27 de septiembre de 2011

LA GRAN MENTIRA DE LA DACIÓN EN PAGO

Por Marat

En el “ingenio” que se mueve alrededor del 15-M han surgido un conjunto de iniciativas en lo social que definen el carácter de dicho “movimiento” y sus organizaciones comparsa o banderas de conveniencia. No redundaré en mi consideración acerca del mismo porque lo he hecho ya sobradamente en un buen número de artículos anteriores.

Sí quisiera detenerme de manera más profunda en una cuestión que ya he tratado con anterioridad y que tras su desbloqueo en el Congreso de los Diputados y la manifestación de “miles” de personas (10.000 entre las 41 organizadas en todo el territorio del Estado español) el pasado domingo 25 de Septiembre ha adquirido renovado protagonismo, mediático obviamente, porque el de apoyo en la calle, a tenor de la cifra, parece un tanto magro (una media de 250 personas por ciudad en la que se organizaron las manifestaciones, y 2.000 en Madrid, después de un gran despliegue propagandístico por toda la ciudad). Me refiero a la ILP (Iniciativa Legislativa Popular) de la dación en pago de la vivienda. Esto es, que se pueda devolver el piso al banco para cancelar la deuda de la hipoteca en los casos en que esta no puede pagarse.

El pasado 19 de Junio decía en un artículo anterior (1) que esta “solución” que consiste en dejar a una familia con el cielo por techo bajo el argumento de que, al menos no les siguen cobrando la hipoteca....El Parlamento ha dado buenas palabras de estudiar el tema, hasta Esperanza Aguirre prometió en campaña plantearlo en la Comunidad de Madrid, desdiciéndose luego aludiendo a la falta de competencias del órgano institucional en la cuestión y Bankinter ha anunciado ya el primer producto hipotecario con estas características. ¡Quien les iba a decir a los revolucionarios que realmente en el mundo SÍ lo han sido que doblegar al capital iba a ser tan fácil! ¡Cuanto sobreesfuerzo baldío en el pasado, cuando las cosas parecen mucho más sencillas!, ¿verdad?
Reformismo puro y duro bien integrable en las estrategias del capitalismo es esto de la ILP de la dación en pago y cuya magnífica solución pasa por dejar en la p... calle al hipotecado. Se asume sin mayor problema que el derecho a una vivienda digna no está por encima del cumplimiento de las leyes que dicta el capital durante una crisis económica que castiga a los trabajadores y que él ha provocado”.

Es cierto, y no lo negaré, que el texto de la ILP de la dación en pago impulsado por las PAH (Plataformas de Afectados por la Hipoteca) propone una forma de evitar el desahucio de la vivienda entregada en pago consistente en que “quienes no puedan pagar la hipoteca puedan permanecer en el piso pagando un alquiler que no supere el 30% de sus ingresos. La medida del alquiler social persigue evitar mayores costes sociales y económicos, porque asistir y realojar a una familia desahuciada tiene un gran coste para la administración y el resto de la sociedad”(2), en loables palabras de preocupación por la solvencia financiera de la administración de la señora Colau, de la PAH de Barcelona.

Ahora bien, ¿sería tan amable la señora Colau de explicarnos cuanto es el 30% de los ingresos de quienes ya no perciben paro, o no lo han percibido nunca por ser autónomos, y de quienes no perciben tampoco ningún ingreso proveniente de ayudas sociales? ¿Ha estimado la señora Colau o la PAH cuántos miles de personas están en la situación de carecer de cualquier tipo de ingreso y de ser prontos candidatos a un desahucio? Espero que no se me responda con que para esos casos se prevé las acciones de calle contra los desahucios porque en ese caso pensaré que esos sloganes de “Si nos tocan a uno, nos tocan a todos” son bastante falsos, al dividir y parcelar al colectivo global de los afectados por la hipoteca.

Pero no es esta cuestión, ni mucho menos la que me preocupa en relación con la famosa ILP de la dación en pago, como tampoco lo es, siendo importante, el hecho de que no se defienda la vivienda como derecho humano inalienable y no enajenable en circunstancia alguna, situándose siempre por encima de cualquier interés privado de lucro financiero o de otra índole económica (especulación inmobiliaria).

Lo que me interesa de la dación en pago es el modo en que se corresponde a los intereses estratégicos del gran capital; es decir, el modo en que la dación en pago viene a ser una fórmula que palia la crisis del capital financiero (bancario), asegurándoles una mejor cuenta de resultados.

