

Sin embargo, hoy los inversionistas bursátiles más optimistas consideran que como máximo habrá dos incrementos: siempre y cuando el mercado laboral mejore y la inflación aumente, será durante la segunda mitad del año cuando la FED eleve otra vez la tasa de interés de referencia en no más de un cuarto de punto porcentual. Es que el panorama ahora es más sombrío. Toda vez que la confianza puesta en la recuperación de la economía global bajo el liderazgo de la locomotora norteamericana se ha venido desvaneciendo, incluso hay quienes anticipan que Estados Unidos volverá a caer en recesión.

De acuerdo con los cálculos del equipo de asesores de Citigroup a cargo de Willem Buiter, la economía mundial únicamente se expandió 2 por ciento durante el último trimestre de 2015, la cifra más baja desde que la zona euro padeció los mayores estragos de la crisis de deuda soberana durante los años 2012 y 2013. A los economistas de Citigroup no deja de sorprenderles que los países industrializados, aquellos que venían disfrutando de un crecimiento más sólido del Producto Interno Bruto (PIB) en los meses recientes, ahora se estén desacelerando dramáticamente, en especial Estados Unidos.

Para el famoso empresario norteamericano Jim Rogers, el escenario es todavía más pesimista. A su juicio, existe una probabilidad de ciento por ciento de que la economía de Estados Unidos vuelva a sumergirse en la recesión a lo largo del año en curso. ”No hay que prestar atención a las cifras del gobierno, hay que prestar atención a los números reales”, declaró en una entrevista.

Sucede que durante los primeros tres meses del año la economía estadounidense manifestó nuevas señales de vulnerabilidad. La evolución del mercado de trabajo no es tan boyante como todo el mundo piensa. De acuerdo con los datos publicados por el Departamento del Trabajo, la nómina no agrícola añadió un récord de 242,000 empleos en febrero, con lo cual, la tasa de paro oficial se mantuvo por segundo mes consecutivo en 4,9 por ciento, el registro más bajo de los últimos ocho años. Por añadidura, según los datos actualizados de los meses previos, en enero las contrataciones aumentaron a 172,000, mientras que en diciembre de 2015 subieron a 271,000, una revisión al alza de 30,000 empleos en ambos casos.

Aparentemente, todo se desenvolvía de modo favorable para la economía norteamericana. El incremento de la nómina no agrícola del mes pasado superó con creces los 230,000 puestos de trabajo, el promedio mensual obtenido a lo largo de 2015. Sin embargo, de acuerdo con las propias cifras del Departamento del Trabajo, 80 por ciento de los nuevos empleos de febrero corresponden a los sectores con los salarios peor pagados: cuidado de la salud, asistencia social, comercio minorista, servicios de alimentación y servicios educativos privados. Por otro lado, si se contabilizan aquellas personas que han abandonado la búsqueda de empleo (1,8 millones) así como las ocupadas a tiempo parcial (6 millones), el subempleo alcanza una tasa de 9,7 por ciento.


Es evidente que Estados Unidos no goza de “pleno empleo”. En la actualidad 36 estados de la Unión Americana padecen de desempleo crónico, pues su tasa de paro promedio (en términos anuales) fue superior en 2015 que en 2007. De hecho, una investigación realizada por Danny Yagan y publicada por la Universidad de California (Berkeley) hace unos días, apunta que bajo el ritmo actual de recuperación, no será sino hasta el año 2020 cuando el mercado de trabajo de las regiones más deprimidas vuelva a la normalidad: más de una década después de la Gran Recesión, la misma que amenaza con regresar más fuerte que nunca.

22 de marzo de 2016

ABOFETEANDO LA CARA DE LOS CENSORES DE “IZQUIERDAS”

Por Marat

Al adentrarnos en la obra de Marx y Engels descubrimos que rompieron con ciertas mentiras de lo que en su época se consideraba izquierda y que, por supuesto, denunciaron a muchos que se autoproclamaban comunistas y que de tal no tenían ni el nombre.

Iniciaban Marx y Engels el camino a lo que sería considerado el marxismo. En ese viaje eran dos jóvenes con gran capacidad de diversión. Veamos cómo hablaban de Bruno Bauer, contando en “La ideología alemana”, una de sus obras más poderosas, cómo el germano se la cascaba a dos manos con el virtuosismo de un mandril, en la privacidad de su habitación:

“¡Pero, ni siquiera el más santo de todos es puro! Todos son pecadores y carecen de la gloria que debiera revestirlos delante de la "autoconciencia". San Bruno, que a media noche forcejea con la "sustancia" en su alcoba solitaria, vuelve su mirada, tentado por los pecaminosos escritos del hereje Feuerbach, hacia la mujer y hacia la belleza femenina. De pronto, su mirada se oscurece; la pureza de la autoconciencia se ve manchada y la vituperable fantasía sensual tienta con sus cuadros lascivos al atemorizado crítico. El espíritu se mantiene propicio, pero la carne es débil. El espíritu tropieza y cae, olvida que es la potencia "cuya fuerza ata y desata y domina el mundo" y que estos abortos de su fantasía son "espíritu de su espíritu", pierde toda su "autoconciencia" y balbucea, embriagado, un ditirambo a la belleza de la mujer, "a lo delicado, lo tierno, lo femenino", a los "mórbidos y bien torneados miembros", a la "ondulante, vibrante, bullente, efervescente y sibilante, tremolante constitución física" de la mujer. Pero la inocencia se traiciona siempre, incluso allí donde peca. ¿Quién no sabía que una "constitución física ondulante, vibrante y sibilante" es algo que ningún ojo ha visto todavía, que ningún oído ha escuchado aún? Por eso, ¡oh, alma tranquila y amada!, el espíritu se impone pronto de nuevo a la carne rebelde y erige ante los turbulentos apetitos una "barrera" infranqueable, "en la que" el hombre no tendrá más remedio que asestarse en seguida "el golpe de muerte".”

Hay que admitir en Marx y Engels que respecto a Bruno Bauer no emplearon ningún calificativo especialmente insultante y que la paja de éste no salpicó. Sospecho que los que suelen ofenderse por palabras como “miserable” o “indecente” jamás leyeron tal libro porque tiene muchos más capítulos. 

En cualquier caso, Marx dijo algo muy importante sobre el modo en el que algunos perciben aquella libertad que no es la suya

"Nadie combate la libertad; a lo sumo combate la libertad de los demás. La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos."

Se trataba del Marx periodista y juez del que tantos de ustedes no han oído hablar porque en esos sitios en los que le nombran no les han contado nada de él.

Claro que a lo mejor es una cuestión de estética y de cinismo el modo en el que se expresan las valoraciones y debe atenderse desde cierta perspectiva, la de la web sin futuro por falta de valor pero suficiente hipocresía de cobarde para dar lecciones de estilo periodístico.

