18 de agosto de 2015

BRASIL: “EL IMPEACHMENT SE DESINFLÓ”

El juez Sergio Moro, artífice del intento 
de criminalizar toda la actividad política
brasileña
El dirigente petista Damous sostiene que el gobierno de Dilma recuperó la iniciativa política y que las movilizaciones a favor del juicio político son “un caldo de cultivo para que surja un Berlusconi a la brasileña”.

Darío Pignotti. Página/12

Diputado del PT y ex titular de la Orden de Abogados de Brasil, regional Río de Janeiro, Wadih Damous, sostiene que las movilizaciones pro impeachment como la ocurrida anteayer son un “caldo de cultivo para que surja un Silvio Berlusconi a la brasileña” y opinó que es “nula” la posibilidad de que Dilma renuncie.

–Posiblemente la persona más vivada el domingo fue el juez Sergio Moro.
–Es lógico que esos grupos se entusiasmen con alguien como el juez Moro, que está criminalizando toda la actividad política, y esto lleva a salidas fascistas del tipo de Silvio Berlusconi en Italia. La cadena Globo, conocida por apoyar al golpismo, lo transformó en una celebridad televisiva, en un salvador de la patria.

–Moro dice inspirarse en Mani Pulite (años ’90).
–Y fue después de Mani Pulite que surgió Berlusconi. Moro tiene veleidades injustificadas, él no puede compararse con el fiscal Di Pietro, el de Mani Pulite, que es alguien de buena formación. Moro no tiene reputación jurídica, ni elaboración doctrinaria: saltó a la fama por el camino autoritario, a través de la violación de la Constitución, de los derechos de defensa y de los derechos humanos inclusive. Y se ganó el aprecio de Globo porque sólo investiga a sospechosos del PT. Cuando aparecen indicios serios sobre el PSDB él no los investiga.

–¿Y quién sería el Berlusconi brasileño?
–Quién sabe si ese Berlusconi a la brasileña no termine siendo el juez Moro. El no sólo se hizo muy popular entre la gente, él les cae bien a los grupos más reaccionarios. Y está secundado por un grupo de fiscales fanáticos, unos jóvenes sin ningún saber jurídico que se asumen como si fueran predicadores del bien contra la política. Eso a nivel jurídico, y a nivel parlamentario Moro también está ganando apoyo. En Brasil hoy tenemos la Cámara de Diputados más reaccionaria, degradada, desde hace años. Una cámara compuesta por muchos policías ejerciendo cargo de diputados, policías que vienen a las sesiones vestidos con uniforme, y ellos enaltecen a Moro, a las leyes represivas y al estado de excepción con aspecto republicano.

–¿Cuál fue el desempeño de Moro en la causa Petrolao?
–Creo que el juez Moro no tiene dimensión de las concecuencias el Petrolao, o sea del proceso Lava Jato (Lavado Rápido) que está causando estragos a Petrobras y a la economía para favorecer no sé a quién. Ese proceso ya comprometió el 2,5 por ciento del PBI, esto genera desempleo, la quiebra de empresas estratégicas.

–¿Qué opina del uso de las delaciones premiadas?
–El uso de las delaciones premiadas es abusivo y autoritario. Es curioso, pero en estos momentos cuando no hay chance de un retorno de los militares, el fascismo brasileño no está a cargo de las armas, está a cargo de órganos del Estado como el Poder Judicial.

–A través de delaciones fue preso José Dirceu, ex hombre fuerte del gobierno de Lula.
–Así es, no he profundizado en el tema pero no he visto nada consistente en lo que se le imputa a Dirceu, de quien tengo el orgullo de ser amigo.

–¿Dirceu es corrupto o jefe de una banda?
–José Dirceu es el mejor cuadro político de Brasil, un hombre con una biografía de compromiso político y militancia, el ha sido estigmatizado injustificadamente, él no es corrupto. Hay una persecución política de Dirceu en la prensa y en estos fiscales fanáticos. Es falso que montó una organización para delinquir.

–¿Dilma puede renunciar?
–Considero que la presidenta tiene muchos defectos como el no gustar de la política; ella fue militante de la lucha armada, luego, nunca fue líder estudiantil, ni del partido, ocupó cargos de cuadro técnico. A ella le desagrada el juego político, ése es un defecto, pero ella tiene la virtud de ser aguerrida, valiente, tiene un carácter fuerte hasta en exceso, ella no va a flaquear por las presiones.

–¿Cuál es la probabilidad del impeachment?
–Si me hubiera preguntado hace una semana le habría dicho que el impeachment estaba avanzando. Después de todos estos movimientos exitosos dados por Dilma y Lula la situación mejoró porque el gobierno recuperó la iniciativa política. Se logró atraer al senador Renán Calheiros de vuelta a la base del gobierno, hubo diálogo con el Supremo Tribunal Federal. Creo que el gobierno salió de las cuerdas, está más actuante. Ahora soy más optimista. Midiendo de 1 a 100 la semana pasada el impeachment tenía 60 o más chances ahora tiene menos de 30, capaz que 20. El impeachment se desinfló.

–La oposición sostiene que Dilma no concluye el mandato.
–La oposición es buena para ganar encuestas, pero hace cuatro elecciones que no logra elegir un presidente, no olvidemos que Dilma todavía tiene tres años y medio de presidencia por delante. Nadie ignora que este es el peor momento de los gobiernos del PT, la economía va mal, la política también, pero hay chances reales de mejorar.

–El 66 por ciento está a favor del juicio político según una encuesta.
–Habría que saber cómo fueron formuladas las preguntas de esa encuesta. Las personas están insatisfechas con el gobierno, pero no veo que haya un 66 por ciento queriendo impeachment. Tal vez haya un 66 por ciento en Sao Paulo, pero Sao Paulo no es Brasil, Sao Paulo es un caso atípico de Brasil. Un escritor decía que “La peor forma de soledad es la compañía de un paulista”.

–¿Lula debería ir al gabinete?
–Hasta el mes pasado sostenía que Lula debería asumir un cargo en un ministerio para mejorar la articulación política del gobierno, pero analizándolo mejor cambié de idea. Si estuviera en un ministerio eclipsaría a Dilma, sería un error acabar con la figura de la presidenta. Y además Lula siendo ministro cargará con el desgaste del gobierno afectando su imagen para ser candidato en 2018 a la presidencia. Es el mayor líder popular del país, tiene que ser preservado.

–¿El PT es uno de los principales blancos de los manifestantes?
–El PT está en una encrucijada, está en cuestión hasta su propia existencia, ha perdido buena parte de la credibilidad que ya tuvo. Deberíamos reconquistar a los movimientos sociales, nosotros perdimos a la juventud. Hoy la juventud toma las calles con la derecha, como está pasando con estas marchas desestabilizadoras, o va hacia el PSOL (Partido Socialismo y Libertad, escisión del PT). Lamentablemente ya no somos una opción para los jóvenes, y hoy muchos jóvenes conservadores, golpistas, están ganándonos en las calles. Lamentablemente debemos reconocer que el PT perdió la capacidad de movilización que tuvo, habrá que reconstruirla para resistir a este golpismo, creo que eso podrá ser reconquistado en algún momento. Reconozcamos que hoy es muy difícil para el PT convocar a una movilización en defensa de un gobierno que está haciendo un ajuste económico como este, con más desocupación.

–¿Es una situación irreversible?
–Es reversible porque el PT es un partido con más de un millón de afiliados, con una base muy fuerte. Hoy no tenemos capacidad de pedir a la sociedad que defienda a un gobierno muy impopular. Tenemos la posibilidad real de pedir a la sociedad que salga a defender la democracia.

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