Me explicaré, ya que no es fácil de entender el porqué planteo de este modo la cuestión y mucho menos cuando la postura adoptada ante la lectura del texto pueda ser la opuesta a la voluntad de entenderlo. Al fin y al cabo atacar al autor puede ser una vía más directa y rápida que leer lo que escribe. Estoy acostumbrado.

La tasa de morosidad y un balance anual que no cuadre o lo haga con riesgos de insolvencia es una de las peores maldiciones para la banca desde que comenzó la crisis capitalista en el último trimestre de 2007.

Una hipoteca impagada, o deuda del impositor bancario con su banco, se convierte en la contabilidad bancaria en deuda y la deuda acaba en la contabilidad de la entidad por convertirse en pasivo o, lo que es lo mismo, en deuda del propio banco, ya que las entidades bancarias deben recurrir a los préstamos de los bancos centrales, de otras entidades del mercado financiero internacional o de préstamos de sus propios gobiernos para su actividad habitual, y de un modo más acusado en tiempos de crisis financiera.

La tasa de morosidad bancaria es uno de los aspectos que más tienen en cuenta las sociedades de evaluación de riesgos a la hora de considerar el nivel de solvencia financiera de una entidad. La rebaja de la solvencia de un banco conlleva inmediatamente que el tipo de interés al que esa entidad financiera deba aprovisionarse de liquidez monetaria sea más elevada que antes de producirse dicha rebaja.

Resumiendo, que la dación en pago es una buena solución para la banca en tiempos de crisis, puesto que desaparece del apunte contable un pasivo derivado de la deuda de las hipotecas impagadas que de otro modo drenaría su solvencia financiera al elevar el costo al que debe pagar el banco su nuevo aprovisionamiento de fondos.

Conviene decir que al sector inmobiliario, promotores y constructores, no les viene nada mal que pueda llegar a salir adelante la ILP de la dación en pago. Como mínimo les garantiza que no les va a afectar a los empresarios que ya vendieron sus viviendas con el aval hipotecario del banco, al que el comprador de la vivienda deberá ahora su coste. Y puede contribuir a levantar ánimo del decaído sector del ladrillo, al tener un efecto psicológico de mayor confianza del futuro comprador que siempre podría arriesgarse con una cierta sensación de red pensando aquello de “si no puedo acabar de pagar mi hipoteca, al menos con la dación en pago no estaré endeudado toda mi vida”. Al ingenuo comprador no se le ocurrirá seguramente preguntarse qué entidad bancaria volvería a venderle otro piso, dados sus antecedentes como mal pagador. Esto en un país en el que el alquiler es tan caro o más que la compra y con unos derechos del inquilino realmente exiguos y precarios a futuro.

Pero lo mejor para los promotores y constructores es que quedan absolutamente protegidos de eventualidades y malos tiempos futuros. A ellos también se les aplica la dación en pago. Y es que ante la quiebra de promotores y constructores, el peor escenario para el banco es el concurso de acreedores, porque supone una declaración de pérdidas que ante la declaración de quiebra de la firma promotora-constructora el banco ha de asumir. Sea en obra terminada o en construcción. En el primer caso, al menos la opción del banco es convertirse en acreedor de sus usuarios o intentar explotar un negocio de dudoso beneficio presente (el inmobiliario), sea en el mercado de la vivienda o de oficinas y sector industrial. En cualquier caso, por lo explicado con anterioridad, es una solución, falsa, para el sector bancario pero mejor que la del mero embargo. Permite maquillar, a corto-medio plazo, parcialmente, sus resultados contables.