En estos días me he encontrado con un anormal que se hace llamar Hector Braojos Muñoz, director de un medio llamado Katarazán que ha considerado que el texto “La crisis de Podemos lo domesticará definitivamente” no es publicable porque alberga términos tan terribles como, en palabras suyas, “seres mediocres, cantamañanas, perroflautas, marrulleros”

¿Les parecen estos términos lo bastante insultantes como para justificar la no publicación del artículo o será que este sujeto, como tantos otros, tiene otras muchas “razones” de las que carece con la dignidad suficiente como para no hablar de ello?

Tranquí, Hector Braojos, no tengo ganas de continuar  poniéndote ni a ti ni al resto de "demócratas" de "Katarazán" -que nombre tan sonoro para tanta busqueda de silencio- escandalizados con la palabra, en rídículo. Eso sabéis hacerlo muy bien sin necesidad de ayuda. Digamos que voy a otra pelea, que es la que importa

No les voy a contar como Katarazán, esa web incipiente, se comporta como en tantos lugares en los que se niega la libertad de expresión, porque ni es la primera vez que Katarazán me sale con tal tontuna ni la segunda en la que me haya encontrado tanto miserable, ¿verdad, insurgente.org, rebelion.org y tercerainformacion.es? Ganas de contar las miserias vividas con vuestro sentido de la crítica política y de la libertad de expresión no me faltan.

A lo largo de estos años he sufrido el comportamiento inquisidor de mucha "izmierda" online. ¿Sabéis una cosa, miniTorquemadas? Ni vuestros intentos de callarme cuando desenmascaraba al 15M, ni vuestros intentos de hacerme lo mismo respecto a los podemitas, ni vuestros intentos de que cierre la boca frente a la cutrez entregada, primero a la socialdemocracia, luego al 15M, ahora a Podemos de esa "cosa" llamada IU va a lograr que deje de escribir en el único blog que no podéis censurar, el mío. Mala suerte. Lo de IU viene a cuento porque esa es la orientación dominante de Katarazán.

Hace 2 meses escasos el director de una web muy republicana, muy de una cierta corriente del PCE y de IU -organizaciones de las que estoy muy lejos- me ofreció, después de haberme censurado tiempo atrás, una colaboración con su medio, según él, mejor que la que tuve en el pasado, y que yo no había pedido. Me propuso que dejara mi blog y que abriera uno en su medio. Canallas he conocido muchos. Tipejos que en un momento dado pudieran callar mi voz, si fuese tan imbécil de venderla a una web, unos cuantos. El truco consistía en deja tu blog y créate uno en nuestra web. Y el día en que no nos guste lo que escribes, te cerramos el blog porque la web es nuestra y ya no tendrás ni un blog ni otro. Una idea redonda, aunque expresada con mucha mayor sutileza y vendiendo sólo la parte bonita. Le despaché con educación, dejándole claro el sentido que para mí tenía la libertad.

No hace mucho un imbécil estalinista (Con el Mazo Dando se hace llamar. Algunos no imaginan otra cosa que pegar hostias) quiso venir a darme lecciones de comunismo; algo en su opinión totalmente ajeno a mi visión de pequeñoburgués librepensador. A tales sujetos uno no sabe muy bien si meterles una hostia o ignorarlos. Esto último es lo que hice. En ningún sitio está escrito que sea un deber aguantar tontos.

Por lo demás, tranquilos, pequeños fiscales de la libertad ajena: no usaré ninguna de las muchas webs en las que podría desenmascararos. No sois tan importantes ni tendréis la rodadura de fama que deseáis.

La libertad de una mujer, de un hombre, de un ser librepensador es siempre el camino a la revolución que deja atrás las miserias de quienes tienen tantas pequeñeces que no pueden explicar.

18 de marzo de 2016

LA III ASAMBLEA DEL ESPACIO DE ENCUENTRO COMUNISTA DEFINIÓ PROYECTO Y CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIÓN

Por Marat

Éste va a ser un artículo pequeño. Es un texto de urgencia destinado a avanzar siquiera un mínimo de información sobre los resultados de la III Asamblea del Espacio de Encuentro Comunista (EEC). Han pasado cinco días tras su finalización y en estos tiempos tan nefastos en los que lo que no es inmediato y se consume sin digerir pierde interés, uno debe intentar seguir su ritmo si no es un telepredicador de marketing político que resume sus brillantes análisis en los 140 caracteres de un tuit pero tampoco demorarse en exceso.

El sábado 12 y el domingo 13 de Marzo un nutrido grupo de comunistas sin y con partido se reunieron en la sede del sindicato Co.Bas, que solidariamente nos dejó su local para reunirnos, para avanzar en el proceso de ir creando unidad por la base entre los marxistas que defendemos la lucha de clases y nos identificamos con la centralidad de la clase trabajadora en esa lucha, la dictadura del proletariado y el proceso insurreccional hacia el socialismo.

Habíamos realizado dos convocatorias anteriores. La primera para comprobar si existía la voluntad de construir entre comunistas, independientemente de nuestras trayectorias, y de defender la reconstrucción del relato comunista, recuperando la iniciativa del combate. La segunda para marcar los contenidos del debate teórico que necesitábamos hacer, que habría de asumir nuestros puntos de coincidencia y la necesidad de aceptar nuestras diferencias para continuar debatiéndolas.

De ahí debía surgir un común denominador que nos permitiese orientarnos política, ideológica y estratégicamente y empezar a articularnos tanto territorial como sectorialmente.

Ese era el reto de la III Asamblea del EEC. Y creo que hemos hecho un gran trabajo, partiendo del destrozo que los comunistas llevamos sufriendo desde hace mucho más de 20 años. Negar esto sería tan estúpido como no darnos cuenta de lo que estamos comenzando a aportar y a significar en la dinámica de volver a levantar la bandera de la lucha por el socialismo.

Que un importante número de personas de Madrid, Valladolid, Burgos, Salamanca, Córdoba, Sevilla, Málaga, Valencia o varias zonas del norte, por citar sólo algunas de las procedencias, se citasen para debatir 6 documentos y una serie de propuestas de trabajo durante casi 10 horas del sábado 12 y 4 del domingo 13 -sin contar las 24 horas resultantes del debate en paralelo de 6 comisiones de trabajo, cada una de ella de 4 horas de duración, que habrían de pasar a plenario-, y saliesen de esa reunión con la sensación de haber hecho un buen trabajo, útil, necesario y que construye proyecto, debería ser considerado un avance muy significativo para cualquiera que se considere comunista.

