13 de enero de 2015

CRUJE LA BURBUJA DEL FRACKING EN EE.UU., ¿CUÁNDO EXPLOTARÁ?

Juan Andrés Pérez Rodríguez. Canarias-Semanal

Desde  mediados del pasado 2014 el precio del petróleo ha sufrido un descenso del 50%, lo que ha obligado a varios productores a  suspender proyectos de prospección de  nuevos pozos y, en otros casos, las operaciones de extracción.

Independientemente de factores políticos, geoestratégicos o especulativos, la realidad es que la sobreoferta de crudo tiene en su base la burbuja del  fracking – fractura hidráulica -  inflada en Estados Unidos que, como tantas otras, terminará estallando irremediablemente.

“La lista de empresas que están estranguladas financieramente es considerable”- advierte Benjamin Dell, socio director de Kimmeridge Energy, un gestor neoyorquino de activos alternativos  especializado en activos energéticos.

“Todo el mundo no va a sobrevivir. Los gastos por intereses de las 61 empresas analizadas por Bloomberg ascendieron a casi 2.000  millones de dólares en el primer trimestre, un 4,1% de los ingresos, casi el doble del 2,3% de hace cuatro años”- añade el especialista.

La tendencia que señala este diagnóstico se confirma en la quiebra –divulgada este domingo- de la empresa WBH Energy, con sede en Texas, Estados Unidos, dedicada a la perforación destinada a extraer petróleo de esquisto.

Se trata del primer fracaso en pleno auge del método de perforación hidráulica o fracking, letal para el medio ambiente. La clásica burbuja capitalista comienza a mostrar peligrosos síntomas.

De acuerdo al diario Wall Street Journal, reseñado por TeleSur, la petrolera solicitó el domingo acogerse a la suspensión de pagos dentro de la protección de las leyes de bancarrota de Estados Unidos.

Según la fuente, la situación financiera de WBH Energy es muy difícil. Su deuda asciende a los 50 millones de dólares, lo que "se ha vuelto irreversible después de que uno de sus acreedores se haya negado a prestarles más dinero, viéndose obligados a pedir la liquidación".

Un dato destacadísimo al respecto  es la relación creciente entre el crédito y el capital propio invertido en una operación financiera por parte de las empresas que practican elfracking en Estados Unidos. El incremento de esa relación ha repuntado hasta el 55 % respecto a los niveles de hace cuatro años.

Ese incremento se traduce, según los datos de la multinacional financiera S&P Capital IQ, en una deuda de 200.000 millones de dólares. 72.000 millones más que en 2010, cuando la deuda combinada que acumulaban las compañías estadounidenses centradas en la producción de crudo y gas ascendía a 128.000 millones.

A pesar de los inciertos beneficios, la insostenibilidad económica y el daño medioambiental, el Gobierno de Estados Unidos ha respaldado la aplicación del fracking para la extracción de petróleo y gas de esquisto, alegando que se trata de una vía para lograr la independencia petrolera del extranjero, lo cual no tiene ningún sustento en la ciencia económica

Por este motivo el presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Eulogio del Pino, indicó que "la producción de petróleo de esquisto constituye un arma política del capitalismo para tratar de doblegar a naciones que se enfrentan a sus acciones de dominación y hegemonía (...) y forma parte de una estrategia que ha incluido el apoyo a las acciones desestabilizadoras que ha perpetrado la derecha en Venezuela, los planes para fomentar la crisis en Crimea, como forma de atacar a Rusia, y la aplicación de sanciones económicas contra Irán".

En ese sentido, Venezuela ha adelantado su intención de poner en marcha un conjunto de acciones que hagan frente a las intenciones imperiales.

La más importante es la emprendida por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,con una gira que incluye a países productores, miembros y no miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), comenzando en Irán y Arabia Saudita, para levantar la voz y coordinar mecanismos que permitan defender el precio del barril de petróleo producida por la sobreproducción estadounidense.

Qué decir en este contexto mundial cuando se escucha al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, declarar que el fracking “es una revolución energética que supondrá cosas maravillosas para España?”.