Se podrá aducir que el hecho de que la banca obtenga en la dación en pago una buen subterfugio para reducir su morosidad y evitar sus perniciosos efectos sobre su solvencia no es obstáculo para que se beneficie el hipotecado que no puede pagar su préstamo. Pero, díganme, ¿en qué se benéfica una familia que pierde su vivienda, y acaba viviendo en la calle, quizá incluso después de haber pagado cada mensualidad de su hipoteca durante 10, 15 o 20 años, sin haber faltado a un solo pago ni retrasarse siquiera en él? ¿En que se beneficia alguien que tras haber pagado una buena parte de su deuda con el banco acaba echando todo ese dinero al vacío para, en el mejor de los casos, vivir ahora pagando un alquiler de una vivienda que pasará a ser propiedad del banco y que, por tanto, el banco siempre tendría derecho a vender? De hecho, ahora casi las únicas hipotecas que las entidades bancarias conceden son sobre viviendas de su propiedad. ¿De qué le servirá la dación en pago a una pareja que después de perder su vivienda y que, careciendo de medios para pagar si quiera su usufructo en alquiler acabará debajo de un puente (no sé si habrá tantos en el Estado español) o en una chabola y, muy posiblemente, perdiendo incluso la tutela sobre sus hijos? ¿Se han preguntado estos señores de la PAH y el 15-M de qué modo perder el trabajo y la vivienda puede convertir a una persona en un paria, menos aún, en un mendigo, con una vida arruinada para siempre?

¿Es que acaso el hecho de que salga de la lista de morosos y deje de tener una deuda importará mucho en el caso de ancianos expulsados de su vivienda o de personas que no podrán ya salir del circuito de la marginalidad, al haber perdido los dos principales medios de arraigo social, como son el trabajo y la vivienda?

A estas alturas resulta más que sospechoso que
· En la revista del Colegio de Notarios de Madrid (3), una profesión parásita donde las haya, tan partidaria de la propiedad privada y con tantos intereses cruzados con la banca y el sector inmobiliario, se escriban artículos favorables a la dación en pago,
· En publicaciones online sobre hipotecas (4) se aluda al interés de la banca por impulsar la dación en pago con el fin de disminuir la morosidad y su impulso entre extranjeros que retornan a sus países
· El Congreso, tan poco proclive a la sensibilidad sobre los derechos sociales de las clases populares, haya admitido a trámite la ILP sobre la dación en pago
· Consultando por Internet aparezcan un sinnúmero de negocietes y webs inmobiliarias (5) que se ocupan muy favorablemente de apoyar la opción de la dación en pago
· Los medios de comunicación de masas den un protagonismo a todas luces exagerado e inmerecido a una Plataforma (PAH) y a un movimiento, el 15-M, con el que el que converge en sus acciones, y cuyo seguimiento social ha sido más que precario, incluso según datos aportados en el diario que más apoyo les presta (6)
· Cierto personaje portavoz de la PAH, dirigente de DRY (por mucho que digan que no los tienen) y reciente adquisición del PCE y de IU, bien posicionado para situarse en condiciones de salir en las listas al Congreso por esta coalición, provenga del negocio de la construcción e inmobiliario, tan imbricado con el bancario, en el que ha desarrollado en el pasado una provechosa carrera profesional. Les sugiero que lean la semblanza que el Diario de Alcalá hacía este verano de él (7)
· Otro líder murciano, proveniente del lejano maoísmo, ahora de acento marcadamente populista, y también muy 15-M y PAH consiguiese organizar en Mayo su performance en la oficina principal del Santander, entrando en grupo, con gran pancarta incluida, y sin que ningún miembro de la seguridad del banco apareciese por allí en ningún momento, ni a la entrada, ni a la salida, ni durante el desarrollo del espectáculo (8). Si aquello no estaba pactado con los directivos de la central del banco en Murcia algo muy parecido a tal cosa sucedió. Sería de interés saber a qué cuestiones entraron en ese pacto. Creo que ver el vídeo de principio a fin puede ser esclarecedor.

Habrá quienes intenten negar el argumento del interés de la banca en que se asuma legislativamente la dación en pago señalando que las Cajas de Ahorros, o lo que queda de ellas, se oponen a la ILP de la dación en pago. Pero la razón es obvia. Son las más perjudicadas por la burbuja especulativa del mercado hipotecario (cuota de mercado del 55% en el segmento hipotecario, que se eleva al 69% en el caso de la financiación de pisos protegidos) (9), y las que en peor situación se encuentran en cuanto a solvencia en estos momentos. Para ellas la ILP de la dación en pago llega tarde como balón de oxígeno. Sirva el ejemplo de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) para aludir a lo que no se ha parapetado tras el conglomerado de Bankia o Banca Cívica para salvarse de la quema. En el caso de la banca de tradición privada (BBVA, Santander,...) su situación, aunque comprometida, no es todavía desesperada, dentro del nuevo tsunami financiero que pronto se abatirá sobre Europa. Que un banco como Bankinter, en distintos momentos de su historia ligado a la familia Botín y de la que su expresidente, Jaime Botín, posee el 23,8% de su capital, fuese el primero en suscribir pólizas con la opción de la dación en pago, indica por dónde puede discurrir el futuro en la banca privada en cuanto a esta cuestión Y la dación en pago podría venirle como agua de Mayo en tierra de secano.