Esa reunión a la que, junto a los comunistas sin partido acudieron militantes de diferentes organizaciones comunistas entre otros, ha marcado muchas cuestiones de coincidencia ideológica y política.

Hemos abierto la necesidad de seguir profundizando en aspectos que, o bien no lo tenemos tan claro (v.g. razones del hundimiento de los llamados países socialistas y por las que la clase trabajadora de esos países no defendió el sistema, profundización en la composición estructural de la clase trabajadora actual,...) , o bien requieren un análisis específico y documentos concretos que fijen nuestra posición (motivos de nuestro rechazo a la vez a la UE y al € y alternativa de nuevo internacionalismo de clase en Europa, nuevos avances dentro de nuestra perspectiva de feminismo y lucha de clases) o incluso en lo relativo a formación política (necesidad de integrar la definición actual de la crisis capitalista, para abrir paso a una correcta perspectiva de guerra de clases, y el antiimperialismo como correspondencia internacional a ese reto).

Quizá el punto en el que tod@s nos hemos sentido más identificados sea el de Programa Político porque ha integrado todos los aspectos de los que deseábamos debatir y, sin embargo, nos deja campo amplio a partir del cual es posible construir.

En otro orden de cosas, el documento de organización ha señalado la necesidad de pasar a la creación de núcleos territoriales y sectoriales que plasmen nuestra identidad de espacios abiertos a todos los comunistas, de debate y formación con el objetivo de la acción política. Del barrio a la empresa, del frente de lucha al modo en el que los comunistas de un Espacio Comunista de Base (ECB) decidan que es la manera más adecuada de constituirse.

Como soy fumador empedernido, aproveché los momentos de menor intensidad del debate para salir a fumar a una terraza del local, coincidiendo en ese vicio con otros de semejante afición. El caso es que en aquella facción improvisada dentro del EEC, el personal se dedicaba a intercambiarse correos electrónicos y teléfonos, bromear sobre que debíamos estar muy locos para reunirnos un sábado y un domingo durante tantas horas para entender lo que ocurre en el mundo que vivimos, cuando tantos seres humanos se conforman con explicaciones de cuentos infantiles y a debatir sobre los próximos pasos a dar a partir del día 14, y lo más importante: para transformarlo.

No faltaron tampoco las cañas y las risas en los ratitos entre documento y documento. Puesto que a veces me gusta observar el entorno como si lo viera desde fuera, comprobé que era muy difícil distinguir los puntos de vista de un comunista sin partido de los de otro que militase en uno y que, incluso entre los organizados partidariamente, había que ser muy sutil para encontrar cuestiones relevantes que nos dividieran. Si el diagnóstico sobre el enemigo de clase está correctamente establecido a través del análisis marxista, la voluntad de entenderse es muy capaz de señalar la diferencia entre lo realmente importante que nos une y lo secundario que debemos seguir discutiendo, mientras empezamos a aplicar lo elaborado a la lucha política en lo concreto.

Cuando, a la vez, algunos dirigentes de otras organizaciones comunistas cuya implicación militante en el proceso abierto por el EEC es menor que la de otras, pero positiva, transmite el mensaje de que estamos haciendo un buen trabajo -el desafío que tenemos por delante es enorme- y pide que entendamos su ritmo de aproximación, está claro que debemos proseguir sin traicionar ni un milímetro el camino abierto el 26 de Septiembre de 2015, cuando nos interrogamos colectivamente sobre el hecho de si unir a los comunistas en un intento de diagnóstico común de situación y de pelear juntos en la misma trinchera tenía sentido. No tenemos prisa pero cuidaremos incluso con mimo de que el llamado de entonces siga muy vivo en cada nuevo paso. Quienes se van incorporando nos exigen cumplir ese “espíritu”.

Quizá sea la primera vez en la que no hay destacamentos u organizaciones comunistas que se opongan a un intento tal y, lo que es más importante, en la que favorecen que militantes suyos se incorporen al proyecto. Debemos cuidar esta idea que estamos construyendo desde tal diversidad porque, frente al ciudadanismo y los intentos del capital de fabricar sus “alternativas”, estamos dando un paso del que empezamos a ser conscientes de su importancia.

Nos faltan cuadros suficientes. Esa es una de nuestras debilidades, no la única. No la negamos. Por ello la cuestión de la formación va a a ser un elemento clave de nuestro trabajo.

¿Qué nos queda? Un mundo por ganar.

Estén atent@s. En breve el Espacio de Encuentro Comunista (EEC) irá desgranándoles mucho mejor que yo el trabajo realizado y sus aspiraciones de ser parte de la fuerza colectiva que construya un mundo nuevo.

Como dice un camarada muy querido “no os lamentéis, organizaos” .

NOTA FINAL DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Quizá a los interesados en conocer más sobre el EEC les haya sabido a poco este texto. Esto sólo era un adelanto. Mientras llega la información pertinente sugiero que se pongan al día en estos enlaces:


Ayudará a quienes deseen acercarse al EEC a ir comprendiendo no sólo el sentido del llamamiento inicial sino en qué momento estamos actualmente.

Finalmente, ya pueden consultar la "Crónica de la III Asamblea del Espacio de Encuentro Comunista" en su blog


15 de marzo de 2016

LA CRISIS DE PODEMOS LO DOMESTICARÁ DEFINITIVAMENTE

Por Marat

En septiembre de 2014 escribí un artículo titulado “Causas de la crisis interna de Podemos”. Entonces muchos de quienes leyeron dicho texto negaron la existencia de la misma, simplemente porque las divisiones y las tensiones no fueron generales en todo el territorio español. 

En el mes de junio de ese año había estallado ya la rebelión de gran parte de los círculos madrileños contra el llamado “equipo técnico” que prepararía la Asamblea de Otoño de Podemos de ese año, y del que se temía, como luego se demostró, que no sería simplemente técnico y que barrería para casa para consolidar una dirección a gusto y a la medida del dirigente máximo de Podemos, Pablo Iglesias. 

El enfrentamiento, que entonces fue una leve escaramuza, tuvo por protagonistas primeros al macho alfa de Podemos y a Juan Carlos Monedero, por un lado, frente a Izquierda Anticapitalista -luego Anticapitalistas, corriente interna de Podemos- y Pablo Echenique, por el otro, el cuál tras la Asamblea de Vistalegre iría reposicionándose a favor  de la mayoría para encontrar su acomodo en las instituciones aragonesas y como máximo dirigente de Podemos Aragón, aunque inicialmente quedó descabalgado del órgano máximo de dirección nacional de Podemos.

Aparecieron ya entonces las primeras escaramuzas locales en lugares como Orense o Barcelona, al igual que Teresa Rodríguez en Andalucía marcaba su feudo particular frente a la dirección nacional, si bien para quienes no estaban dispuestos a admitir la menor quiebra de una ilusión esto no representaba nada o casi nada.

Y sin embargo, la crisis estaba allí, quizás en forma aún latente o embrionaria, como crítica incipiente al modo en que lo que había sido presentado casi como antipartido- movimiento tomaba las peores formas de partido. 

Se decían entonces cosas como que el Protocolo de Validación de los Círculos (el creado para dar marchamo oficial Podemos a los núcleos podemitas que se iban formando) había sido diseñado para atar en corto a las bases por parte del poder naciente de la dirección, controlándolas de este modo de forma plena. Decían los críticos que con dicho Protocolo desaparecía la soberanía de los círculos para sus decisiones en materia de elecciones municipales y autonómicas, que eran las que se aproximaban. 

La Asamblea de Vistalegre marcaría la deriva posterior de una organización absolutamente vertical en la que la “democracia interna” acabaría por ser una expresión sarcástica, como pudo comprobarse después con elecciones amañadas, coacciones a direcciones locales con ideas propias, luego descabezadas, señalamientos a dedo de candidatos que no habían pasado por las cribas de elección interna de las bases, luces de gas en campaña a quienes no eran del gusto del macho alfa, cambios y giros tácticos  programáticos que no habían sido discutidos ni votados por los círculos, ni siquiera por los consejos ciudadanos. 

Alcanzados ciertos niveles de representación en el parlamento europeo, ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Diputaciones, Congreso y Senado, veríamos florecer el establecimiento de una nomenklatura, con cargo y sueldo, de amiguetes, parientes, parejas y ex novias así como de lealtades interesadas. 

Pero ni lo anterior ni la incompetencia de las alcaldesas y alcaldes del cambio, ni la pusilanimidad ante la menor presión de la derecha política y mediática, como en el caso de los titiriteros, ni siquiera el caso de la concejala católica besaanillo arzobispal, ni los comportamientos rompehuelgas contra los trabajadores del metro de la señora Colau, ni las jaimatadas de la señora Carmena son más que una pequeña parte de las razones de la crisis de Podemos.

La crisis de Podemos estaba en sus genes y había muchos motivos para que así fuera:
 ● Cuando apostó todo su futuro a la imagen de alguien que, tras salir como logotipo en las papeletas de una convocatoria electoral, se definió así mismo como “macho alfa”.
 ● Cuando asumió su papel de partido fundamentalmente ligado a una “ilusión” de la “gente” antes que a una clase social y a una definición clara de si iba o venía ideológicamente hablando. 
 ● Cuando lo importante era recibir mucha afluencia y convertirse en partido de aluvión y de fans incapaces de mantener una discusión política mínimamente coherente sin salir con la genialidad cortante del debate tipo “¡Podemos!”, “eres un fascista/casta”, “habéis tenido muchos años para hacerlo y no habéis hecho nada” o el ya clásico “vete a defender a tus corruptos”. Que la crítica venga desde una posición a su izquierda, lo que jamás ha pretendido ser Podemos, es lo de menos. La hinchada no piensa. La hinchada recibe consignas y las repite sin pensar en lo que dice. Sólo calla cuando se deprime o cuando sus líderes, tan televisivos ellos, deciden asumir un perfil plano, silencioso y hasta ausente en los casos en los que les vienen mal dadas y la crítica mediática y social les persigue. En esas circunstancias todos ellos, se licúan, casi desaparecen...hasta que pase la tormenta y encuentren señuelos para que se hable de otra cosa.
 ● Cuando no importaba en absoluto de qué trayectorias ideológicas y partidarias venían las nuevas adscripciones al partido (PSOE, IU, UPyD, C´s, PP) ¿Cómo se da consistencia a tal macedonia si no es desde la realidad de arribistas sin principio alguno; eso, los cargos. El resto, los votantes de a pie, desclasados (“gente” sin más) que hasta que no les pilló la crisis disfrutaban de que el capitalismo les permitiese abrevar en su pilón consumista o meramente personas sin formación política alguna ¿Creen ustedes que ese mejunje puede convivir mucho tiempo junto por cínico y carente de valores sólidos que sea?
 ● Cuando no se es ni de izquierdas ni de derechas y se envían mensajes contradictorios como el ¡Bravo Bergoglio! de Pablo Iglesias y el Círculo Podemos de Espiritualidad Progresista, por un lado, y hacer concejala portavoz del Ayuntamiento de Madrid a una señora cuyo mayor mérito como “partisana” (así se define ella intentando insultar a tan bravas mujeres) ha sido sacarse las tetas en una capilla y que cuando se la juzga por ello (algo injusto en un Estado aconfesional) declara que ella ha ido millones de veces a misa porque pertenece a una familia católica. Digo yo que el cinismo ha de tener algún límite hasta para el más amoral.  
 ● Cuando se afirma la “democracia de base”, la “asamblea” como expresión de la misma, la idea de una persona un voto y lo que toca es elevar al trending topic a la figura carismáticamente prefabricada y aceptar toda la verticalidad que éste y su camarilla impongan sobre un partido de fieles; cada vez menos en número y fidelidad, por cierto.
 ● Cuando el cuestionamiento de la más nimia de las voluntades de la neocasta que dirige Podemos significa ser cesado, si se es cargo público, o disuelto el círculo, si éste es colectivamente tan ingenuo de creer en la democracia interna que se niega en cada acto. 
 ● Cuando el asalto a los cielos se acaba al justificar las decisiones de Tsipras de burlarse de la voluntad de los griegos y de aceptar las imposiciones del capital europeo a través de las instituciones de la UE.
 ● Cuando el “empoderamiento de la gente” se plasma en que una concejala chivata de Ahora Madrid, Celia Mayer, denuncia ante la policía a unos titiriteros para eludir cobardemente sus propios errores, culpando de ellos a unos inocentes o en el ponga a un pobre a su mesa de la señora Carmena en Nochebuena, exactamente igual a como hacía antes Ana Botella o en intentar comprar las voluntades de las asociaciones de vecinos poniéndolas a sus pies. 
 ● Cuando la prepotencia, la soberbia y la chulería, forman parte del estilo de la nueva política que ha envejecido tan rápidamente.

Lógicamente toda esa miseria ha acabado por ser crecientemente visible para sectores sociales con sentido crítico o simplemente con criterio personal, ha destapado la tensión entre promesa y realidad, dejando ver la tramoya de la farsa y mostrando que no existía ningún potencial de transformación radical, ni siquiera de regeneración moral al estilo de la burguesía que purga sus pecados mediante la limosna al pobre, sino el más indecente oportunismo de saltimbanquis y pícaros. 