Lo que no se nos cuenta de esta estratagema de ayuda al sector de la banca e inmobiliario, diseñada bajo la apariencia de filantrópica preocupación por los afectados por la hipoteca y, más aún, como respuesta de los propios afectados a su desesperada situación y que se conoce como ILP de la dación en pago es que no sólo no resuelve el hecho de que el desahuciado se queda sin casa. Además es, en términos de capitalismo financiero, en las circunstancias actuales de descoyunte absoluto del sistema económico mundial, pan para hoy y hambre –social, no de intereses privados y especulativos- para mañana. Y ese mañana es muy pronto. De hecho, está llegando. Pero vivimos tiempos de aventurerismo económico y político de “condottieri” de la peor laya y condición moral.

La realidad es que en un capitalismo de economía financiarizada las grandes corporaciones no miden beneficios y pérdidas simplemente a través de las diferencias entre beneficios, por un lado, y costes e impagados, por otro.

La inversión y capitalización bursátil de las grandes corporaciones, sean de servicios, industriales o financieras, se asientan también en gran medida en las expectativas a futuro. Las empresas no valen sólo por su realización presente sino por sus lo que se espera que habrán de valer o ganar. Y ahí está la clave de la cuestión. La hipoteca impagada, por mucho que se materialice como cobro en la incautación de la mercancía por la que se prestó –la vivienda embargada o ejecución hipotecaria-, siempre será pérdida para las entidades financieras porque el valor de la primera no será sólo el del propio hogar enajenado al cliente bancario sino también el interés bancario que se dejó de cobrar en el caso de aún hipotético de la dación en pago, causa y origen del negocio de la usura moderna.

Y en cuanto a la realización del beneficio dentro del sistema –capitalista, sin genérica e indefinida alusión a lo que “el sistema” sea- ya tenemos experiencias sobradas a lo largo de la historia, y muy ilustrativas en carne propia para los legos en la misma, de cuál es el paliativo que ayuda a enjugar esas pérdidas: el factor trabajo, hoy también economía social y sector público ya en extinción –salario indirecto y derechos sociales- que se nos están escamoteando a los trabajadores a través del terrorismo sistémico. En ese poder totalitario del capitalismo salvaje de nueva era las corporaciones y los enloquecidos “condottieri” son el cerebro y el corazón que bombean órdenes inapelables a sus brazos políticos, cuya obediencia ciega es suicida pero imposible de rechazar, si no se enfrenta a la vez desde las instituciones y desde sus víctimas sociales, los asalariados y pequeños autónomos llamados a ser aplastados por una vuelta a las más crudas condiciones de vida de la clase obrera del siglo XIX y de los miserables descritos por Victor Hugo o por el propio Charles Dickens.

Para decirlo de un modo más directo y sencillo: los trabajadores seremos los que financiemos la dación en pago y el déficit – o lucro insuficiente- que ésta pueda provocar a los banqueros. Los mediadores de ese transvase de las rentas del trabajo y de un Estado del Bienestar ya agónico será el gobierno de turno porque no hay posibilidad de políticas alternativas dentro del capitalismo.

Y eso sucederá sin que los hipotecados que no pueden afrontar el pago de su vivienda puedan retenerla. A la p... calle y a dar gracias al 15-M y la PAH, que sí son mercancía, o títeres, en sus manos.

Los “oráculos” de saldo indignados suelen acusarme de hacer críticas y no ofrecer soluciones, como si las suyas lo fueran y no trampas para cazar osos. Parecería, según ellos, que la crítica política, social o económica se deslegitima sino se acompaña de contrapropuestas, cuando en la propia crítica ya se atisban al apuntar algo de lo que queremos a través de lo que no queremos.

Pero para ser práctico diré que infinitamente más justo y social me parece exigir del Parlamento, incluso a través de esas vías de “revitalización de la democracia”, que son las ILPS, por ser concesivo, o las que consideren pertinentes, una ley que declare
· que la vivienda es un Derecho Humano Fundamental,
· que nadie puede ser desposeído de la misma ante situación de no poder pagar su hipoteca y
· que en tanto persistan las condiciones económicas que le impidan a esa persona satisfacer su deuda la entidad financiera le aplicará una moratoria de aplazamiento de la deuda, cuya satisfacción posterior no podrá penalizarse mediante un incremento de los intereses de la deuda.