Bajo el pretexto del empoderamiento de la “gente”, ese destilado amorfo sin categoría ni clase social concreta, que huye de toda adscripción porque, como pseudoclase media se avergüenza tanto de lo que cree ser y no es como de lo que en realidad es, se conjuró la más variada concurrencia de pillos que pudieran juntarse para el común objetivo de medrar en medio de una grave crisis moral de identidad. Todos ellos estaban dirigidos por un bufón y en cada sección o fracción de rufianes dominaba un granuja que los organizaba en grupo. Seres mediocres colocados en el lugar adecuado, cantamañanas, según ellos “preparaos”, pero para dar el golpe de su vida, aventureros de la pequeña burguesía, escritorzuelos de seleccionados medios de la pseudoradicalidad, “espabilaos” de partidos en horas bajas, pensadores de la nada ante su última oportunidad, perroflautas reconvertidos en asesores, viejas glorias recuperadas como pantallas “bonachonas” que tapasen las miserias de los marrulleros y mediocres que se escondían tras ellas, porteadores de carteras de catedráticos que vieron compensados sus esfuerzos, pijas que jamás osaron meterse en líos hasta que coincidieron en los pasillos con ellos y vieron cómo sacarles réditos oportunistas, funcionarios desclasados en busca de un ascenso que de otro modo no llegaría. Éste era y es el mundo podemita. Con todos ellos formó Pablo Iglesias su "sociedad de intereses mutuos" con ambiciones de colocarse o ya colocados en las instituciones del Estado burgués, intentando emular, en muchos casos, como nueva generación, los logros alcanzados por sus papás y el objetivo de vivir a costa de los ilusos sectores populares que les habían llevado hasta allí.

En el momento de hacerse las listas electorales a las municipales y las autonómicas se vio cómo aquella frase de algún dirigente podemita -"Podemos no es un partido, es un estado de ánimo”- adquiría un significado distinto. Acomodar tantos “qué hay de lo mío”, por encima de otros con más méritos, capacidades o preferencias de las bases o simplemente de trepas menos hábiles, cuadrar alianzas poliédricas territoriales con otros partidos, grupos, listas, etc. tuvo como consecuencia “estados de ánimo” crispados. Así, las denuncias de pucherazos y escándalos producidos en las elecciones online de los Consejos Ciudadanos Estatal, Regionales y Locales se reproducirían en la confección de las listas y en el orden de las mismas, del mismo modo que dichos escándalos se repetirían en las listas electorales de todas alas convocatorias a las que se presentó este partido tras las impolutas europeas.

Las heridas nunca se cierran del todo. Por el contrario, se acumulan y se devuelven, ya sea mediante filtraciones anónimas desde el interior de las organizaciones, ya sea mediante el choque de las facciones internas. A veces son sólo escaramuzas y celadas, otras guerras internas abiertas y declaradas. 

Todo ese magma llevaba en sí enormes contradicciones que habrían de explotar. Contradicciones entre lo que decían ser y lo que eran, entre lo prometido y lo cumplido, entre su discurso de “radicalismo” democrático-burgués y su compincheo con el viejo orden existente, entre la regeneración que prometían y el vicio que llevaban en sus venas.

Y todo ello estalló cuando, tras no haber asaltado ningún cielo, ni habérselo propuesto realmente en ningún momento, descubrieron que ni eran tan listos como creían ni tan deseados como querían. Conformarse con el tercer puesto es una enorme bofetada para quien cree poder dar lecciones al mundo mundial y descubrir el Mediterráneo en una sopa de sobre.  

La segunda fase de la crisis interna podemita ha llegado cuando este partido hubo de afrontar un resultado en las urnas mucho menos exitoso de lo que realmente esperaba, por supuesto mucho más menguado de lo habían prometido a su público. 

Una parte de ellos había llegado a soñar que ganarían las elecciones. Lo cierto es que según las urnas les bajaban los humos ajustaban sus pretensiones, sus programas y sus proyectos políticos.

La realidad es que se fueron conformando con hacer su “proceso constituyente”, después “segunda transición” por etapas, proyectando superar al PSOE, en la mecánica imitación de una  Szyriza que en el primer intento arrinconó al PASOK y en el segundo derrotó a Nueva Democracia. Ignoraban que el PSOE no era Syriza porque, como partido, tenía un recorrido histórico mucho más largo que el griego y hundía sus raíces de un modo más profundo en la memoria colectiva y en los hábitos repetidos mecánica e irreflexivamente como tradición de generación en generación en el país.

Por supuesto desconocían también la raigambre del pensamiento reaccionario y de la mentalidad por inercia obediente en la que se asienta la caverna política española que explica la resistencia del PP por encima de las grandes bellaquerías de nuestra derecha eterna.  

Esto sin olvidar que sólo la más profunda desesperación y desarticulación social puede explicar que un neorreformismo vestido de pseudoradicalidad desplace al viejo reformismo ya antiguamente empotrado en los partidos sistémicos del capitalismo griego.  
El resultado es que se convirtieron en los terceros de la carrera electoral y hubieran sido los cuartos de no mediar una alianza con sectores de Cataluña, Valencia y Galicia; alianza que ya se resiente con un Compromís que empieza a huir del compromiso postelectoral en el Congreso y unos partidos instrumentales propiciados por Colau y Beiras que pronto pueden reducirlos a la nada en sus correspondientes territorios o canibalizarlos dentro de sus proyectos de partidos instrumentales. 

Ignoraban demasiado estos po-li-tó-lo-gos (una de las palabras recientemente incorporadas al diccionario de la petulancia castellana) “preparaos”

El caso es que intentaron consolarse con el “nos hemos quedado a 300.000 votos del PSOE”, contando como propias todas sus alianzas regionales que ya se les vuelven lanzas. 

La realidad tenía otro color si se consideraba que la distancia en términos de diputados con el partido al que realmente pretendieron “sorpassar” era de 21 diputados y que, en términos de mayorías en la concepción de la representación dentro del parlamentarismo burgués, eso implicaba la inevitable subordinación de un partido del sistema (Podemos) a otro partido del sistema (PSOE) a la hora de plantearse posibles alianzas. 

La realidad es que el PSOE había tenido el peor resultado de su historia electoral desde 1977 pero no se había hundido y que Podemos se había quedado, con todas sus alianzas muy por detrás de sus pretensiones. 

Y peor aún, aunque la implicación de esto último no lo pudiera admitir Podemos públicamente: para poder desplazar del Gobierno al PP, el PSOE estaba abocado a establecer alianzas de geometría variable con todos los demás grupos de la cámara menos con el PP; lo que disminuía mucho el protagonismo del partido morado, por mucho que fuese el que aportaba más diputados a dicha alianza tras el propio PSOE. 

¿Qué le quedaba a Podemos en este marco, en el que las presiones del capital a través de la opinión publicada iban a insistir en la necesidad de formar rápidamente gobierno y de evitar la repetición de nuevas elecciones? ¿Qué creen ustedes? 

Evidentemente evitar que esas elecciones se produjesen, algo que no parece beneficiar a nadie, al menos en primera instancia, y que de producirse por la falta de “sentido de Estado”, atributo con el que Iglesias llevaba meses queriéndose investir para darse aura de respetabilidad burguesa, bien pudiera ocurrir que Podemos, en lugar de subir ,bajase. 

Atrás quedaron los enunciados sobre la “crisis de régimen”, que es evidente que no, porque existiendo una crisis de representación del sistema de partidos no afecta apenas ni a la monarquía (salvo en algún delirio republicano), ni a la valoración del orden constitucional, ni al orden jurídico y moral que sustenta al capitalismo ni, por supuesto, al imaginario colectivo respecto a lo que había significado la transición española. Fuera de una minoría, en la población española, y más allá de siglas, el trauma aún latente de una guerra civil guarda la viña del conservadurismo político de la sociedad española. De ahí que Iglesias abandonase el llamamiento “constituyente” para reclamar una “segunda transición”. 

Hay algo paradójico en la actitud de Podemos respecto a un partido como Ciudadanos en la precampaña y campaña y, en particular, de Iglesias y Rivera, aquellos coqueteos, aquellos gustarse ambos tanto en el programa Salvados y los posteriores rechazos “radicales” de uno y otro dirigentes para aceptarse como partenaires simultáneas del PSOE, siendo que ninguno de ellos pone en cuestión el sistema capitalista, ni la monarquía, ni cuestiones centrales de la Constitución, salvo algunas modificaciones al Título VIII por parte de Podemos y PSOE. 

Verán ustedes como el derecho de autodeterminación que Podemos pide con la boca cada vez más pequeña, y la derogación del artículo 135, acaban teniendo una “solución” menos “conflictiva”

En ese contexto la autopostulación de Iglesias como vicediós en un gobierno en el que Sánchez sería Presidente “por obra y gracia” de Iglesias, así como la predesignación de los ministerios, ministros podemitas previamente nombrados por el vicediós, y entes de poder seleccionados, entre ellos el CNI,RTVE y el CIS- lo que parecía sugerir cierta obsesión totalitaria por el control- no eran otra cosa que la bufonada matonesca de un pobre chulo político intentando poner en valor sus 69 diputados pero sin la elegancia de saber cómo presentar los toma y daca dentro de un escenario infinitamente más sutil que posee sus propias reglas ya establecidas en el ámbito del cortejo burgués y que incluye el protagonismo de lo programático, al menos en apariencia, sobre el asunto de los sillones.   
Podemos aparecía así, salvo para los más fieles entre lo fieles como aspirante a nuevo rico que cree tener el número de la lotería premiado, sin haber comprobado muy bien la cuantía del premio, y que, por tanto, carece de modales. 

Paradójicamente atrás habían quedado las líneas rojas para no haber siquiera líneas ni, si me apuran, cuestiones que tratar que no fueran el qué hay de lo mío de los emergentes.   

Para que Pedro Sánchez pueda conformar su gobierno de “cambio” o de modificaciones  -veremos que los acuerdos incipientes para retiradas de leyes aprobadas por el PP consistirán, si el PSOE forma gobierno, no en legislación radicalmente distinta sino más bien en retoques suavizados de las anteriores- necesita integrar de uno u otro modo en su proyecto a la práctica totalidad de la cámara, excepto al PP, bien sea con apoyos en Mayo a su investidura, bien sea con abstenciones, de tal manera que el conjunto implicado sume más que las alianzas del PP, siempre que finalmente no se produzcan nuevas elecciones y se trastoque poco o mucho el resultado de las últimas. En ese caso, la posición y la opción de pactos de Ciudadanos podría variar en función de dicho resultado y de cómo le afecte a este partido. 

De las dos principales alianzas que necesita Pedro Sánchez, Podemos y Ciudadanos, lo que se dirimía en los dos primeros intentos de investidura era cuál de ellos iba a adquirir  el estatus de socio preferido y cuál de socio secundario. 

Lo cierto es que para lograr ese objetivo Sánchez no podía reunir en la misma mesa al conjunto de los partidos y coaliciones electorales que necesitaba y dentro de ello, no podía particularmente juntar a la vez a Ciudadanos y a Podemos y ello por dos razones:
 ● Sentar a su lado a ambos partidos hubiera plasmado fotográficamente la imagen de que el PSOE era el “primus inter pares”, algo a lo que tanto Podemos como Ciudadanos se negaban, exigiendo cada uno su completa paridad con el PSOE porque su número de escaños le hacía especialmente necesario, por encima de otros partidos y coaliciones. Podemos sí podía ir, en cambio, a la mesa a 4 (PSOE, ellos, Compromís e IU) porque los valencianos y los de Garzón reforzaban la imagen de desproporción entre el partido morado y todo lo que no fueran ellos a la hora de negociar con el PSOE. Ambos partidos en dicha negociación, cuando la mesa se reunió con todos sus componentes, mostraron cierta subordinación con Podemos, que se debilitaría posteriormente al romperse la posibilidad negociadora cuando el PSOE decidió hablar aparte con Ciudadanos, presionando a su vez a Podemos con este diálogo particular.
 ● Podemos y Ciudadanos no podían permitirse reforzar la imprecisa sensación entre parte del electorado de que ambas no son formaciones tan distintas como aparentan -el protagonismo de su discurso regeneracionista y las estupendas relaciones entre sus líderes máximos en precampaña y campaña, tratando de transmitir la imagen de un “bipartidismo alternativo”, que no funcionó por falta de votos suficientes, al del PP y PSOE, reforzaron esta impresión-. Haber mantenido esa imagen habría relativizado su capacidad de presión a la hora de negociar con el PSOE, al tener más difícil justificar la reclamación de sus pesos respectivos en la negociación de forma que no fuese la burda demanda de cuotas de poder en un hipotético “gobierno de cambio”. Muchos votantes del PSOE y de Podemos difícilmente hubieran asumido que la falta de acuerdos por repartos de Poder permitiesen que Rajoy volviese a gobernar. Para esta base electoral hay una presuposición mágica de que el peor acuerdo “de cambio” es mejor que el mejor acuerdo para un gobierno del PP, psicología básica que el PSOE conoce muy bien y que Sánchez ha esgrimido para presionar a Podemos a unirse, a la vez que Ciudadanos, a su propuesta de gobierno.  

El PSOE maquiavélicamente sabía que, si no podía reunir a ambos partidos en un a misma mesa, la opción de reunirse primero con Ciudadanos era menos mala que la de hacerlo primero con Podemos, a pesar de que pueda dar la sensación contraria, dada el fracaso de los dos primeros intentos de investidura de Sánchez en parte, sólo en parte, propiciada por este movimiento. 