Sencillo, ¿verdad? Y sobre todo al servicio de los más débiles de la sociedad, nosotros los trabajadores, no el genérico ciudadano, que lo es conmigo también sin cambiar su condición de banquero, patrón o parásito rentista.

El problema que hoy vivimos no es de falta de “democracia”, término que cada vez me resulta más irritante por eufemístico y falseador de la realidad, y, si lo es, no lo es en primer lugar, sino de explotación, empobrecimiento creciente de amplias capas de asalariados y pequeños autónomos y de expolio del Estado Social en benéfico de los capitalistas y la plutocracia. El problema que hoy vivimos es de ausencia de justicia social y de las más ínfimas dosis igualdad . Y de esa situación sólo se sale a través de una revolución socialista y no de flash mobs, performances ni "ataques psíquicos a la bolsa” (10), propios del más patético y reaccionario gandhismo.

A MODO DE EPÍLOGO:
Dedicado a todos aquellos que proclaman su “bonito” slogan “no somos mercancía en manos de políticos ni banqueros” y que cargan sobre todo contra los primeros la culpa de la no salida de la crisis y de las medidas antisociales que exigen “los mercados”, y que lejos de “calmarlos” con ellas, exacerban aún más su desbocado viaje hacia el abismo.

Las palabras del broker Alessio Rastani, de la City de Londres, quizá les aclaren eso de las culpas de los políticos: “No es el momento de hacerse ilusiones: los Gobiernos no van a arreglar nada. Los Gobiernos no dirigen el mundo, lo dirige Goldman Sachs y a éste no le importa este rescate” (11). Sigan ustedes deslegitimando a la política institucional y a los políticos. Es cierto que, en las circunstancias actuales sirven de poco, pero si continúan convirtiéndoles en su particular muñeco del pim pam pum pronto exigirán un líder providencial, de esos con c....y autoridad. Y ese día quizá muchos de ustedes desfilen a su lado. Entonces sí que el capitalismo mundial habrá cerrado completamente su círculo: un despliegue absoluto montado en el caballo de Pavía.

Si quieren continuar con sus simbólicas performances les sugiero que pinten una diana, pongan en ella las fotos de los poseedores de las mayores fortunas de la lista Forbes y disparen sus “besos con labios multicolores” (12) contra ellas, ya que la guillotina se ha vuelto, por desgracia, un artefacto demasiado cruento para sus no violentas mentes.




NOTAS:

(1) http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com/2011/07/publico-dacion-en-pago-y-ecologistas.html
(2) http://politica.elpais.com/politica/2011/09/16/actualidad/1316176577_820142.html
(3) http://www.elnotario.com/egest/noticia.php?id=1551&seccion_ver=0
(4) http://tushipotecas.com/noticias/la-banca-impulsa-la-dacion-en-pago-con-extranjeros-para-frenar-la-mora/gmx-niv84-con32104.htm
(5) http://www.idealista.com/news/etiquetas/dacion-pago?xtor=SEC-87-GOO-[news] y también http://www.mundohipoteca.es/2008/12/que-es-la-dacion-en-pago-una-posible-solucion-a-la-hipoteca.html y http://www.dacion-en-pago.com/ El listado es interminable. Basta con que ustedes se tomen la molestia de comprobar quiénes son los impulsores del negocio nacido alrededor de la dación en pago, a qué intereses se vinculan y qué tipo de empresas están detrás.
(6) http://www.publico.es/espana/398262/varias-marchas-en-todo-el-pais-reclaman-el-derecho-a-la-vivienda
(7) http://www.diariodealcala.es/articulo_c/general/2326/dos-personajes
(8) http://www.youtube.com/watch?v=vCnh4crQB58
(9) http://www.eldiariomontanes.es/rc/20110922/economia/cajas-creen-dacion-pago-201109212154.html
(10) http://www.kaosenlared.net/noticia/miles-ideas-accion-para-15-octubre
(11) http://www.publico.es/dinero/398537/en-un-ano-millones-de-personas-perderan-sus-ahorros
(12) Idem nota 10: http://www.kaosenlared.net/noticia/miles-ideas-accion-para-15-octubre