En primer lugar, la situación de Sánchez se ha consolidado dentro de su partido, cuestión importante. 

En segundo, la presentación de su candidatura en el Congreso evidenciaba aún más la parálisis del PP y la inacción en particular de Rajoy. 

En tercero ganaba tiempo al acordar primero con Ciudadanos para, a su vez, dárselo a Podemos, a fin de que este partido pudiese ir haciendo digerible a sus bases y a parte de sus electores que su partido entrase en una terna con otro partido al que hasta hacía bien poco los dirigentes morados habían acusado de ser una opción del IBEX 35. 

Para este objetivo era decisivo que fuese cuajando la sensación de desgobierno durante un largo período, y la amenaza de unas nuevas elecciones con resultados que pudieran ser similares, con la consiguiente perpetuación de la misma situación o de una alianza final que el PSOE había rechazado, de gobierno con el PP. O incluso otra poco probable pero posible tras unas nuevas elecciones: un pacto PP-Ciudadanos que éste partido justificaría como una salida patriótica a una situación de bloqueo pero que le unciría con efectos muy graves para sí a un grupo político enterrado por múltiples juicios de casos por corrupción.

Las tensiones que últimamente estamos viendo en Podemos tienen más que ver con las dificultades de gestión de los tiempos para la entrada en el mismo redil que Ciudadanos.   Precisamente es Íñigo Errejón quien más insistido en la cuestión de la “ventana de oportunidad” dentro la estrategia política de Podemos; estrategia que, con el tiempo, se ha mostrado mero oportunismo tacticista por sus cambiantes zigzgueos desde su origen hasta el día de hoy.

La ventana de oportunidad de la que habla Errejón tiene mucho que ver con los tiempos y su manejo.

En el manejo de los tiempos, tan importante en los procesos de negociación, la calma es una cuestión fundamental, como también lo es no perder en ningún momento de vista el análisis de la situación y de sus menores cambios, viendo fríamente el significado de estos, en qué modo afecta a la posición que se ocupa en cada instante dentro de la correlación de fuerzas políticas y sabiendo distinguir muy bien la diferencia entre apariencia y realidad en el movimiento de piezas dentro del tablero político que se produce en cada circunstancia. 

No es muy usual que los líderes carismáticos, o las imitaciones de tal cosa, sean capaces de mantener esa mente analítica en toda situación. 

Muy menudo, ese tipo de liderazgo va unido a una personalidad fuertemente narcisista que, cuando se patologiza por exceso de adulación y de culto a la personalidad, deriva en pérdida de contacto con la realidad y en comportamientos grotescos. 

Estoy hablando de Pablo Iglesias. En una entrevista con otro rey del ego y de la banalidad con pretensiones, el “cuñao” Risto Meijide, el secretario general de Podemos, seguramente queriéndose adaptarse a la falsa intimidad que da el chester, confiesa a su interlocutor en relación con su sobreexposición a los medios: 

“Me siento como una mujer guapa que entra al bar y se encuentra rodeada de babosos”  

Creo innecesario comentar la frase, ya que revela bien la patología del personaje. 

¿Qué decir de su antigua autodefinición como macho alfa, su ya aludida autoproposición como vicediós (vicepresidente dice él) de un gobierno de Sánchez o de la exhibición televisiva del beso con Xavier Domènech en el Parlamento. Fuera de que a De Guindos se le pusieran los ojos cuadrados ante la escena, el contínuo recurso a la cantinflada representa la ostentación como virtud de un ego enfermizo. 

Cuando el ego enferma hasta donde lo ha hecho el de Iglesias, los nervios se descontrolan ante lo que puede llegar a interpretarse no tanto como desprecio y agresión a la organización que se lidera, como al propio liderazgo y a su persona. 

Los políticos de temperamento sanguíneo -no sangriento, que es algo muy distinto- son expansivos, emocionales antes que reflexivos, excesivamente locuaces y muy influenciables por el entorno, aunque también grandes embacuadores. En cambio tienen tremendos estallidos de ira, son poco planificadores y se proyectan mucho en los demás; lo que en ocasiones coincide con una cierta tendencia a la paranoia. Confunde frecuentemente los intereses colectivos con los propios.

Y ahí tenemos lo de la “cal viva” de los GAL y Felipe González de Presidente por entonces que, con ser absolutamente cierto no parecía excesivamente oportuno y sutil si lo que quieres es que te nombren vicepresidente en un gobierno del mismo partido, por mucho que luego le mandes un tuit a Pedro Sánchez con beso incluido y le recuerdes la empalagosa “genialidad” de Monedero de que “Podemos es una fábrica de amor”. Histrión sobreactuado de entrada y patético clown de salida. A los partidarios del “Sálvame”  político de La Sexta les encantará ese tipo de payasadas. A los demás no. 

Sugiero se fijen en este vídeo en la cara de Íñigo Errejón cuando Pablo Iglesias alude al citado asunto de la cal viva. Habla por sí misma.


Los esfuerzos de Errejón de presentar un Podemos de “la gente normal”, al estilo de su proyección de imagen como político modosito y yerno perfecto, se los desbarata un Iglesias absolutamente descontrolado que, como toro herido por el puyazo, se le va la pinza y arremete furioso y con la cabeza baja. 

Nadie se equivoque. No estamos ante dos almas de Podemos, una más moderada (Errejón, Bescansa) y otra más radical (Iglesias, Pascual, Izquierda Anticapitalista) o ante tres corrientes ideológicas confrontadas, ni siquiera ante proyectos diferenciados dentro de un mismo partido. Todos ellos son lo mismo. Un grupo de oportunistas, con un programa que en lo económico empezó siendo socialdemócrata y ya apenas es tímidamente keynesiano, todo ello envuelto en un populismo transideológico.  

Sí cabe hablarse de un mismo círculo de poder original dentro de Podemos, el de Contrapoder de la Complutense al que fueron enganchándose colaboradores habituales de La Tuerka, Fort Apache o la Fundación de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) -ha cerrado su servidor web sin dar explicaciones- empleada para establecer contactos y hacer negocietes. A todos ellos se unió Izquierda Anticapitalista como espina dorsal organizativa y territorial inicial de la base militante de Podemos en un primer momento. 

Quien busque diferencias ideológicas estará cogiendo el rábano por las hojas. El populista laclaudiano Errejón había sido muy próximo a Izquierda Anticapitalista y esta organización siempre se consideró a sí misma como seguidora de un trotskismo light. 

El sector último que arribó en Podemos, el proveniente de Izquierda Unida (los propios Monedero e Iglesias pertenecieron a dicha organización. Monedero fue muchos años antes de las Juventudes Socialistas cuando estudiaba Ciencias Políticas) lo ha ido haciendo más como una suma de individualidades a la búsqueda de un sustento mejor, que como un colectivo homogéneo, aunque haya coordinado en gran medida sus pasos, y llega también desde una organización socialdemócrata. 

La bronca que ha estallado en el Consejo Ciudadano de Podemos de Madrid región, después de 5 gestoras regionales en otros territorios, tiene mucho de problemas heredados de origen -afiliación de aluvión, falta de ideología definida, oligarquización, falta de democracia interna, cesarismo caudillista en el liderazgo, enfrentamientos por cuotas de poder personal y, en el último período, y producto de haber fracasado el objetivo de “sorpasso” al PSOE, modo de gestionar los acercamientos al mismo, ritmo y forma de concretar su compromiso -facilitar el gobierno a Sánchez no se discute, salvo por el sector de Anticapitalistas y más como órdago que como intención real- con un gobierno de cambio y de progreso. 

Me atrevo a decir que íntimamente se asume también que Sánchez cuente tanto con Podemos como con Ciudadanos, por mucho aspaviento que ambos partidos escenifiquen en sentido contrario. El problema es de a quién de ellos considerará el PSOE su socio mayoritario porque ello, en el gobierno o fuera de él pero con apoyos programáticos, significa cuotas de “poder”

A Podemos ya le ha llegado el mensaje. Se lo ha mandado Público, su primera sede y boletín oficial, con su encuesta del 3 de Marzo en la que afirmaba que de repetirse las elecciones, una coalición en la que Ciudadanos se acercaría mucho a Podemos y PP estaría a un escaño de la mayoría absoluta, mientras Podemos seguiría estancado sin superar al PSOE, aunque éste descendiese en escaños. Hay que señalar que esta encuesta fue hecha y publicada antes de la bronca de las dimisiones en el Cosejo Ciudadano de la Región de Madrid. 

Que para Podemos podría comenzar a pintar bastos, y a cerrarse la errejoniana ventana de oportunidad si no andan listos, se lo han confirmado después El País, ABC y La Razón (que pertenece al mismo grupo editorial que La Sexta). Y sí, las encuestas, independientemente de qué medios las encarguen y difundan, tienen la función no sólo de reproducir una cierta intención de voto en un momento determinado, sino también de orientar esa misma intención (en la dirección de voto útil) y de condicionar los comportamientos de los dirigentes políticos. 

Pero curiosamente en esas encuestas coinciden en que Podemos puede verse perjudicado en una nueva situación tanto un medio proPodemos como las de los que dicen ser antiPodemos (significativo cómo La Razón salió hace días defendiendo al partido morado frente a los ataques y el intento de destruirlo por parte del PSOE, según el periódico que dirige Marhuenda). 

Cuando esto sucede cabe extraer las siguientes conclusiones. 
 1. Las payasadas de Podemos y sus socios en la constitución de las cámaras y los exabruptos de Pablo Iglesias en el debate de investidura de Pedro Sánchez no han gustado a una parte de sus votantes, previsiblemente a un sector de los más tradicionales proveniente del PSOE. 
 2. Podemos pierde fuelle, aunque sea momentáneamente, y el capital da ya por más que amortizado al PP y a Rajoy y necesita caballos de refresco, que bien pueden ser esos partidos del cambio (PSOE, Podemos, Ciudadanos) con dirigentes jóvenes y que parecen no tener pasado. 
 3. Viene una segunda fase dura de la crisis capitalista y Bruselas exige nuevos recortes. 
 4. El PP no está en condiciones, con la madre de todas las corrupciones, saliéndole precisamente ahora, a la vez por todos los poros mediáticos, los más confrontados y los más amigos, para dirigir una nueva vuelta de tuerca sobre la clase trabajadora. ¿Qué mejor que una operación de recambio? Y si para hacerlo más rápido, hay que insuflar un poco de realismo en el entorno podemita, se insufla. 

Pero nadie se equivoque, la crisis no se la ha creado nadie a Podemos. Es suya. Nadie se ha inventado 10 dimisiones, muchas de ellas de diputados y de dirigentes que también lo son a nivel nacional. 

De hecho, el secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, Luis Alegre, ha reconocido que el principal problema del impacto de las citadas dimisiones tiene su origen en filtraciones internas realizadas por militantes de la formación morada. 

La respuesta de otros dirigentes de acusar a agentes externos a Podemos (PSOE, medios de comunicación) es la respuesta típica de los partidos políticos que creen que la transparencia debe acabar cuando empiezan las malas noticias y que se comporta de un modo paranoico inventando enemigos externos para negar los conflictos internos. 

Simplemente se le ha dado aire, en medios amigos y enemigos, y el objetivo no es destruirla. Por lo mismo ningún medio ha hablado, de momento, de que ha habido un intento, hasta el momento frenado, de dimisiones también en bloque en el Consejo Ciudadano Municipal de Madrid capital, el que dirige el mediocre arribista y sujeto sin escrúpulos Jesús Montero, esbirro de la familia Botín. ¿Por qué se ha callado esto último? Porque se trata de disciplinar a estos chicos, de hacerles entrar rápidamente en razón, no de destruir un juguete que tan bien les ha venido como refresco del sistema político burgués. 

Pero cuidado porque los que han amagado con dimitir dentro del Consejo Ciudadano Municipal de Madrid podrían hacerlo a la vuelta de la Semana Santa y sus motivos podrían ser más incuestionables, dado que esgrimen como argumentos su decepción y sentimiento de haber sido engañados respecto a los proyectos de cambio de Ahora Madrid desde el Ayuntamiento de la capital de España, cosa que algunos ya dijimos desde el minuto 1 de la toma de posesión de Manuela Carmena que sucedería.

Hecho este último paréntesis, creo que los podemitas ya han entendido el mensaje. De momento, han ensayado con el PSOE ir juntos en diversas votaciones en el Parlamento y ¡oh sorpresa!, los ruidos mediáticos sobre la crisis de Podemos han acabado. Sospecho que esta fase de la crisis podemita no ha terminado en absoluto, hasta que todo el partido tome una misma decisión respecto a los pactos. Un par de encuestas más y tras estas vacaciones de Semana Santa los penitentes morados volverán mucho más “calmados, dialogantes y sensatos”, tanto que habrá abrazo del reformismo para una “segunda transición”, dentro del orden que forjaron los pactos del 78, claro está, aunque con ligeros retoques de maquillaje “empoderado”. ¡Ah, y por el resultado de la cyberconsulta de la dirección podemita a sus bases sobre los pactos no se preocupen! ¿Cuándo ha sido eso un problema en Podemos?